Estas son las dos grandes y peligrosas amenazas que sobrevuelan sobre el circuito de Madrid de F1
Los plazos para la construcción del circuito de Ifema son muy ajustados y habrá que trabajar contrarreloj. La pugna política y la demagogia podrían entrar en juego y ser un peligro
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"Ayudaré en todo lo posible para que sea un gran espectáculo. Podemos ser los mejores del mundo y superar a Las Vegas o Miami. Vamos a ir a por ello". Carlos Sainz había desgranado las virtudes que para él atesora Madrid como ciudad: "Son ideales para mi estilo de vida". Será a partir del año que viene cuando tenga un valor aún mayor para el piloto de Williams: poder competir en su ciudad, ante la afición española, en un Gran Premio de Fórmula 1, el objetivo por el que tantos países se parten la cara en estos tiempos.
Dicho y hecho, no había terminado el acto oficial de arranque de obras en IFEMA cuando Sainz cogía por el brazo a Jarno Zaffelli, responsable de Dromo, la empresa diseñadora del circuito. El piloto le indicaba la necesidad imperiosa de reformar la curva 4, imposible de mantener con el diseño actual para los monoplazas de Fórmula 1. Sobre la marcha concertaba una futura cita para seguir con el tema.
Que Sainz tomara como ejemplo los circuitos de Las Vegas o Miami no era casual, porque son los exponentes de la visión de FOM para el futuro de la Fórmula 1. Y porque, objetivamente, Madrid cuenta con un extraordinario potencial para superarlas. Sin olvidar que el promotor de Las Vegas es la propia FOM. Así, los responsables de la Fórmula 1 se lanzaron a firmar un contrato - práctica inusual- de diez años con Madrid.
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Sin embargo, el gran premio madrileño afronta aún varios desafíos, particularmente dos: los apretados plazos para completar sus infraestructuras y la demagogia política. Si Las Vegas sirve como referencia a superar en un sentido positivo, también Valencia y Barcelona en su contrario.
Mucho trabajo bajo la lupa
Los responsables del Gran Premio en Madrid e IFEMA tendrán que trabajar bajo gran presión para completar en plazo el circuito y sus infraestructuras. Los catorce meses que restan serían suficientes con el cronograma actual, según los organizadores Pero como cualquier particular sabe, no hay obra doméstica que se complete a tiempo ni con el presupuesto inicial. Sin olvidar las sucesivas inspecciones de la FIA, que no den sorpresas de última hora.
Miami y Las Vegas llegaron casi con el pitido final del árbitro. Y si Sochi se construyó en casi ocho meses (con el entorno ya establecido), el Circuito de las Américas se hizo en 15 y el de Shanghái en 18. Ahora, los responsables españoles tendrán que someterse con angustia a la famosa Ley Parkinson: "El trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine". El plazo está marcado: mediados de septiembre de 2026.
Vamos a tener el mejor circuito del mundo.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) April 25, 2025
El Gran Premio de Fórmula 1 de España, para todos los españoles, desde esta región de gente alegre y con ganas. pic.twitter.com/J4eRAYdGwR
La política y sus intereses
De aquí se salta al segundo apartado, la arena política, que podría obstaculizar el proceso de construcción del circuito. La carrera ya ha saltado al ruedo con la querella de un partido minoritario para cuestionar legalmente la prueba y hacer de ella causa política. Con el arranque de las excavadoras, se afilan los cuchillos.
Seguro que el Gran Premio en Madrid no será ajeno a la pugna política en los próximos meses. Cuando José Luis Martínez-Almeida hablaba de una "licencia de 300 páginas y 131 informes internos y externos", se puede imaginar el campo abierto para las impugnaciones en los tribunales. El alcalde hacía hincapié en la exhaustividad del trabajo de su equipo para fundamentar legalmente el proyecto. Pero si un bienintencionado -o despistado- juez parara la evolución de las obras por una ofensiva judicial de carácter político y se perdieran uno, dos o tres meses... Houston, podríamos tener un problema. Es solo una hipótesis, pero alguien ya ha olido sangre.
Es aquí donde la ciudadanía madrileña y española deberían saber separar trigo y paja. Por un lado, a los responsables de la Comunidad, Ayuntamiento y del Gran Premio se les pedirá la mayor transparencia. Razón, Valencia.
Por otro, cabe que los ciudadanos estén avisados ante los cantos de sirena de la demagogia y los intereses políticos de quien solo ve en este evento una herramienta multiusos. Que pregunten en Barcelona a determinados políticos, hoy con la cabeza gacha después de haber tenido que arriar velas.
¡Hola, Madrid! 🇪🇸
— Formula 1 (@F1) April 25, 2025
Carlos Sainz is in Madrid as circuit construction begins ahead of our return in 2026!#F1 pic.twitter.com/5v6VnbmBn2
Los errores del pasado en España
Lógicamente, en algunos sectores sociales cabe la legítima reserva ante los antecedentes económicos con la experiencia en Valencia, una gran oportunidad turística y económica desaprovechada por la torpe ambición y la ignorancia de algunos. En este sentido, los promotores actuales y la clase política en el poder están avisados.
En segundo lugar, se recuerda la reciente experiencia de Barcelona. Organización modélica desde 1991, su prestigio comenzó a decaer cuando cayó en manos de una élite política que no solo intentó instrumentalizar un evento global, sino que fue miope y torpe al poner palos a las ruedas de la Fórmula 1 en Montmeló. Tras una progresiva degradación, la pésima edición de 2022 hizo que Domenicali llamara a capítulo a sus responsables. Se acabó. Tenía el proyecto de Madrid en la mesa.
Incluso los más veteranos del lugar catalán relacionados con el automovilismo y la empresa reconocen el daño a la candidatura de Barcelona por esa provinciana miopía política, que hoy se intenta remediar con racionalidad a través de un equipo de solvencia profesional y criterio estrictamente empresarial. Pero tocará remontar y, en el caso de Montmeló, luchar por la alternancia para evitar su desaparición del calendario. Cuando antes se tenía todo el campo de juego para sí.
La foto que no esperabas ver hoy. #MADRING 😉 pic.twitter.com/AAz4KCv9HO
— MADRING (@madring_oficial) April 25, 2025
Quien iluminó inicialmente a IFEMA con la Fórmula 1 en sus instalaciones, hoy orillado del proyecto, abrió los ojos a la institución con la oportunidad que ofrecía Madrid para el modelo de Fórmula 1 de futuro que pretende FOM. También avisó de la puerta abierta dejada por la casta política catalana con sus errores y, con enormes reflejos, Isabel Díaz Ayuso aprovechó hábilmente para entrar hasta la cocina.
Avisados por los ejemplos, los ciudadanos madrileños y españoles harían bien en desconfiar de la demagogia barata que se avecina, así como también exigir transparencia. Un Gran Premio de España, en Madrid, es un extraordinario privilegio en términos sociales, económicos, empresariales y de imagen. Dos carreras en España supondrían un gran tesoro si Barcelona logra la continuidad. Porque en estos tiempos, la Fórmula 1 va más allá de dar vueltas a un circuito con cochecitos de colores.
"Ayudaré en todo lo posible para que sea un gran espectáculo. Podemos ser los mejores del mundo y superar a Las Vegas o Miami. Vamos a ir a por ello". Carlos Sainz había desgranado las virtudes que para él atesora Madrid como ciudad: "Son ideales para mi estilo de vida". Será a partir del año que viene cuando tenga un valor aún mayor para el piloto de Williams: poder competir en su ciudad, ante la afición española, en un Gran Premio de Fórmula 1, el objetivo por el que tantos países se parten la cara en estos tiempos.