Max Verstappen gana en Montmeló 'con la mano en la ventanilla' en la pesadilla de los españoles

Max Verstappen consiguió su quinta victoria de la temporada tras llevarse con una superioridad insultante la victoria en el Gran Premio de España. El piloto neerlandés volvió a demostrar que no tiene rival en pista y que, en estos momentos, nadie es capaz de hacerle sombra. Un nuevo triunfo que le permite aumentar la ventaja en el Mundial y, de paso, acercarse un poco más al tercer campeonato del mundo de F1 de su vida.

Carlos Sainz, que partía segundo, estuvo cerca de pasar a Verstappen en la primera curva... y, a partir de ahí, le tocó sufrir. No solo perdió de vista al neerlandés, sino que según llegaron los dos Mercedes y Sergio Pérez, nada pudo hacer para subir al podio, acabando quinto. En el caso de Fernando Alonso, mejoró un par de posiciones en la salida, y poco más en carrera, terminando séptimo tras su compañero, Lance Stroll.

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Los dos españoles realizaron una gran salida, con Sainz muy cerca de adelantar a Verstappen y ponerse primero, mientras que Alonso, que salía noveno, ganaba dos posiciones a las primeras de cambio. Fue una salida bastante limpia, salvo por el toque de Norris con Hamilton, que obligó al de McLaren a entrar a boxes, algo que benefició al asturiano, que adelantó una nueva plaza para colocarse sexto antes de que finalizara el primer giro de carrera.

Sin embargo, los dos españoles vivieron una carrera complicada. Alonso fue el que peor lo pasó, pues su Aston Martin no funcionó como nos tiene acostumbrados y pronto empezó a perder posiciones en pista. Incapaz de darle potencia a su coche y de que los neumáticos le funcionaran correctamente, pronto se olvidó de pelear por el podio, viéndose obligado a luchar por los escalones más bajos de los puntos como mal menor en una mala carrera para él.

En el caso de Sainz, fue de más a menos, complicándose en pista cuando los dos Mercedes le alcanzaron. Tanto Lewis Hamilton como George Russell mostraron un increíble ritmo en Montmeló, demostrando que la escudería alemana está de vuelta. Los dos pilotos británicos mostraron un impresionante ritmo, que fue creciendo con el paso de las vueltas, mostrando una solidez que hacía mucho que no se veía en el equipo que dirige Toto Wolff.

Una vez más, Verstappen volvió a vivir una carrera muy tranquila, donde solo la presión de Sainz en la primera curva le hizo temer por su posición. El neerlandés volvió a demostrar que juega en otra liga y que Red Bull está varios escalones por delante del resto de escuderías, que siguen siendo incapaces de encontrar la manera de frenar su superioridad. Solo los errores en clasificación le impidieron a Pérez hacer doblete en las dos primeras posiciones del podio.

Tan grande fue la superioridad de Verstappen que, tras poner neumáticos duros y quejarse de su falta de adherencia, no dudó en hacer una parada extra para volver a colocar blandos. Destacable fue la fiabilidad que mostraron todos los monoplazas, así como la buena conducción de los veinte pilotos, en una carrera que acabaron todos los coches sin ningún incidente reseñable de carrera. Los españoles vivieron una pesadilla... y, lo peor, es que fue en el Gran Premio de casa.