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Llega Newey y su famosa mesa de dibujo: por qué Aston Martin le necesita tanto de inmediato
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EMPIEZA A TRABAJAR EN SU NUEVO DESPACHO

Llega Newey y su famosa mesa de dibujo: por qué Aston Martin le necesita tanto de inmediato

Aunque se centrará en el nuevo reglamento de 2026, la situación de Aston Martin requerirá el diagnostico y ayuda de Adrian Newey. Tema distinto es que tenga margen de maniobra esta temporada

Foto: El nuevo despacho de Newey, con su mítico tablero de dibujo. (Aston Martin)
El nuevo despacho de Newey, con su mítico tablero de dibujo. (Aston Martin)

El domingo por la tarde, Aston Martin daba la bienvenida a Adrian Newey en las redes sociales en el que aparecía su despacho, de preciosas vistas. A la derecha del mismo, su famoso tablero de dibujo: “Nos vemos mañana”.

1997, 2006 y 2025. Las tres fechas en las que Newey ha cambiado de trabajo en las últimas décadas. Con Williams antes de McLaren y luego Red Bull. En todas logrado títulos, ¿qué se encontrará y podrá conseguir ese nuevo despacho, con el mítico tablero que le ha acompañado durante toda su trayectoria?

Para empezar, un equipo sin brújula técnica en estos dos últimos años. La reciente pretemporada no ha arrojado mejores señales con el AMR25 y el próximo campeonato tampoco presenta buenas maneras para el equipo de Fernando Alonso.

"Mi foco estará obviamente en 2026, pero sin duda Lawrence quiere que esté algo involucrado en coche de 2025", ha admitido el propio Newey. El cirujano meterá el bisturí en el nuevo monoplaza, pero que la intervención tenga éxito o influencia será otra historia.

Con el tablero a todas partes

“Tuve que llegar a un acuerdo con Martin Whitmarsh (responsable de McLaren cuando Newey fue fichado por Red Bull) y realizar un pago a una organización benéfica para que McLaren nos dejara su adorada mesa (de dibujo), que le había seguido desde Williams”. Mesa que ahora figura en su nuevo despacho de Aston Martin, herramienta para quien sigue diseñando a mano, también amuleto de un mago de la aerodinámica, aunque con visión holística de un monoplaza.

“Adrian nos obligó a cambiar de cultura, porque su forma de trabajar es completamente diferente. No estábamos preparados para la cantidad de detalles en los que se involucra” reconocía Horner sobre la llegada de Newey. De mentalidad competitivamente feroz, Newey abandonó Williams y McLaren porque no recibía la capacidad de decisión en la gestión de un equipo que deseaba. La logró en Red Bull y, lógicamente, hasta Lawrence Stroll le ofrecía participaciones accionariales en la empresa.

“Quiero estar en el centro de todo”, proclamaba Newey en su fichaje por Aston Martin. La situación actual del equipo, los deseos de Stroll, y su personalidad no le harán mirar hacia otro lado con los problemas actuales del equipo británico. Que Newey intervendrá en el AMR25 no deja lugar a dudas. Cómo y cuanto, está por ver.

Newey siempre mete la cuchara

Cuando Newey tomaba posesión de su puesto en McLaren llegó, en sus propias palabras, “con un montón de dibujos bajo el brazo, todos fechados el 1 de agosto de 1997, por razones legales”. ¿Habrá tenido Newey acceso a información sobre el AMR25 antes de su incorporación este pasado 3 de marzo? Cabe pensar que se habrá cumplido escrupulosamente su colchón laboral entre Red Bull y Aston Martin. Pero el tiempo es oro para el equipo británico.

En McLaren, Newey reconocía que “trabajaba siete días a la semana” en el monoplaza de 1998. Con cierto paralelismo a la situación actual, “Ron insistió en que el 16 de agosto fuera a la carrera de Hungría. Quería trabajar en el coche de 1998, pero esperaba poder tener alguna influencia en el de 1997, ofrecer algunos consejos sobre la puesta a punto y demás. Supuse que podría ver en acción al equipo y a los pilotos, DC y Mika Hakkinen, y además Ron puede ser tremendamente persuasivo cuando quiere, así que acepté”.

