Del "no puedo hacerlo mejor" de Fernando Alonso al "fin de semana de m..." de Carlos Sainz

• Carrera F1 hoy, GP de los Países Bajos en directo | Resultado de Alonso y Sainz en Zandvoort

La Fórmula 1 actual exhibe una brutal e inmisericorde competencia, donde la meritocracia campa por sus fueros. Los clasificatorios del GP de Países Bajos escenificó de nuevo tal campo de batalla. Hasta el ganador de Spa, Lewis Hamilton, quedó apeado de la Q3, mientras que Max Verstappen no pudo batir a Lando Norris por la pole a pesar de sus virguerías al volante en su intento final.

"Hemos trabajado en mejorar el coche y vemos que los demás equipos no paran. Estamos en un grupo en el que, si perdemos dos décimas, estamos el 17º o el 18º", certificaba Fernando Alonso para ilustrar la ley del más fuerte. El asturiano maximizó las opciones de Aston Martin en Zandvoort frente a nuevos rivales que antes no se acercaban al equipo británico. Si rematara la faena, una importante cuota del domingo estaba sembrada con su única vuelta en la Q3.

Tanto valía para Carlos Sainz, pero desde el reverso de la moneda. El madrileño saldrá undécimo tras todas las hipotecas desde el viernes. "Yo creo que no me habéis visto mucho, porque no he estado casi en la pista hasta la qualy", ironizaba al finalizar la sesión. Su Gran Premio también se presenta hipotecado, salvo que los astros se revuelvan a su favor. De. momento, ganaba un puesto con la descalificación de su futuro compañero, Alex Albon.

"La mejor vuelta de todas"

"No estamos ya en esa zona de confort en la que unos equipos están unas décimas por delante y la mitad de tabla están unas décimas por detrás. Estamos de lleno en el midfield, así que no podemos despistarnos". Y no lo hizo Alonso para el escenario de Aston Martin en las últimas carreras. De aquí, el mérito y la satisfacción del asturiano. Si cuatro equipos (ocho coches) están alejados por delante y el equipo verde tiene nuevos rivales según la pista (aquí Williams y Alpine), la séptima posición de Alonso es un regalo para el domingo.

"Sufrí durante toda la crono, no estaba del todo cómodo con el coche, la curva 9 y 10 parecían una lotería cuando pasabas por ahí. Según las ráfagas del viento que tuvieses, se sentía el coche de una forma u otra". La cámara de a bordo mostraba cómo Alonso tanteaba su monoplaza en determinados puntos del trazado neerlandés. El AMR24 es enrevesado y el viento venía a complicar a un coche no precisamente predecible.

Alonso solo tenía una bala con blandos nuevos para el intento final. Lo clavó. "En la Q3, tuve la mejor vuelta de todas, con un menor viento o lo que fuese. Dije: 'Contento, estoy décimo o noveno'. Cuando cruzas la meta, no sabes dónde vas a acabar, pero muy contento con la vuelta".

"Entendemos más el coche"

El AMR24 está muy lejos de su predecesor en 2023, cuando el asturiano terminó segundo en este Gran Premio. Sin embargo, ha rendido mejor en este singular trazado gracias no tanto a evoluciones (ninguna en esta pista) como a una mejor comprensión de los paquetes anteriores. "Entendemos más el coche, es lo que intentamos en los libres, hacer cambios que pensamos durante carreras que hemos echado de menos, como nos pasó en Hungría o en Spa".

De aquí, la satisfacción por la posición de parrilla ante los nuevos rivales que en 2023 y comienzos de la presente temporada no rondaban en torno al AMR24. "Pero este fin de semana está siendo complicado también con la actualización de Williams, que parece que son más rápidos que nosotros; con los Haas, que a veces tienen unos fines de semanas estupendos; y con Alpine, que ya vimos en Spa que Ocon iba muy rápido y aquí Gasly acabó en la Q3... Eso nos hace recordar que no podemos dormirnos, porque podemos perder muchas posiciones", explicaba.

Una posición de salida aventajada, por tanto, en una pista donde hay que jugarse los bigotes para adelantar. ¿Las claves para la carrera? "Tener los neumáticos y la temperatura bajo control, y hacer una buena salida, porque creo que siempre ha habido acción en las curvas uno y tres", adelantaba Alonso. "Salimos en una buena posición, intentando no perder ninguna. Tenemos un Ferrari detrás y un Mercedes, creo que es un poco irreal pensar que vamos a terminar delante de ellos. Hay que mirar más a Williams, a Gasly e intentar asegurar los puntos".

"No hay milagros"

"Vaya fin de semana de mierda". Sainz se desahogaba por la radio tras quedar apeado de la Q3 cuando su compañero pasó por la meta en los compases finales de la Q2. En ese campo de batalla que es la actual Fórmula 1, Sainz pagó el precio de las debilidades de su equipo y su monoplaza, acompañado el paquete por unas condiciones ambientales que siempre jugaron en contra.

"La verdad es que no hay milagros, te pierdes la segunda sesión de libres donde solo pude dar un par de vueltas (por la avería de la caja de cambios) y luego llego a la qualy sin haber tocado el neumático blando ni prácticamente los neumáticos de seco", en referencia a la mojada y accidentada tercera sesión de libres, donde tampoco pudo recuperar terreno. "No es lo ideal, es lo que hay. Habrá que aprender que, si queremos luchar por el campeonato, no podemos fallar en detalles como los de este viernes, porque te acaban costando el fin de semana".

"Intenté dar todo para pasar a la Q3. Seguro que el tráfico no ayudó", explicaba el madrileño, con varios latigazos de su SF24 producto de no tener por la mano el compuesto blando y que le dejaban a media décima de la última ronda. "Y el coche, este fin de semana, tampoco es que sea muy fácil de llevar ni muy rápido. Así que, en cuanto estos detalles fallan, estás fuera".

"Será una carrera de ataque"

Porque a las contrariedades para Sainz, se sumaba el débil rendimiento para Ferrari. La cara de Charles Leclerc este fin de semana era un poema. "Estoy intentándolo todo. Estoy luchando mucho con el coche en esas dos curvas...", se quejaba también Leclerc al terminar, con la misma canción de todo el fin de semana.

"Desgraciadamente, cada vez que vengo aquí (al corralito televisivo) repito lo mismo: estamos trabajando, pero los resultados son decepcionantes", explicaba el monegasco. "La diferencia con la pole era de nueve décimas y eso es mucho en un circuito corto. En Monza daremos un paso, pero veremos cómo de grande". Miedo empieza a dar el próximo Gran Premio.

Un relativamente decente ritmo del SF24 en tandas largas deja un mínimo atisbo de esperanza para Sainz. "Será una carrera de ataque, intentando remontar, porque sin duda seremos más rápidos que los coches que me rodean", aventuraba el madrileño. "Pero no es fácil adelantar en esta pista, por lo que habrá que intentar minimizar los daños respecto a este sábado. Desafortunadamente, aquí no somos muy fuertes y también pagué por ello".