La preocupante ironía para Lewis Hamilton de ser superado otra vez por Carlos Sainz

La Fórmula 1 sigue dejando días, afortunadamente, en los que el factor humano se impone al material y técnico. Max Verstappen epató de nuevo, como también Lando Norris se estrellaba contra el muro y contra sí mismo, en el otro extremo. Como a su manera, también Carlos Sainz y Fernando Alonso sacaron toda la sustancia de la nuez.

El neerlandés repitió la exhibición y descolocó hasta a su propio equipo, sacándose una pole de ninguna parte o, al menos, en absoluto pronosticable en los días previos. Mientras tanto, Lando Norris vuelve a convocar a los fantasmas de su psicología bajo presión. El doblete previsible de McLaren en el GP de Arabia Saudí tras los terceros libres se ha ido por el sumidero antes de comenzar la carrera.

Carlos Sainz empieza a asomar las plumas y, por segunda vez seguida, entraba en el Q3, y por segunda vez consecutiva superaba con un Williams a su sustituto en Ferrari, Lewis Hamilton, que sigue perdido dentro de su nuevo monoplaza. ¿Fernando Alonso? Más de lo mismo. El piloto y su equipo certifican el último puesto estos momentos con el lamentable portfolio de carencias en el AMR25.

Y de nuevo, decimotercero. Lance Stroll, récord de clasificaciones en el Q1. "Hoy nos hemos inventado, entre comillas, un P13, un resultado inesperadamente bueno, pero triste a la vez, solo un P13, pero demuestra que no estamos aquí solo por estar, que intentamos salir de esta situación antes posible".

Verstappen lo vuelve a hacer

Se veía venir cuando en el primer intento del Q3, Verstappen se colocó primero con neumáticos usados. Se olía un vueltón tan salvaje como el de 2021, arruinado en la última curva, que hubiera pasado a la historia. El RB21 es otra criatura que no permite tanta seguridad. Y si Yeda es un circuito para los bravos, como decía Zak Brown al terminar, el neerlandés volvió a certificar un talento sublime como pocos en la historia de este deporte.

"Salimos de la FP3 un poco deprimidos, pensando que sería una batalla por el tercer puesto, pero luego viene el tema de los niveles de combustible y las temperaturas", explicaba Horner al terminar, en la esperanza de que el RB21 recibiera oxígeno según bajara la temperatura de pista y ambiental. Aunque no hasta el punto de superar a los McLaren, sobre el papel. Norris se hizo el harakiri, y Piastri no logró cuajar los tres sectores. Aunque siempre lo era, la dependencia de Red Bull con Verstappen se acerca al síndrome de abstinencia.

Sainz, más fluido que Hamilton

Sustituto de Carlos Sainz, Lewis Hamilton está agobiado y envuelto en presión creciente. Avisaba el viernes que el Q3 se antojaba un reto. Pasó por siete milésimas. Al final, el español le superaba con un magnífico sexto puesto que, a diferencia del británico, le alivia de esa presión de las primeras carreras. Durante el fin de semana Sainz tuvo al FW47 por la mano, rematando con una soberbia vuelta que le entrometía entre los cuatro equipos punteros.

Lo confirmaba cuando en el primer intento del Q2 igualaba con neumático usado el mejor tiempo del Q1. Había progresión con el blando, a diferencia de las dos primeras carreras. Tampoco encontró techo a cada intento del Q3, con Albon atascado en el Q2. Su última vuelta remató la faena.

Sainz sigue picando piedra, analizando el comportamiento de su monoplaza, sus datos, probando diferentes reglajes, adaptándose a una nueva unidad de potencia que a Hamilton le está volviendo loco en Ferrari. Al madrileño le toca a la inversa en Williams y, su proceso de adaptación es ya más fluido que el del británico en su antiguo monoplaza.

