Pepe Martí gana en Fórmula 2 y compensa a Fernando Alonso su falta de alegrías en pista

No hubo sorpresas respecto a lo que podíamos esperar en clasificación de Fernando Alonso en Baréin. Y en cierto modo tampoco con Carlos Sainz. El decimotercer puesto del asturiano y el octavo del madrileño hay que darlos por buenos, pues se acercan bastante a lo máximo que podemos esperar de ambos en estos momentos. El lado positivo de Sainz, es que ya se le ve identificado con su Williams y por delante de su compañero Albon. En el lado de Alonso, lo positivo hay que buscarlo y fue la victoria de su pupilo Pepe Martí.

Una de la más recientes y exitosas iniciativas empresariales de Fernando Alonso es la empresa A14 management, que se dedica a ejercer labores de representación de jóvenes pilotos. En Fórmula 1 ya tienen a un piloto al que representan que es Gabriel Bortoletto e inmediatamente por debajo, en la Fórmula 2, dirigen la carrera deportiva de Pepe Martí, que logró una extraordinaria victoria en el circuito de Baréin y con doble motivo de alegría para la afición española porque lo hizo a bordo del coche preparado por el equipo valenciano Campos Racing.

Arrancando en la undécima posición era difícil presagiar una victoria por parte del joven catalán, pero en la Fórmula 2, a diferencia de la Fórmula 1 si coche y piloto están entonados se puede adelantar y progresar a pesar de arrancar desde atrás. Martí, a base de agresividad, no cometer errores y aguantar bien la presión, pudo ir escalando posiciones hasta alzarse con un espectacular triunfo por delante del paraguayo Duerksen (luego descalificado) y el neerlandés Verschoor.

"Sabía que tenía ritmo y que si cuidaba las ruedas, podía ir para adelante. No pensaba en ganar hasta que empecé a pasar coches como loco", explicaba eufórico Pepe. Uno detrás de otro fueron cayendo todos los pilotos que le precedían, hasta que llegó a espaldas de Joshua Duersken, que es el actual líder del campeonato. Era la última vuelta y Pepe sabía había que jugársela: "Cuando lo vi tan cerca, solo pensé en darlo todo. Esa última vuelta fue una locura, pero cuando crucé la meta sabía que lo había logrado", remató

Alegría doble

La alegría para Fernando Alonso era doble, porque antes que Pepe, otro pupilo suyo, el búlgaro Nikola Tsolov, logró también el triunfo en la Fórmula 3, el peldaño inmediatamente inferior en la escalera de talento hacia la Fórmula 1. De todos modos, aunque tanto en el caso de Tsolov como en el de Martí sus carreras estén dirigidas por A14 Management, quien paga la fiesta es Red Bull (o al menos una buena parte). Y ahí sabemos que la presión de Helmut Marko es terrorífica.

Para Pepe Martí, si quiere seguir contando con el respaldo económico de la compañía de bebidas energéticas austríaca, es fundamental, que este año gane el campeonato o al menos se quede muy cerca de hacerlo. Algo más o menos parecido a lo que hizo el año pasado Isak Hadjar que quedó subcampeón detrás de Gabriel Bortoletto, pero peleando hasta el final y dejando una excelente impresión. No basta hacerlo bien. O demuestras que eres el mejor de tu curso, o que pase el siguiente.

De todos modos, con o sin el apoyo de Red Bull, Fernando Alonso está convencido que Martí tiene un talento de muchos quilates y no escatimó elogios a la hora de valorar la actuación de su pupilo. "Lo que ha hecho hoy Pepe, —afirnó el bicampeón mundial— es de piloto grande. Tiene talento, pero sobre todo tiene cabeza. Lo de hoy fue de otro nivel". Y no le falta razón a Fernando. La victoria del barcelonés de 19 años fue de esas que te revelan un talento de muchos quilates.

Martí es el primero que sabe que no van a bastar buenos resultados. Hacerlo bien es como lo del valor en un soldado: se da por hecho. Hace falta impresionar para tener una mínima opción de ganarse un puesto en la Fórmula 1. Hadjar, Bearman, Piastri, Bortoletto o incluso Doohan están demostrando que están muy preparados y que tienen lo que hay que tener para aguantar el pulso a Tsunoda, Ocon, Norris, Hulkenberg y Gasly, que son pilotos de una calidad absolutamente contrastada.

Preparando el relevo

"Veo ahora a muchos pilotos con la pasión que yo tenía cuando era joven. Solamente necesitan dos o tres guías e indicaciones que les ayudarán a largo plazo en el mundo del automovilismo", explicó Alonso. ​Por desgracia, la presencia de Fernando Alonso en Fórmula 1 es difícil que se prolongue más allá de 2027 y sería realmente un regalo para la afición española que, una vez que el asturiano deje de formar parte de la parrilla, haya otro piloto que acompañe a Carlos Sainz.

Sainz también está apoyando al talento joven español y a través de su marca de karts CS55 con un campeonato infantil denominado academy, pero el motivo principal de alegría del madrileño en Baréin, a diferencia de Fernando Alonso, fue reconocer haber sacado el mayor partido posible a su Williams. "Siempre es buena noticia estar en Q3 (la sesión clasificatoria con los diez mejores). Hay que seguir buscando los trucos del coche en clasificación, nos ha sorprendido el Alpine (de Pierre Gasly), pero por lo menos hemos conseguido superar a Hamilton y Tsunoda en igualdad de condiciones".

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En ese entorno de igualdad extrema que reflejaba Carlos Sainz, donde pequeños detalles te suben o te bajan tres o cuatro posiciones en la parrilla, hay que darle, por tanto, mucho mérito a su actuación y también a la de Fernando, que a pesar de ser sabedor de las limitaciones de su Aston Martin, no tira la toalla para la carrera. "Y no estamos donde queremos estar, luchando por la parte de arriba, pero nadie ahorra un minuto de trabajo y eso es lo que tememos que mantener hasta que lleguemos a una posición mejor", decía.

Ese optimismo hacia el futuro apunta a 2026 como quizá la última o penúltima bala del asturiano en Fórmula 1. Pero el optimismo real y tangible de momento nos lo llevamos con la victoria de Pepe Marti en la Fórmula 2. Hay relevo y tiene el mejor espejo posible en el que mirarse.