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El triunfo que significó la supervivencia en la F1. El día en que un piloto español salvó a Minardi
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HISTORIAS DEL GP GRAN BRETAÑA 1989

El triunfo que significó la supervivencia en la F1. El día en que un piloto español salvó a Minardi

Minardi llegaba a Silverstone en 1989 con la necesidad de sumar al menos tres puntos para no caer en las preclasificaciones. Pierluigi Martini y Luis Pérez Sala lograron el objetivo

Foto: Luis Pérez Salas en la temporada 1989. (Getty/Pascal Rondeau/)
Luis Pérez Salas en la temporada 1989. (Getty/Pascal Rondeau/)

Este fin de semana, Racing Bulls vuelve a correr en Silverstone, el circuito que salvó su existencia hace 35 años. Luis Pérez Sala y Pierluigi Martini cruzaron la meta en 5º y 6º lugar en Silverstone. No ganaron, ni subieron al podio, pero cambiaron el destino de una escudería condenada a desaparecer. Hoy, aquel humilde equipo, sigue vivo en la parrilla bajo otro nombre.

En la Fórmula 1, hay victorias que no salen en los libros. Ni trofeos, ni himnos, ni fuegos artificiales. Una de ellas ocurrió en Silverstone, en julio de 1989, cuando el equipo Minardi, casi sin presupuesto, sin resultados y al borde de la desaparición, logró tres puntos milagrosos gracias a dos pilotos que hoy merecen ser recordados: Luis Pérez Sala y Pierluigi Martini.

Más de tres décadas después, Luis Pérez Sala revive los momentos que cambiaron la historia del equipo Minardi. "Había ambiente de pesimismo, de las primeras siete carreras abandonamos todas. Las prestaciones eran buenas, pero nos faltaba fiabilidad", recuerda el ex piloto catalán, que junto a Pierluigi Martini logró los puntos necesarios para evitar la caída del equipo.

Fue el segundo piloto español en puntuar en la Fórmula 1, después de Alfonso de Portago en los años 50. Llegó a la Fórmula 1 en 1988 compartiendo equipo con Adrián Campos. Su mejor resultado en la máxima competición de automovilismo fue un 6º puesto, precisamente en Silverstone 1989.

Una misión "casi" imposible

39 pilotos y 20 equipos componían el Mundial de 1989, el más saturado de la historia. Trece coches tenían que luchar cada viernes por apenas cuatro plazas en la parrilla del fin de semana.

Equipos como Onyx, Osella, Rial, Zakspeed o Coloni vivían en el alambre. Pero tras el GP de Gran Bretaña, esa lista se reordenaría en función de los puntos acumulados. Minardi llegaba a Silverstone en peligro real de caer a las catacumbas de la preclasificación, lo que suponía prácticamente decir adiós a toda la temporada. La única forma de evitarlo: sumar tres puntos. Algo que no lograban desde hacía dos años.

En aquella época, solo los 6 primeros clasificados puntuaban. Minardi estaba obligado a terminar la carrera con ambos coches entre los seis primeros. Las apuestas estaban en contra.

Una carrera, discreta en los titulares del día, fue decisiva para la supervivencia de la escudería. No solo el equipo estaba al límite, también la preparación de la carrera fue complicada. El español tuvo percances desde el inicio del fin de semana. "En los entrenamientos ya empecé a tener problemas. Me tuvieron que cambiar el motor, pero íbamos rápido. El coche tenía potencial, pero siempre había algo que fallaba".

Una carrera caótica

Aquella carrera estuvo marcada por numerosos abandonos. Las condiciones del circuito, las exigencias mecánicas y la dureza del GP británico. "Era el circuito más rápido del calendario", comenta el catalán. Se fueron eliminando los máximos favoritos de la carrera. Los dos MInardi, tratando de evitar los máximos errores posibles. Fueron agarrándose al asfalto en una carrera de pura supervivencia.

Los dos McLaren, Senna y Prost; los dos Ferrari, Patresse, Capelli... Hasta 14 pilotos no pudieron ver la bandera de cuadros.

Los Minardi rodaban con cabeza y sin errores. Iban consiguiendo avanzar posiciones gracias a los abandonos. Aguantar era ganar. Martini subió al 5º puesto y Pérez Sala al 6º. En las últimas vueltas la tensión fue máxima. El español tenía pegado al francés Grouillard, que amenazaba con arrebatarle el punto vital. Pero nada estaba garantizado hasta la bandera a cuadros.

Pérez Sala tuvo que resistir en las últimas vueltas con el sexto puesto y la continuidad del equipo en juego. "Grouillard me presionaba mucho, porque los dos nos jugábamos la supervivencia de nuestros equipos. Fue como si estuviésemos luchando por el campeonato. Fueron vueltas muy intensas. Yo sabía lo que había en juego".

Pero Luis resistió y consiguió el ansiado punto. Con Martini delante, el objetivo estaba cumplido. Tres puntos en total. Milagro consumado.

Cuando Pérez Salas cruzó la meta, una vuelta por detrás del ganador Alain Prost, el resultado fue más que un éxito momentáneo. Era su salvación. "Al terminar fue una alegría enorme, una sensación de entusiasmo por todos. Éramos un equipo muy unido, y sabíamos que ese día podía haber cambiado todo".

De Minardi a Red Bull: el legado continúa

Minardi sobrevivió y siguió compitiendo hasta 2005. Aquel equipo que peleaba por no preclasificar, acabaría dando la bienvenida a Fernando Alonso en su debut en 2001. En 2006 fue adquirido por Red Bull y rebautizado como Toro Rosso, más tarde AlphaTauri y desde 2024, Racing Bulls.

Este fin de semana, Racing Bulls regresa a Silverstone, el circuito donde hace 35 años se ganó el derecho a existir. Ya no hay preclasificación. Ya no se corre por sobrevivir. Pero el espíritu sigue ahí. Y el recuerdo de aquella carrera, también.

Porque hay domingos en los que una victoria no necesita trofeo. Solo puntos, fe y resistir. Y esa fue, precisamente, la historia de Minardi. Para Pérez Sala, no hay duda de que aquel fin de semana en Silverstone fue un punto de inflexión. "Me siento parte también de la historia de Red Bull. Sin ese fin de semana, el equipo no hubiese sobrevivido".

El expiloto español tuvo la oportunidad de volver a las instalaciones de Faenza, la casa original de Minardi, poco antes de la pandemia: "Tuve el placer de visitar Faenza antes del COVID, cuando ya era Alpha Tauri. Las oficinas de Minardi se han transformado por completo. Han mejorado una barbaridad".

Un momento en el que sobrevivir valió más que ganar. En la Fórmula 1, a veces no se trata de llegar primero, sino de simplemente seguir estando. Y ese día, Minardi decidió seguir vivo.

Este fin de semana, Racing Bulls vuelve a correr en Silverstone, el circuito que salvó su existencia hace 35 años. Luis Pérez Sala y Pierluigi Martini cruzaron la meta en 5º y 6º lugar en Silverstone. No ganaron, ni subieron al podio, pero cambiaron el destino de una escudería condenada a desaparecer. Hoy, aquel humilde equipo, sigue vivo en la parrilla bajo otro nombre.

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