Es noticia
El Gran Premio Pistón o cómo vivir las carreras junto a los pros (sin dejarte un riñón)
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
la gran cita amateurs con pros

El Gran Premio Pistón o cómo vivir las carreras junto a los pros (sin dejarte un riñón)

Los costes cada vez más disparados del automovilismo y su desapego con el aficionado de a pie impulsan una nueva forma de vivir la competición para pilotos y seguidores

Foto: Parrilla de salida del GP Pistón, celebrado el pasado fin de semana en el circuito Angel Burgueño. (EC)
Parrilla de salida del GP Pistón, celebrado el pasado fin de semana en el circuito Angel Burgueño. (EC)

Allá por el año 1989, quien les escribe estas líneas fue el último en inscribirse a la Copa Citroën AX. Dorsal 103. Imaginen las peleas por ser uno de los 35 pilotos que corrían la gran final. La Copa Renault no tenía un volumen de inscritos tan descomunal, pero entre la Copa Senior y la Iniciación sobrepasaban fácilmente la cincuentena de pilotos. Las Formulas Fiat y Ford, también con nutridas parrillas, completaban el póquer de los campeonatos promocionales.

Hoy día no queda ni rastro de todo aquello. ¿Acaso han desaparecido las ganas de competir? En absoluto. Y el reciente GP Pistón de karting con 125 inscritos lo demuestra. Vayamos ahora al terreno de los medios de comunicación especializados. Salvo el Autohebdo Sport, (ahora en edición mensual en lugar de semanal como antaño), no queda tampoco rastro de las míticas revistas de automovilismo de antaño. No se ha acabado el interés por las carreras. De ninguna manera.

Donde antes había papel impreso, hoy hay redes sociales y podcasts. Donde leíamos las crónicas de Raymond Blancafort, de Javier del Arco o Paco Costas, hoy existe su réplica en los @elreyguiri, @nanosecso o @jorbas_f1. ¿Es mejor? ¿Es peor? Solamente diferente.

Foto: Fernando Alonso sigue cargando su pila física y psicológica para 2026 (James Gasperotti/ZUMA Press)

La famosa Copa Pistón

Toda esta forma nueva de vivir las carreras, tanto como comunicadores o como pilotos, es el alma que late detrás del GP Pistón, la gran fiesta anual donde se reúnen lo más granado de los pilotos de karting amateur con los influencers digitales más relevantes del automovilismo. Cuidado con subestimar tanto a los primeros como a los segundos.

Esos amateurs forjados en los karts de alquiler son capaces de derrotar a pilotos profesionales de mucho pedigrí sobre ese tipo de vehículo. Y lo mismo pasa con muchos de los tuiteros o instagramers carreristas. Su masivo seguimiento ya lo hubieran querido para ellos las revistas de antaño. Al igual que ocurrió el año pasado, por cortesía de la organización, El Confidencial tuvo un equipo en la competición.

Un servidor ejerció labores de jefe de equipo y mi compañero de sección, Javier Rubio, actuó como piloto. En total teníamos ocho pilotos, encabezados como el resto de las 13 formaciones con dos cabezas de serie. En nuestro caso tuvimos la fortuna de contar nada menos que con Albert Costa, todo un ganador de las 24 Horas de Le Mans y con el motero Alonso López, que tanto ha brillado en 2024 en Moto 2. Un equipazo muy compensado y con todas las opciones para lograr la victoria. Pero cuidado, la competencia era de aúpa.

Equipos compensados

Óscar Ruiz y Álex Cabello, los organizadores del evento, han creado un sistema de elección de pilotos para los equipos, tipo draft como el de la NBA. De este modo no había grandes diferencias entre todas las formaciones y, antes de empezar, ya se intuía que se llevaría el gato al agua no el equipo que más carreras ganara, sino el que en conjunto menos fallara. En total ocho carreras, divididas en cuatro grupos en función del nivel. Algo parecido a lo que se hace en las 24 Horas de Le Mans con los pilotos PRO, Silver o Bronze.

La cosa empezó regular para nuestro equipo, porque en los entrenamientos un golpe fortuito casi dejó a nuestro Javier Rubio fuera de juego. Por suerte, salvo un molesto dolor de cuello, la cosa no pasó de ahí. Pero aquello era una señal, por si todavía hiciera falta recordarlo, que por muy amateur y benéfico que fuera el evento las luchas eran a cuchillo.

