La última pieza que explica por qué el asiento de Sainz en Ferrari era para Hamilton desde 2023

"En verano firmamos y, en aquellos momentos, veía mi futuro con Mercedes. Pero surgió una oportunidad y decidí aprovecharla". Lewis Hamilton, en la pretemporada de 2024, después de anunciarse su paso a Ferrari para 2025. Esa oportunidad tenía dos caras en realidad. Una se llamaba Fred Vasseur. Otra, Carlos Sainz y un contrato que finalizaba.

Entonces, el bombazo se describía como el cierre una operación rápida y cogida al vuelo por ambas partes. "Ambos empezamos a hablar de ello en el GP de Mónaco de 2023, el 28 de mayo, mi cumpleaños para ser preciso. Rápidamente, me di cuenta de que podía suceder". Fred Vasseur reconocía recientemente en una publicación francesa que, en realidad, llevaba medio año negociando con el británico.

"Sabía que el deseo estaba ahí, por su parte, que siempre había estado ahí, de hecho. No era posible por la nuestra para 2024, porque teníamos a nuestros dos pilotos bajo contrato. Lewis siempre había tenido a Ferrari en el fondo de su mente, y pensé que los planetas se estaban alineando. Para mí, tener a Lewis asociado a Charles era una piedra más en el edificio". Quizás la posibilidad ya habría sido sondeada por Vasseur con Hamilton desde que el actual responsable de Ferrari llegara al equipo italiano. Y Hamilton se ofreció a John Elkann, cualquiera que hubiera sido el conducto para ello.

En la Fórmula 1, el tiempo también suele unir puntos aparentemente inconexos. Hamilton y Ferrari estaban destinados a encontrarse, pero el camino requería sus etapas. Sainz sería la víctima colateral. En el otro lado, Hamilton se la hizo a Toto Wolff, para colmo, amigo personal de Fred Vasseur.

Palabras con mar de fondo

El español se descolgaba el pasado junio con unas enigmáticas declaraciones. Habitualmente discreto, resumía sin entrar detalles las lecciones aprendidas con su salida de Ferrari, y sus conversaciones posteriores con otros protagonistas del Club de la Piraña.

"La situación que he vivido este año me ha hecho aprender mucho sobre la Fórmula 1, en general. Hablar con los equipos me ha demostrado lo duro que es este deporte y lo poco que hay que creer en lo que dice la gente en las negociaciones, las conversaciones y, principalmente, en la gente en sí misma". Palabras que también podrán aplicarse al caso de Wolff con Hamilton.

Porque el austríaco también se llevó el palo de quien consideraba su amigo, como tantas veces había proclamado, y quien pretendía acabar su carrera deportiva en Mercedes. Actuando a espaldas de Wolff durante aquellos meses de 2023, el británico certificaba su desconfianza en Mercedes para lograr ese octavo título que quiere buscar ahora con Ferrari. Ouch.

Y la sorpresa

Como se ha comprobado después, la partida de ajedrez de Hamilton y Vasseur necesitaba sus tiempos. El francés se encontraba al llegar a Ferrari con un Sainz atado por un año más, 2024. Leclerc, más aún. Para hacer sitio a Hamilton, Vasseur primero debía esperar a que finalizara el contrato con Sainz.

Durante meses, la renovación con Ferrari suponía un trámite para el español, y así lo transmitía públicamente una y otra vez. Desde la cúpula de Ferrari le asentaban esa confianza durante los últimos meses de 2023. Falsamente, como se pudo comprobar. El contrato estaba consensuado en todos sus términos, a falta solo de la firma. Sospechosamente, la rúbrica empezó a demorarse. Algo estaba pasando. Obviámente, con John Elkann a los mandos y Vasseur a las órdenes.

Mientras, aquí otra de las claves de la operación, Hamilton solo se había comprometido con Wolff en 2023 a un año de contrato (2024) con opción a otro. El británico dejaba calculadamente la puerta abierta hacia Ferrari para cuando el madrileño terminara su contrato. Una maniobra de largo alcance. Y voilà.

El austríaco reconocía que fue Carlos Sainz padre quien le avisó de la jugada a sus espaldas. Si Ferrari no dio opciones al español, Hamilton tampoco a Wolff para una posible contraoferta. Pero Hamilton tenía muy claras sus ideas desde mucho tiempo atrás. ¿Cuánto? Desde que firmó el contrato en 2023 con Mercedes.

A punto de comenzar la temporada 2024, Ferrari había dejado a Sainz colgado de la brocha. Vasseur, o Ferrari, podría haber avisado de sus intenciones al madrileño, pero no lo hizo. La operación habría saltado por los aires de llegar a oídos de Wolff.

Consciente de la jugarreta de Ferrari al español (¿aquella 'cobra' de Sainz a Elkann al acabar el GP de Mónaco?), en el haber de Vasseur su impecable trato a Sainz durante la temporada 2024 hasta la última carrera, incluyendo ese homenaje al padre y al hijo en Fiorano, al terminar la temporada.

En tromba desde el primer minuto

El madrileño quedaba así con el pie cambiado y el campeonato en ciernes. Como reconocía, así es la Fórmula 1 y con esas reglas has de jugar. Son solo negocios. Otro tema es experimentarlas en tus propias carnes.

Despechado, Wolff sustituía a un siete veces campeón por un adolescente sin experiencia, Kimi Antonelli. El 'Verstappen' que perdió en su día frente a Helmut Marko. Sainz también se referiría, sin decirlo, a Mercedes. "... lo poco que hay que creer en lo que dice la gente en las negociaciones, las conversaciones y, principalmente, en la gente en sí misma". En Red Bull, Max Verstappen rechazó de plano la llegada de Sainz.

Aunque hubo alguien lanzando en tromba a por el madrileño tan pronto recibió la mínima insinuación de que podía quedar libre, incluso antes de que conocerse el fichaje de Hamilton por Ferrari. "Sería una completa transformación para Williams tener a Carlos a mi lado. Me voy a la cama y no pienso en otra cosa". Así se expresa James Vowles en la próxima edición de Drive to Survive.

Vowles cortejó sin desmayo al madrileño y puso en la mesa palabras y hechos, también salarialmente hablando. Hoy, Carlos Sainz está en Williams. El destino se escribe con los capítulos más inesperados. La historia no ha hecho más que empezar.