"Fue una cag... muy cara": Sainz y Alonso no se cortan, cada uno a su manera

Una semana después de Suzuka, la Fórmula 1 llega a territorio conocido con los monoplazas 2025, Shakir, alivio para algunos,no tanto para otros (¿circuito no muy favorable a Aston Martin?) y con dos grandes temas de arrastre. La espectacular victoria de Max Verstappen, y la aburridísima carrera nipona, que tantas ampollas levantaba.

Fernando Alonso tenía respuesta para las tres cuestiones antes de arrancar la cuarta carrera de la temporada. Fiel a su estilo, directo. "La Fórmula 1 siempre ha sido así. Ahora estamos en constante búsqueda de más adelantamientos, más paradas en boxes, en que los equipos estén más cerca. Hay otras categorías preciosas que explorar y seguir. Esto es la Fórmula 1 y tenemos que amarla tal como es”. Es decir, si quieres lo tomas, si no, lo dejas. Y, por supuesto, grandes piropos para el neerlandés.

Por su parte, Carlos Sainz amplía su visión del aterrizaje con Williams, tenso ante las expectativas creadas por su fichaje, pero el madrileño se muestra más confiado tras Suzuka y al llegar a un trazado donde se sintió acoplado a un FW47, que se le fue de la mano al empezar la temporada. Eso sí, duelen tanto o más los diez mil dólares de multa del pasado gran premio. “Shit happens” ( “Cosas de mierda suceden”) admitía provocador en la rueda de prensa, haciendo méritos para otra multa.

Alonso corta por lo sano

Al terminar la pretemporada en Baréin, Alonso demoraba entre líneas que solo despues de este primer ciclo de cinco carreras habría evoluciones para un AMR25 que, en dura sentencia de Suzuka, “no está para entrar ni entre los dieciocho primeros”. Y dada la poca querencia del monoplaza verde para los trazados de curva lenta y stop and go como Baréin, hay que temerse otro sartenazo este fin de semana.

En Suzuka tocó pagar el precio de la velocidad punta en recta (la peor) para conseguir un mínimo equilibrio en curva. Pero el viento roló de dirección el sábado y se cebó con el AMR25. Y si la pretemporada (pésima) de Aston Martin sirve como aperitivo, el Gran Premio de Baréin se puede atragantar. Ya lo avisa el asturiano, no es un coche de curvas lentas.

Como buen ‘capo’ y veterano, Alonso no se corta, y no lo hizo cuando se planteó a los pilotos la carrera de Suzuka, la cuestionada política de Pirelli con los neumáticos. Sainz echó un cable al fabricante italiano en la rueda de prensa, una suerte de “A ver si nos aclaramos en lo que pedimos a Pirelli, que cuando nos lo da, nos quejamos”. Pero Alonso no entró al toro del debate.

"Demasiadas preguntas, demasiadas opiniones, demasiados debates para el asturiano."Creo que mi solución sería la de menos medios (de comunicación). Es solo la cantidad de ruedas de prensa que hacemos, foros de aficionados, más preguntas después de la segunda sesión de libres, las informativas de nuestro equipo en redes sociales, la clasificación y la carrera. Si multiplicas eso por 20 pilotos más los directores de equipo, creo que hablamos demasiado".

Y luego, ese “la Fórmula 1 siempre ha sido así”, tirando de hemeroteca. “A veces ves una carrera del 86 y solo hay una parada, y es algo bonito de ver. Y los dos primeros coches estaban a 45 segundos del tercero…”Entre tanta inflación de declaraciones y poco que hablar ya de su equipo, Alonso elevó el tiro de los piropos a Verstappen que ya le lanzó poco después de su extraordinaria vuelta de pole en Suzuka.

"Me gusta cuando la gente no gana con el mejor coche”, insistía el asturiano, quizás aludiendo inconscientemente a parte de su trayectoria. “Max, en 2021, tuvo que luchar contra Lewis, en 2022 el Ferrari era fuerte, en 2024 tuvo rivales fuertes y este año también los tiene. Al margen de 2023, ha tenido que luchar más que en las últimas dos eras de campeones (Red Bull con Vettel y Mercedes con Hamilton)”.

