"Céntrate solo en comentar". La partida de Max Verstappen con todos los ases en su mano

Es lo que tiene jugar con todos los ases en tu mano, puedes cebar a tus rivales y llevarlos al órdago a placer. Así, Max Verstappen en estos tiempos. Tras las escenas vistas públicamente al terminar el caótico GP de Baréin y las declaraciones posteriores de Helmut Marko, el futuro del neerlandés es centro de especulaciones.

"La preocupación es grande. Hay que mejorar pronto para que tenga un coche con el que pueda volver a ganar. Tenemos que sentar las bases con un coche para que pueda luchar por el campeonato", avisaba el austríaco ante la situación de Red Bull y el impacto que tiene en su piloto.

En la rueda de prensa oficial en Yeda, Verstappen fue bombardeado con varias preguntas al respecto. A cada una, raquetazo y pelota al graderío. Salvo con una, que no pudo dejar de afrontar. En ella estaba la madre del cordero. La partida está en marcha.

"Céntrate solo en comentar"

La primera pregunta fue directa hacia el neerlandés, sentado a la derecha de Fernando Alonso. Un veterano periodista le preguntó por los comentarios de Marko tras Baréin, en clave de futuro. "Sigo trabajando, sigo intentando mejorar el coche. Naturalmente, Baréin no fue un gran fin de semana para nosotros. Creo que todos quedamos bastante decepcionados. Así es como me enfrento a las semanas, intentando mejorar la situación". El neerlandés se fue por la tangente.

El periodista lo intentó, por otro lado. ¿No piensas dejar Red Bull en ningún momento?", Verstappen soltó la andanada. "No. Céntrate solo en comentar, yo me centraré en pilotar. Así no tendrás que pensar en otras posibilidades". Consciente de que la respuesta sonaba dura, el neerlandés intentó esbozar una sonrisa. Si pensaba que se cerraba el tema, estaba obviamente equivocado.

Otra periodista italiana lo intentó por otro flanco, algo más peregrino a día hoy. "Todos hablan de Mercedes, Aston Martin… ¿Por qué no Ferrari? "Sí, no lo sé. La verdad es que mucha gente habla de ello, menos yo. Como dije antes, solo quiero centrarme en mi coche y trabajar con el equipo. Es lo único en lo que pienso ahora mismo en la Fórmula 1. Estoy muy tranquilo".

Discutimos, para que nos vean

Los periodistas seguían hurgando, hasta que llegó la cuestión que Verstappen no pudo evitar, la chispa que ha encendido el gran revuelo de estos días en torno a su futuro. Su manager, Raymond Vermeulen protagonizó una fuerte discusión en el box con Marko y Horner al terminar la pasada carrera. Verstappen ya no pudo eludir el tema, después de mirarse con Alonso, recibiendo la comprensión del español porque ya no había vuelta de hoja.

"Que yo sepa, simplemente estaban hablando de todo, lo cual creo que está permitido. Ahora bien, si alguien lo capta, cada uno puede ver a su manera cómo se discuten las cosas", contestó Verstappen, como si la policía fuera tonta. En la Fórmula 1 no se da puntada sin hilo, y tal discusión en público no es un acto casual. Se trata de alimentar el revuelo y las dudas sobre el futuro de Verstappen en Red Bull. Para eso están los peones como Vermeulen.

Y cuando el peón mueve su ficha, se anticipan otras jugadas posteriores. La escena de Vermeulen escenificaba en público un manifiesto descontento de su piloto, creando un marco con dos vertientes. Por un lado, se incrementa la presión a Red Bull, tanto para que se pongan las pilas con el RB21, como para exhibir un descontento del que otros tomen nota. O, quién sabe, una renovación al alza de su actual contrato.

Vermeulen sabía lo que hacía. Una semana después de la brillante victoria de Japón, el manager de Verstappen cuestionaba públicamente. "Mi piloto gana por su talento, y a pesar vuestro. No estáis a su altura", era el mensaje implícito de la escena. "Ya sabéis lo que podría ocurrir si esto sigue así". Es lo que tiene jugar con todos los ases.

Como se ha comprobado estos días en Yeda, la maniobra ha funcionado. También, habrá hecho levantar las orejas a posibles interesados. O sea, Mercedes o Aston Martin, los dos únicos candidatos. Mientras, Verstappen jugaba su papel ante los medios: solo le importa la mejora del RB21 y la relación con sus ingenieros.

Apretando en el cuello a Red Bull para mejorar su monoplaza, por un lado, y abriendo la puerta a una posible salida de su equipo, el clan Verstappen se ha puesto en marcha. Fernando Alonso ya se encargó de cerrar la puerta de su equipo en la rueda de prensa, con Verstappen sentado al lado. Al menos para el próximo año.

El mayor activo de Red Bull

Curiosamente, desde Mercedes se ha extendido estos días el rumor del interés por cerrar la renovación de George Russell, protagonista de un magnífico comienzo de temporada. "Max, no caemos en tus brazos si lo que buscas es venir", vendría a ser el mensaje de Mercedes y Toto Wolff. En la partida que acaba de empezar, cada uno mueve sus fichas.

Sin Adrian Newey, en Red Bull son conscientes de que Max Verstappen es su mayor activo, como el neerlandés dejó patente de nuevo en Suzuka. Más si cabe, con un monoplaza cojitranco que no supone estímulo para su continuidad, máxime si otros revolotean a su alrededor.

Hace unos meses, Aston Martin protagonizó un sorprendente desmentido sobre el rumor que su director comercial estaba presumiendo ante potenciales patrocinadores de una multimillonaria oferta a Verstappen. Hoy, alguien debe estar tentándole cuando su manager monta una escena en público como la de Sakhir. Y si finalmente no cambiara de aires, siempre puedes sacarles otro pico a Horner y Marko, otro contratazo al alza. La fuerza de poder atornillar a voluntad en estos tiempos.