Hasta saludar con Los Zanahorios: la euforia con Fernando Alonso en el GP de España

Fernando Alonso está de moda en la Fórmula 1. Deportivamente, ha sido el único rival constante para Red Bull. Desde el punto de vista personal, su actitud relajada y distendida también se ha convertido en un gran atractivo mediático. Si entonces llega el Gran Premio de España y se junta todo… Sólo había que mirar a la línea de boxes el jueves por la tarde, abierta al público. O fuera del circuito. Alonso se mostró tranquilo, pero también con un tono de concentración constante. Salvo cuando saludó por la tarde a los aficionados que lo jalearon. Y lo hizo con los pelirrojos mecánicos del equipo británico denominados Zanahorios por la afición española. Aquello fue una locura.

El propio Alonso y los aficionados son conscientes de que se trata de una situación única desde que logró su última victoria en 2013, precisamente en este circuito. El segundo puesto de Mónaco ha elevado más si cabe las expectativas de esa victoria 33 que, en estos tiempos, no solo es carne de meme, sino una realidad factible. En Montmeló, la atracción y energía que gira en torno al español es más que palpable en el ambiente, más si cabe con esa esperanza de victoria.

Alonso habló de numerosos temas en sus reuniones con la prensa: expectativas ante la afición española, la posibilidad de un triunfo en 2023, y tampoco rehuyó la polémica decisión estratégica del pasado Gran Premio de Mónaco. Como postre, explicó de forma fascinante los riesgos que corrió en la última vuelta de los entrenamientos clasificatorios y su intenso duelo con Max Verstappen.

"Al final te sobrepasa todo"

¿Cómo en los años 2005 y 2006?, le preguntaron sobre el ambiente que rodea su llegada al Gran Premio de España. "Creo que hay más expectativas este año. Hay una gran energía en Barcelona para mí, y siempre he tenido este apoyo fueran buenos o malos los resultados. Me gusta esta motivación para dar algo extra", explicó Alonso. “Este circuito siempre ha sido muy generoso para mí en términos de resultados, siempre he rendido bien aquí, así que esperamos que sea un buen fin de semana”.

Cientos de aficionados siguen los pasos de Alonso dentro y fuera del circuito durante estos días. "Es magnífico, estamos en un mundo diferente en relación al pasado. Este entorno digital ha traído nuevas generaciones a las carreras, más jóvenes, con otra forma de disfrutar y seguir el deporte. Lo acojo e intento darles todo lo que puedo, no ponerme muy serio con las cosas, disfrutar, porque es lo que esperan de nosotros. Es bueno ver este entusiasmo en España ahora. Ojalá disfruten de este fin de semana si es la primera vez que vienen".

¿Cómo vive entonces esa presión, que se respira por todas partes, sobre esa posible victoria 33? "Creo que es algo que no puedes frenar, sería imposible. Es como poner una barrera en el mar. Al final te sobrepasa todo", comentó Alonso al respecto. "En el mundo en el que vivimos ahora hay una tendencia, los aficionados cogen un camino, así que es mejor abrazarlo que intentar poner una puerta. Se habla mucho de la 33, pero yo estoy tranquilo. Sé que tenemos un coche que nos va dar posibilidades este año".

Las oportunidades van a llegar

También confirmó con la esperanza de una victoria este año, con argumentos lógicos. "Red Bull domina con mano de hierro, pero vimos estos años atrás, con coches muy dominantes, que Gasly ganó una carrera, Ocon también en Hungría, Russell en Brasil... Así que las oportunidades van a llegar, y llegarán más adelante. Por eso estoy tranquilo".

