Guía para 'dummies' de la pretemporada de Fórmula 1 2025: así se salta al ruedo en Sakhir

Hoy arranca en Baréin la pretemporada 2025 hasta el próximo viernes. El momento tan esperado por los aficionados para recibir la primera dosis de Fórmula 1 real del año. Aunque no resulte fácil saber quién es quién, será el objetivo más ansiado, pero también el más elusivo. Días cruciales para los equipos, de por fin tiempo real sobre el asfalto, tan precioso en estos tiempos de entrenamientos limitados, más si cabe con los desconcertantes monoplazas de efecto suelo que tantos quebraderos de cabeza provocan a sus creadores.

Aunque la generación 2025 continúa bajo el mismo reglamento, serán momentos de gran expectación para los equipos en la esperanza de que el trabajo en el mundo virtual encuentre su correlación sobre el asfalto. Para los pilotos, sus primeras sensaciones y vueltas les acercarán o no al sueño de encontrar una máquina rápida y equilibrada.

Para todos, se persigue conocer la posición respecto a los rivales. Poco importa la progresión lograda durante el invierno, que siempre será relativa a la de los rivales. ¿En qué consiste una pretemporada?, ¿qué programas y objetivos persigue durante tres días de un compacto programa?, ¿qué buscan los pilotos en su monoplaza?

Y lo más importante para los aficionados. ¿Es representativa la tabla de tiempos de estos tres días? Espóiler: poco o casi nada. Aunque, con cierta aproximación, los equipos intuirán sabrán dónde frente a sus rivales. Al menos, en Sakhir.

Un circuito especial y ¿representativo?

El circuito es el escenario de pretemporada habitual... tras perder Montmeló ese privilegio durante tantos años. Razones comerciales y la garantía de entrenos ahora retransmitidos en vivo que dan más valor comercial a estos días. Por supuesto, también por unas condiciones ambientales que garantizan horas de luz, temperaturas benignas y, supuestamente, ausencia de lluvia. Aunque si se cumplen los pronósticos, a más de uno le entrará la risa tonta este año.

Aviso para navegantes ansiosos de pergeñar ya el rumbo competitivo del campeonato. Sakhir es una pista representativa a medias. Trazado de numerosas curvas lentas de stop and go, asfalto muy abrasivo y condiciones ventosas, se diferencia notablemente de la mayoría de los trazados del campeonato.

Hasta este año, el Gran Premio de Baréin se celebraba el fin de semana siguiente al de la pretemporada, con lo que los equipos exprimían la puesta a punto para esta pista. La primera cita en Melbourne puede ofrecer una fotografía muy diferente a la de estos días.

Cuidadín con los accidentes

Apuntado lo anterior. ¿Cuál es el objetivo clave para los equipos durante estos tres días? A grandes rasgos, se trata de conocer el rendimiento, la velocidad y la fiabilidad de la nueva montura en una primera prueba real sobre el asfalto. Es la única oportunidad antes del primer gran premio para confirmar -o no- que el coche correlaciona con el túnel de viento, el simulador y otras partes de la fábrica.

A grandes rasgos, el objetivo global será introducir numerosas modificaciones en la nueva máquina para conocer su respuesta a los mismos, buscando sus límites de rendimiento. Se persigue entender el equilibrio del coche, el rendimiento del neumático a lo largo de los diferentes relevos y cargas de combustible, la fiabilidad, llevar a cabo simulaciones de carrera con los diferentes compuestos de neumáticos…

Se trata de un programa que puede superar el centenar de ítems durante los tres días. Para desarrollarlo, cada equipo solo puede poner en pista un monoplaza durante las dos sesiones de cuatro horas cada una, matutina y vespertina. Un piloto puede rodar durante todo el día, o los dos de cada equipo en cada una de las dos sesiones. Cuidadín, por tanto, con estampar el coche. El tiempo es oro y la pretemporada, solo una.

Imposible comparar

Primero de todo, la correlación con el desarrollo virtual en la primera mañana. Los monoplazas aparecerán con el flow viz y los aero rakes. Primero, una característica pintura verde que sirve para comprobar los flujos de viento sobre la carrocería y que, al secarse al poco tiempo, deja marcados esos flujos sobre su superficie viscosa.

También entran en funcionamiento los aero rakes, las parrillas con sensores que sirven para conocer esos flujos, aunque ahora alrededor del coche. Situados en el eje delantero y tras las ruedas o en la zaga, su misión para recoger mapas de presión de los flujos para compararlos con el túnel de viento. Completados los mapas aerodinámicos, se pasa a comprender la base fundamental del monoplaza.

Cada equipo empieza su programa de trabajo. Diferentes reglajes, cargas de combustible en distintos momentos del día, en un trazado gran evolución de temperatura, según avanza la jornada, en asfalto de diferente degradación según la hora y sin olvidar el viento... Se trata de condiciones difícilmente homogéneas como para poder llevar a cabo comparaciones. Aunque la última jornada dará algunas pistas.

Entra en juego la gran duda. ¿Habrá algún equipo haciendo sandbagging? Es decir, ocultar las prestaciones. Básicamente, se trata de los diferentes niveles de combustible que un equipo pueda utilizar. Cuando existe confianza en el rendimiento del monoplaza, se puede cargar mayor peso y el monoplaza parecerá más lento que en la realidad, caso de Red Bull el pasado año. Este año quizás se den menos motivos para el sandbagging ante la necesidad de valorar con la mayor premura los nuevos monoplazas ante un previsible cierre anticipado del reglamento.

El sueño del piloto

Los pilotos suelen vivir con cierta ansiedad y expectación los días previos, a la espera de esas primeras sensaciones con sus nuevas armas para la temporada. Aunque antes, deberá seguir el programa que el equipo le marque en cada momento y, sobre todo, rodar en cada vuelta con consistencia para proporcionar la información más fiable. Tras cada tanda, el piloto pasará la información sobre el equilibrio, grip, comportamiento en las diferentes fases de la curva y cualquier tipo de datos relevantes.

Desde su personal interés, el piloto querrá sentir en sus manos un coche naturalmente predecible en su comportamiento, al margen de la puesta a punto posterior. Con la continuidad del presente reglamento, se podrá anticipar más rápidamente las diferencias entre el nuevo monoplaza y su predecesor. Se trata solo de primeras sensaciones, que de ser positivas, le auguran una temporada competitiva. Y, por supuesto, también pretenderá que el coche se ajuste luego al personal estilo de pilotaje.

Y la gran pregunta para los aficionados. ¿Son ilustrativas las hojas de tiempos de cada jornada? Las dos primeras, prácticamente cero para los aficionados. Aunque los equipos marcan en corto a sus rivales, ya que este es otro de los principales objetivos de la pretemporada: una primera impresión del lugar de cada uno en la parrilla.

Durante los tres días, los equipos controlan las diferentes tandas de sus rivales y el número de vueltas para calcular el combustible mínimo utilizado, extrapolando el ritmo con un arco mínimo y máximo y completando la fotografía a medida que se acumulan datos durante los tres días. La última jornada sí ofrecerá una imagen más precisa con las simulaciones de carrera y a una vuelta, más la información recogida los días anteriores y el seguimiento por GPS de cada monoplaza en curva en función.

Aunque no siempre se cumplen los pronósticos provisionales, este año la parrilla se antoja extremadamente apretada. Décima arriba, décima abajo, varios puestos y pronósticos pueden cambiar para la primera carrera en Melbourne. Llega el primer asalto de 2025.