"Te consume por dentro, pero..." Cuando Sainz y Alonso terminan con la frente bien alta en F1

"Creo que estamos recibiendo más de lo que pagamos por Carlos. Lo digo porque hay dos maneras diferentes de evaluar el rendimiento: la primera es, obviamente, lo que se ve en el coche, conduciendo". En Sakhir, James Vowles defendía el fichaje de Carlos Sainz aun cuando el español aún no rendía suficientemente. Tras el Gran Premio de Arabia Saudí, el jefe de Williams estará más que satisfecho en ese doble sentido al que aludía.

Sainz y Fernando Alonso exprimieron todas sus opciones en Yeda. Cada uno en su rango, protagonizaron un extraordinario gran premio que no hace justicia a la dimensión de su rendimiento. Son tiempos de circunstancias, de pálido brillo para quien espera podios o victorias, pero quien da todo nada tiene que reprocharse. Pocas veces se ha visto a Alonso tan desencajado al bajar de su monoplaza por la exigencia física del gran premio saudí, ganado por Oscar Piastri.

Más recuperado después, la reflexión brotó de lo más profundo. "Hemos dado el máximo, que es el ADN que tenemos siempre, da igual que luche por el campeonato, por el podio, por el P14, está garantizado que voy a dar el 100% siempre, como si fuera la carrera en la que se juega el mundial...". Entonces, en una pausa inusual, Alonso se quedó pensando, mirando hacia el suelo. "Te consume por dentro hacer 50 vueltas de clasificación, pero no sé correr de otra manera".

Un regalo envenenado de siete segundos

Para Vowles si el rendimiento de Sainz aún era errático, sobre todo en China, el trabajo interno del español le tiene "realmente impresionado". Se refería al "segundo elemento". Uno, el rendimiento en pista. El otro, la aportación de trabajo interno con todos los departamentos del equipo. En Yeda, Sainz cerró el círculo de manera espléndida con ambos elementos.

El sexto puesto de Sainz el sábado resultaba insólito para los estándares de Williams en estos últimos tiempos, como el mismo resultado de Albon en Australia. La progresión del 'patito feo' británico se confirma. Quedaba la incógnita del rendimiento en el gran premio. Sainz la despejó con matrícula.

El madrileño en esta ocasión no cedió a la tentación de Sakhir para cebarse con quien no tiene opciones. Consolidar a Williams como quinto equipo de parrilla es el objetivo, y Sainz se quitó de problemas con Hamilton y Norris nada más empezar. Fue su equipo quien se los daba.

En una carrera a una sola parada, su equipo regalaba a Sainz una de casi siete segundos con la condena añadida de perder los puntos. Sin embargo, sorprendía cómo Sainz comenzó a superar rivales, uno tras otro. "Hemos tenido una parada lenta que igual me ha costado unos segundos en carrera, pero luego con la dura me sentía cómodo, podía ir tirando bastante bien", diría. Bortoleto, Doohan, Hulkenberg, paradas de los rivales... Sainz remontó hasta la octava posición, la mejor posible tras el incidente de Tsunoda con Gasly.

El octavo no fue lo mejor

Si Vowles se felicitaba por el retorno que le está ofreciendo su piloto -con un elevado salario-, el español remataba la faena a petición del equipo. Sainz imitó la maniobra de Singapur 2023 para dar a Albon la alfombra del DRS ante un amenazante Racing Bull de Hadjar, quien se quedó atascado tras el tailandés gracias a la ayuda de Sainz. Octavo y noveno, dobles puntos, trabajo de equipo, y Sainz que despeja a la grada el balón de la duda.

"Hoy era lo máximo, esta octava posición que al final hemos conseguido. Carrera muy buena, sinceramente me he sentido cómodo, he dominado la mitad de parrilla bastante bien, la primera vez con Williams, que es una buena señal", explicaba Sainz al terminar a quien, además de coger por el cuello a su nuevo monoplaza, le quedaba una última satisfacción. Quizás Hadjar no hubiera tenido ninguna opción para ese octavo puesto, porque Sainz se hubiera marchado de no ser por la petición del equipo. "Esa última vuelta, cuando he tirado al final para ver el ritmo que tenía me ha dejado bastante ilusionado porque he ido muy rápido".

Por si acaso, el madrileño tiraba de la brida de la euforia. "Avisé de que cambiar de equipo lleva tiempo. Si te fijas todos los que hemos cambiado de equipo, ninguno está al cien por cien todavía, incluido yo, aunque este fin de semana haya sacado 100% del coche. Todavía me quedan seguro clasificaciones o carreras difíciles con una curva de aprendizaje muy grande para lo que hay que estar preparado y tomárselo con filosofía", respondió el español.

Por la radio, al terminar, Vowles no podía estar más eufórico con su inversión. "¡Vamos Carlos! Estoy muy orgulloso, muy impresionado", le felicitaba el jefe. "Ha sido trabajo de equipo en su máximo absoluto. Ahora veo por qué ganaste en Singapur. Había mucho que procesar e hiciste un trabajo muy brillante. Estoy ansioso de cómo lo vamos a hacer esta temporada".

Si el octavo era el máximo resultado, algo crucial lo mejoraba para Sainz: "Estando en la quinta carrera, sacando el máximo rendimiento del Williams, es una buena señal y hay que seguir en esta tendencia, en esta dirección, porque está claro que está funcionando".

Susto del 12 en la escala de Richter

Que el Aston Martin es último o penúltimo monoplaza hasta lo certifica Andy Cowell, el máximo responsable del equipo. Que Alonso terminara undécimo desde el decimotercero del sábado equivalía al octavo de Sainz, al tercero de Leclerc. Sin embargo, con tintes casi dramáticos en el caso del asturiano. Por el susto, y el brutal esfuerzo físico.

La ausencia de curva lenta camuflaba las numerosas carencias del AMR25, desnudado en el nuevo túnel de viento recién calibrado del equipo. Con estos mimbres, este cesto y Alonso atacó sin desmayo, a pesar de la falta de punta de su monoplaza. Con susto 12 en la escala de Richter.

No eran tanto sus palabras como la angustia que delataban tras salvar milagrosamente un dramático incidente con su pupilo, Gabriel Bortoleto. El español intentó adelantarle por fuera en la primera curva cuando el brasileño estaba pendiente de Lawson. Increíble que el Aston Martin pasara por donde no se veía la luz del día, ni que chocara contra el muro. "Wow, se movió en la frenada, wow, estuvo muy cerca, buaa, estuvo tan cerca…".

Respiración entrecortada, si no parecía un piloto realmente asustado, poco faltaba. "La verdad P11 es creo lo máximo que se podía hacer hoy, pero sigue siendo estar fuera de los puntos. En cierta manera, es la peor posición en la que puedes quedar también", explicaba al terminar. Al bajarse de su monoplaza, el asturiano parecía un hombre físicamente destruido.

Luego, una ducha, y no parecía haber corrido una carrera tan dura. ¿Logrará Fernando Alonso puntuar este año? Él avisa que está lejano el día. De aquí el valor de esa frase final, elevada desde el fondo del corazón. "Te consume por dentro hacer 50 vueltas de clasificación, pero no sé correr de otra manera".