Tanto ardor ponían algunos en la pista que los comisarios no daban abasto poniendo penalizaciones. De poco sirvieron los recordatorios de fair-play en el briefing por parte de Álex Cabello. Una vez bajada la visera, el síndrome Verstappen se apoderaba de la parrilla entera.

placeholder Es lo que tiene correr sin el Hans, por aquello de los porrazos. (Daniel Atar Román)
Es lo que tiene correr sin el Hans, por aquello de los porrazos. (Daniel Atar Román)

El problema de las penalizaciones es que, en ocasiones, las montoneras eran tan grandes que de cinco o seis pilotos que debían de haberse llevado penalización, los comisarios apenas acertaban a sancionar a uno o como mucho dos. Ese fue el problema que sacó al equipo de El Confidencial del podio. Una penalización de 20 segundos a Alonso López, consecuencia de una melé en la primera vuelta de su manga, le mandó al fondo de la clasificación.

Lo que había sido una gran carrera del motociclista supuso un cero final en la puntuación. Ese pequeño detalle nos mandó de un casi seguro segundo puesto al séptimo ex aequo con el sexto. Aunque como bien acertaba a destacar Tomás Saldaña, uno de los muchos ilustres pilotos profesionales presentes, lo importante era vivir la gran fiesta y contribuir a una buena causa, como era donar el 100% de los beneficios del evento a la Fundación Juegaterapia, que ayuda a los niños que han sufrido un cáncer.

placeholder Todos los participantes del GP Pistón. (Daniel Atar Romanos)
Todos los participantes del GP Pistón. (Daniel Atar Romanos)

Definitivamente, el GP Pistón es una gran fiesta, la más notoria de las muchas carreras sociales de karting que se celebran en la geografía española. Hablamos de un automovilismo bastante alejado del llamémoslo oficial o tradicional, pero desde luego no menos auténtico y nutrido.

Un formato en auge

Si quiere que el negocio prospere, cualquier pista de karting española debe de contar con una buena flota de karts de alquiler y un nutrido calendario de carreras sociales. Cada vez es mayor el grupo de aficionados que viaja por toda España para participar en este tipo de competiciones. Pero atención, porque ya no les vale cualquier cosa.

Aquellos circuitos con karts de irregular mantenimiento y con medidas de seguridad dudosas son descartados. El hecho de hablar de competiciones amateur no implica que el nivel de excelencia deba rebajarse. Estas competiciones sociales de karting reciben el nombre de 4 Tiempos, haciendo honor al nombre del tipo de propulsor que lleva. Son karts más pesados y de comportamiento menos rabioso que los de motorizaciones de 2 tiempos, típicos de la competición profesional. Pero no por ello hay que subestimar sus prestaciones.

Foto: dino chiesa (Kart Republic/CRG/Verstappen.nl)

En estas competiciones se va también muy rápido y se requiere una enorme habilidad para sacar exprimir este tipo de karts. De hecho, los pilotos profesionales con horas de vuelo en todo tipo de máquinas se las ven y se las desean para seguir a pilotos como Jon del Valle, quien marcó la vuelta más rápida de toda la jornada. Son carreras que podrían tener un paralelismo en el campo de la música con el fenómeno indie.

La estandarización de la industria ha provocado que muchos apasionados del pop-rock busquen en los círculos independientes esa alma musical que creen que se ha perdido en la actualidad. Las carreras sociales de karting recogen este mismo sentimiento, pero pasado al mundo de los coches. Háganme caso, si quieren disfrutar de automovilismo en estado puro, como espectadores o como pilotos, no se pierdan el año que viene el GP Pistón. El Confidencial volverá a tener un equipo…

Allá por el año 1989, quien les escribe estas líneas fue el último en inscribirse a la Copa Citroën AX. Dorsal 103. Imaginen las peleas por ser uno de los 35 pilotos que corrían la gran final. La Copa Renault no tenía un volumen de inscritos tan descomunal, pero entre la Copa Senior y la Iniciación sobrepasaban fácilmente la cincuentena de pilotos. Las Formulas Fiat y Ford, también con nutridas parrillas, completaban el póquer de los campeonatos promocionales.

Fórmula 1
El redactor recomienda