Por qué George Russell es un fuera de serie en la sombra al que nunca se le reconoce en la F1
En esta temporada, rara es la carrera en la que George Russell ofrece un rendimiento que esté por debajo de las posibilidades de su coche. Sin embargo, sus méritos no encandilan
Los elogios a las hazañas de Max Verstappen —u ocasionalmente Charles Leclerc— plantando cara a Oscar Piastri y Lando Norris siempre son merecidos. Tiene mucho mérito pelear de tú a tú e, incluso a veces, ganar a pilotos con máquinas más competitivas. Sin embargo, a la hora de las alabanzas, George Russell nunca produce la misma excitación, por no decir ninguneo. De ninguna manera, el Mercedes puede considerarse mejor que el Red Bull o el Ferrari. ¿Por qué este distinto rasero?
Un ejemplo claro de lo poco que se valora el mérito de George Russell lo tuvimos en el pasado Gran Premio de Azerbaiyán. Los titulares se los llevaron merecidamente Max Verstappen, por hacer una de esas machadas a las que nos tiene acostumbrados, y Carlos Sainz, por devolver a Williams a un podio después de muchos años. Nada que objetar a los elogios, pero la carrera que hizo el piloto británico en Bakú fue también de diez y, sin embargo, apenas fue comentada
Es una mala costumbre que vemos que se repite en muchos deportes. Se habla de Sinner o Alcaraz, del Madrid o el Barça, de Pogacar o Vingegaard como si no hubiera espacio para nadie más. Es cierto que las grandes rivalidades son la salsa del espectáculo. Es algo que viene desde tan lejos como cuando Ernest Hemingway escribió su Verano sangriento, contando la rivalidad entre Dominguín y Ordóñez. La victoria de George Russell en Singapur debería recordarnos que quizá el gran rival de Max Verstappen sea él y ningún otro.
A un piloto se le debe de medir siempre respecto a su compañero de equipo y por su capacidad de poner a su coche por encima de sus posibilidades. Es algo que venimos viendo desde hace diez años con Fernando Alonso, que es capaz de colocar los pésimos monoplazas que habitualmente pilota en posiciones inconcebibles. El Mercedes es un buen coche, pero a día de hoy no es un McLaren ni de broma. Habría que ver la sensacional temporada que está haciendo Russell si en lugar de vestir de plata vistiera de papaya...
Siempre dando el máximo
George Russell ha ganado haciéndolo todo perfecto en las dos únicas oportunidades que ha tenido esta temporada. El Mercedes es un monoplaza cuyo punto fuerte es la motricidad y, en ese sentido, Canadá y Singapur son pistas relativamente parecidas. Nunca sabremos cuánto estaba de igualado, inferior o superior su coche respecto a los McLaren. El buen rendimiento de Kimi Antonelli demuestra que las flechas plateadas iban muy bien en esta pista. Pero luego hay que hacer la pole y no fallar en una pista que no perdona.
En el colmo de los ninguneos a los que se ha visto sometido en ocasiones George Russell, está precisamente la crítica que se ha hecho a Andrea Kimi Antonelli con esos comentarios del tipo: 'No ha hecho nada especial frente a Russell'. ¿Qué pretenden esos críticos? ¿Piensan acaso que es normal que un debutante recién salido de la adolescencia, pueda plantar cara al piloto que batió claramente a Lewis Hamilton en su última temporada juntos en Mercedes? Será al revés. Antonelli es un crack en potencia por no desmerecer frente a Russell.
A principio de temporada, muchos decían que Liam Lawson era un fenómeno y que era obvio que había que sustituir a Checo Pérez por el neozelandés. Luego llegó un impresionante baño de humildad para Lawson, al punto que tuvo que ser descendido de nuevo al equipo filial y promover a Yuki Tsunoda. Todos sabemos que en Red Bull pasan cosas muy raras y que hay que analizar mucho más allá de las apariencias. Pero igual que el mensaje comúnmente aceptado es que Verstappen es un fenómeno, a Russell se le aplica un rasero distinto.
Alonso es poco dado al elogio a otros pilotos, pero si sinceramente cree que alguno de los chavales jóvenes que llegan a la categoría lo merece, no tiene reparos en admitirlo. Cuando declaró sus preferencias por Gabriel Bortoletto, los escépticos de siempre lo achacaron a que el piloto brasileño pertenecía a su empresa de management. Luego, Bortoletto cerró bocas demostrando lo bueno que era. Pues algo parecido sucedió en 2021 cuando el asturiano declaró que Russell le parecía el mejor de los pilotos de la nueva generación.
Back in 2018 I was here with Mercedes watching Lewis take an insane pole and win. 7 years later, it’s a special moment for me to win here in Singapore and to celebrate the moment with my team 🙌 pic.twitter.com/ctYT7063JN
— George Russell (@GeorgeRussell63) October 5, 2025
¿Hasta cuando el ninguneo?
Russell, desde antes de debutar en Fórmula 1 incluso, había expresado su admiración por Alonso e incluso decía que era su fuente de inspiración. Eso bastó para que el elogio del bicampeón mundial hacia el novato se pusiera en cuarentena. Algo así como si fuera una suerte de devolver un cumplido, en lugar de reconocer lo excepcional que eran las carreras que por aquel entonces Russell estaba haciendo en Williams. Nadie negaba que era un muy buen piloto, pero nadie le ponía la etiqueta de excepcional.
Compartir tres temporadas en Mercedes junto a uno de los mejores de la historia como es Lewis Hamilton y batirle de forma habitual, deberían haber bastado para que los escépticos despejaran todas sus incógnitas. Pero ni aun así fue suficiente. Cuando empezó este año la silly season del mercado de fichajes, comenzó el runrún: si Verstappen iba a Mercedes, a lo mejor era Leclerc el que daba el paso... Todo como si el problema de Mercedes para llegar a la cumbre estuviera en el piloto y no en la pérdida de su rumbo técnico.
La realidad es que Mercedes, desde hace años, ha dejado de hacer coches ganadores. Siguen, como gran equipo que son, estando en los puestos de cabeza, pero desde que perdieron el Mundial de 2021 a manos de Red Bull, también perdieron su magia en el campo técnico. Así, las noticias en el campo de los fichajes de Mercedes deberían haber llegado en refuerzos en infraestructura y en ingenieros de renombre, mucho más que en los pilotos. Mercedes es muy culpable del ninguneo hacia el bueno de George.
La personalidad discreta y educada de Russell puede haber jugado en su contra, pero un piloto donde de verdad habla es en la pista. El inglés ha demostrado ser más duro peleando que Norris, más consistente que Piastri y heroico como Verstappen frente a la adversidad técnica, además de tan genial a una vuelta como Leclerc. Si se analiza con justicia lo visto hasta la fecha carrera a carrera, es más que defendible que nadie merezca más el título mundial de pilotos de 2025 que George Russell. Él está siendo el verdadero fuera de serie.
Los elogios a las hazañas de Max Verstappen —u ocasionalmente Charles Leclerc— plantando cara a Oscar Piastri y Lando Norris siempre son merecidos. Tiene mucho mérito pelear de tú a tú e, incluso a veces, ganar a pilotos con máquinas más competitivas. Sin embargo, a la hora de las alabanzas, George Russell nunca produce la misma excitación, por no decir ninguneo. De ninguna manera, el Mercedes puede considerarse mejor que el Red Bull o el Ferrari. ¿Por qué este distinto rasero?