Newey reconocía que sugirió algunas modificaciones en el MP/12 diseñado por Steve Nichols, Neil Oatley y Henri Durand. Al llegar a Williams en 1990 rediseñó el difusor del coche de aquel año mientras diseñaba el de 1991. Extrañaría, por tanto, su ausencia en Melbourne para conocer de primera mano el rendimiento del AMR25 y la opinión de sus pilotos, un área que el británico cuida especialmente. Es de suponer que, además del proceso de aclimatación, dedicará sus primeros tiempos al coche de 2025.

Ahora se ha conocido que Enrico Cardile aún no ha recibido el permiso de Ferrari para trabajar con Aston Martin hasta el verano. El anterior director técnico, Dan Fallows, dejó su puesto en noviembre. Sin duda, la visión y análisis de Newey será recibida con los oídos como orejas de elefante por su equipo técnico. Hasta qué punto Newey pueda influir en el AMR25 es, sin embargo, una incógnita. Para empezar, antes tiene que conocer e integrarse en su estructura.

"Sinceramente, no lo creo"

“Me gustaría decir que sí, pero sinceramente no lo creo", contestaba Alonso a la pregunta por la influencia de Newey para esta temporada "En marzo de 2025, creo que la mayoría de los equipos se centrarán en los proyectos de 2026 y en el cambio de normativa. Empiezas en marzo, hasta que conozcas a todo el mundo y te pongas en marcha en la fábrica en abril o mayo”.

"Y no creo que merezca la pena gastar demasiado en la campaña de 2025, a no ser que estés luchando por el campeonato... Espero que tengamos una sorpresa agradable, pero lo dudo. Así que creo que el proyecto de 2026 debería ser el primer coche en el que tenga influencia".

Precisamente, Aston Martin se encuentra hoy en la situación opuesta, de aquí la mayor necesidad de Newey. "Es difícil pensar que las cosas vayan a cambiar tanto en comparación con Abu Dabi, Así que creo que las primeras cuatro carreras serán similares a aquella (la última de 2024)", avisaba Alonso al cerrar la pretemporada.

Porque, a pesar de su pedigrí, éxito y genialidad, un solo ingeniero no es un taumaturgo. En los últimos tiempos, el ingeniero británico era una suerte de consultor del equipo técnico dirigido por Pierre Wache en Red Bull. Y aunque cabe esperar una mayor involucración en Aston Martin, como ya ha avisado, existen ciertos límites para el alcance y viabilidad de sus aportaciones.

Escaso margen de maniobra

En términos generales, se requieren de dos a cuatro meses para el diseño, validación y fabricación de elementos del monoplaza, ya que no es igual un alerón que el fondo del monoplaza. Así que aceptando que Newey no ‘traiga ideas’ de antemano, cualquier aportación del ingeniero británico no aparecería hasta mayo/junio en el mejor de los supuestos.

Alonso recordaba estos días que el AMR24 es igual a su predecesor, salvo algunos nuevos elementos aerodinámicos. Caja de cambios, suspensiones, unidad de potencia... El armazón del monoplaza actual, dependiente de los conceptos de Mercedes es intocable. De modo que Newey podría influir relativamente en puntuales sugerencias de elementos aerodinámicos y de puesta a punto. Más si cabe si el grueso de su atención se centra en el proyecto de 2026, la mayor revolución en la historia de la Fórmula 1 en opinión del propio Newey, ya que cambia radicalmente y al unísono aerodinámica, chasis y motores.

Al terminar la pretemporada 2023, Aston Martin salió de Shakir con simulaciones de carrera que le colocaban por detrás de Red Bull y prácticamente emparejado con Ferrari. Así se confirmaba en las primeras carreras de aquella temporada. Ya conocemos el panorama de 2025, donde ni siquiera se llevó a cabo una sola. Que Aston Martin necesita a Adrian Newey cuanto antes no hay quien lo discuta. Que pueda influir en 2025, será otra historia.

El domingo por la tarde, Aston Martin daba la bienvenida a Adrian Newey en las redes sociales en el que aparecía su despacho, de preciosas vistas. A la derecha del mismo, su famoso tablero de dibujo: “Nos vemos mañana”.

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