"No sé si me multarán..."

Fue la última pregunta de la rueda de prensa oficial, que Sainz aprovechó para mostrar lo escocido que está por los 10.000 dólares de multa de sanción al llegar tarde al himno en Suzuka debido a problemas estomacales de última hora. “Fui el primero en levantar la mano y dije que había llegado tarde y me disculpé, pero llegué cinco segundos tarde, y por cinco segundos, tener que pagar diez mil euros. Creo que es desproporcionado tener que pagar estas multas. No sé si me multarán por decir lo que voy a decir, pero a veces la mierda sucede…”, soltaba provocativamente.

Habitualmente correcto y medido en sus declaraciones, Sainz no se mordió la lengua. “Así son las cosas a veces, ha sido una “cag…” muy cara, diez mil por cinco segundos. Sabéis lo que supone (tanto dinero), por cinco segundos es decepcionante. Como siempre he dicho, espero que alguien me diga dónde van estos diez mil y por lo menos, poder pensar que han acabado en una buena causa.

En terreno menos escatológico, el madrileño ofreció su visión del proceso de adaptación con Williams que le está sometiendo a presión desde el exterior, sobre todo ante el rendimiento de Alex Albon. Aunque Sainz se muestra tranquilo, y con expectativas más optimistas ante un circuito en el que rodó muy cómodo en pretemporada.

"Si esperas ver lo mejor de Sainz en tres carreras en Williams con un coche nuevo, no entiendes el deporte muy bien, o no sabes cuánto le puede costar a un piloto adaptarse a un coche para poder entender dónde está esa última décima o décima y media del coche”, disparaba a bocajarro para empezar.

“Mirando atrás estas tres carreras, todavía no he hecho un fin de semana perfecto, aunque la velocidad estaba en Australia y Suzuka, pero en China no tuve mi mejor fin de semana, El piloto de Williams intentaba dar forma a qué está pasando. “A veces te subes a un coche de Fórmula 1 y eres naturalmente rápido, da igual lo que hagas te llega el tiempo por vuelta. Siento que fue el caso en Abu Dabi el año pasado y en Baréin este año. No tenía que pensar a la hora de pilotar, era rápido en cuanto subía al coche, incluso más rápido de lo que podía ser, me sorprendió lo rápido que podía ser, superó las expectativas".

Algo cambió en Australia, "el equilibrio del coche, del asfalto de Baréin a Australia, China y Japón con los reasfaltados, y el coche se sintió totalmente distinto, me quedé un poco anclado en qué podía hacer para sacar esa última décima, porque no estaba muy lejos. Aquí es donde empiezas a mirar los datos, trabajar con los ingenieros, pero tienes que hacer todo el proceso para conclusiones, y eso lleva su tiempo. Eso se consigue a través de la experiencia y las carreras, estoy tranquilo, y llegaré”

El piloto español se muestra esperanzado en Shakir, porque ya conoce el paño. “Creo que es muy útil, porque en esta pista me sentí muy cómodo, es un coche, un equilibrio, que he estado buscando en las últimas carreras. En Baréin tenía velocidad y no tenía que pensar mucho para pilotar, mientras en China y Suzuka tuve que entender el coche y poder extraer todo su rendimiento”. Sainz explicaba que, en estas pistas, tuvo que hacer "ingeniería inversa para sentir lo que sentía en Baréin”.

A pesar de sus sensaciones de pretemporada, “fui el primero que dije en Baréin que ni siquiera estaba cerca al nivel que debo estar para rendir. Era el primero en bajar las expectativas, y ya dije que el primer cuarto del año iba a ser duro, particularmente como está empujando Alex como lo hace, siempre te lleva algo de tiempo alcanzar ese nivel. Estoy haciendo mi trabajo, y seguro que llegará”.