Ya "cerca del límite del coche"

"Segundo fin de semana seguido que creo que saco prácticamente el máximo rendimiento del coche", explicaba Sainz al terminar, con la mejor sentencia que confirma su evolución. "Muy contento con el progreso de estar en la quinta carrera y estar ya tan cerca del límite de lo que se puede conseguir. Poco a poco, vamos dando pasos en la dirección correcta. Este fin de semana me he sentido otro pasito más cómodo. Hemos cambiado un par de cosas del set-up, sigo cambiando un poco mi estilo de conducción y parece que va funcionando, así que, nada, a seguir así”.

En parte, el trazado de Yeda maquilla algunos de los problemas del FW47 de las curvas lentas y medias, casi ausentes aquí. "El progreso, no hay secreto en este deporte, sigo repitiéndolo, hay que paso a paso, hay que ir encontrándose, encontrando los límites del coche y entendiendo el coche. Habrá cualis buenas, malas en este proceso, y espero llegar al nivel que espero llegar, y ya van dos cualis seguidas en las que estoy a buen nivel, y hay que ver como seguir mejorando".

Acomodándose al nuevo orden

Sainz empieza a acomodarse mentalmente a su nuevo orden. Ferrari y luchar por el podio es el pasado, lo comprendió al cebarse en los primeros compases de Sakhir. "Es la segunda carrera seguida que salimos delante de un Ferrari y un Red Bull. En Baréin decidí lucharles y ponérselo complicado en el primer relevo. Digamos que igual me costó un poco la pelea por los puntos luchando tan fuerte con dos coches que, al fin y al cabo, siempre te acaban pasando en ritmo de carrera, pero, sí, tengo que consultarlo con la almohada. Si mañana merece la pena luchar a Lewis y a Yuki o si merece más la pena asegurar buenos puntos para el equipo".

Buscará los puntos sin cebarse, hagan apuestas. "Mi conciencia y mi mentalidad más racional me dirá que, tarde o temprano, te van a pasar, así que lo mejor es no meterse en muchos líos, guardar el neumático, no gastarlo en la pelea y mirar cómo podemos sacar el máximo de puntos. Lo vamos a intentar pase lo que pase".

"La Q1 es la Q3 plus para nosotros"

Fernando Alonso logró en Yeda 2024 el mejor resultado de la temporada, quinto, cuarto en la parrilla. Un año después, reconoce que "somos los últimos". Un dato de entonces recuerda la dolorosa caída a plomo de Aston Martin. "Estamos en la misma situación hace dos años, en la Q1 y Q2, cuando solo salíamos a dar una vuelta para ver que el coche iba bien y estábamos clasificados para el Q3, que era cuando empezamos a tirar de verdad. Para nosotros, la Q1 ahora es la Q3 plus, multiplicada por diez. Es divertida, porque siempre estamos al máximo, pero a la vez queremos mejorar el coche cuanto antes".

Si antes Alonso usaba un juego en el Q1, ahora necesita tres nuevos para pasar al Q2. Es decir, todos los disponibles, y allí se acaba la historia. Demasiado meritoria fue la vuelta final del Q2 con usados, válida para el decimotercer puesto de parrilla. "Arriesgando mucho más que la gente alrededor nuestra, que solo tienen que poner una vuelta", recordaba.

"La verdad es que es lo que nos toca ahora mismo. Somos quizás el último equipo y tenemos que poner tres juegos de neumáticos para pasar a la Q2, y si luego pasas de milagro solo tienes neumáticos usados. Aun así, hemos evitado el catorce y el quince en las últimas carreras, siempre el trece. Hacemos todo lo posible el sábado, y el domingo supongo que acabas en la posición que mereces", resumía al terminar.

Por tanto, la carrera presume una agonía. "Será a una parada, en teoría, no debería haber mucha opción. Pero como dije en Baréin, nuestro déficit en las rectas es grande y seguramente en carrera sufriremos, porque cuando vas en grupo, creo que tenemos 7-8 kilómetros por hora menos que los demás en las rectas". O sea, un pato sentado para los rivales. "Nos toca sufrir, ya lo sabemos, no tenemos mucho menos alerón trasero que poner, es la velocidad que tiene el coche, y creo que nos va a faltar un poco. La carrera es larga, intentaremos hacer el coche ancho, y mantener la posición". Será un milagro.