La llegada a Montmeló, después de tres circuitos urbanos, puede abrir otra etapa en el campeonato. "Seguramente cambien cosas, y también los coches por cómo han evolucionado. Quizá no hemos visto la foto real de las prestaciones de los coches". Y puso algunos ejemplos. "Si vemos los libres de Bakú, en la crono Ferrari estaba muy por delante de nosotros, ocho décimas. En Miami iban mucho más ligeros que nosotros en los primeros libres, y luego se colocaron en primera línea. En Mónaco, nos adelantaron todo el fin de semana, pero luego salimos en primera línea y nos quedamos ahí. Estamos un poco confundidos con las prestaciones de Ferrari. O de Mercedes, que en Australia fueron muy bien y terminaron segundos. Ahora, si han introducido un paquete de mejoras es porque ahora les dicen los datos que el coche es mejor que aquel. Entonces no sé si los últimos tres circuitos, al ser urbanos, han cambiado la foto y volvemos a la realidad. No sé si ahora estamos un pelín por detrás de ellos, o podemos mantenernos en una posición fuerte".

Alonso también avisó de que, dentro de esta posible reorganización, Aston Martin no se mueva en el mismo terreno que hasta ahora. "Haces una segunda posición, y se critica", comentó. "Yo estoy muy contento; con el resultado de Mónaco, muy contento. Y van a venir fines de semana malos. Habrá dos Ferrari, dos Mercedes y dos Red Bull y a lo mejor estamos séptimo y octavo. Pero voy a seguir contento porque, como digo, es más a largo plazo, no de fin de semana a otro".

"Fue la decisión correcta"

Respecto a la polémica de Aston Martin en Mónaco, cuando se montaron neumáticos lisos mientras arreciaba la lluvia, Alonso se reafirmó totalmente en la decisión. "Fue la decisión correcta. Si tuvieras una bola de cristal y conocieras las condiciones, quién paraba o no, si llovía al final… No me gusta que en la Fórmula 1 siempre se vea la parte negativa; todo se ve muy fácilmente desde el sofá. Si paramos para intermedios esta semana sólo hablaríamos de la errónea decisión de Max, de que hubiera parado una vuelta demasiado tarde. Nunca diríamos que Aston Martin habría sido muy valiente y que hubiera elegido el neumático correcto, diríamos que Red Bull se habría equivocado. Es la mentalidad de la Fórmula 1, en esa búsqueda ilimitada de perfección, que a veces es imposible de lograr".

El español explicó el proceso de decisión. "Si hubiéramos puesto intermedios, luego no hubiera llovido, los demás hubieran puesto seco, y hubiéramos entrado otra vez para secos, habríamos acabado séptimos. Así que con la decisión equivocada acabamos segundo en Mónaco. Viendo la carrera ahora en televisión, hubiéramos puesto intermedios, pero en ese momento… ¿Por qué no paró Max para montar intermedios, también y siguió una vuelta más que yo? Pero en cada carrera nunca ponemos en valor lo que los equipos hacen en el momento".

Una huida hacia delante

En los clasificatorios de Mónaco, el español explicó que había corrido riesgos por encima del límite para poder aspirar a la pole. ¿Cómo se vivieron aquellos momentos dentro del monoplaza, y dentro del casco del piloto? “Con ese segundo set de blandos el sábado, arriesgué un poco más de lo que la cabeza me decía. Llegas a una curva, sueltas ya el freno sabiendo cómo ha sido la última vuelta que has pasado por allí, sueltas el freno y entras a la curva a esa velocidad y piensas que vas a chocar. Pero esperas que la evolución de la pista en función del grip, vas a entrar esos tres o cuatro kilómetros más rápido en esa curva, y quizás salga o no”.

"Pero es el momento de intentar hacerlo. Max lo hizo también y Ocon completó la vuelta más extraordinaria del sábado, porque no creo que el Alpine estuviera para quedar tercero... Fue bonito, una adrenalina diferente, porque, en un circuito urbano, mejora todo el fin de semana. La vuelta más rápida en los libres fue, creo, 1.12.6, e hicimos 11.4. Entonces, pasas por curvas a una velocidad que nunca has pasado en todo el fin de semana. Es una especie de…(se queda pensando en cómo definirlo) es un 'a ver qué pasa', 'un pa alante'" (risas generalizadas).