Fernando Alonso y el 33: cuando Albert Park es el circuito idóneo para la gran campanada

Muchas expectativas y emociones se están conjurando en torno a Fernando Alonso y Aston Martin. Más allá del realismo del terreno deportivo, la burbuja en torno al piloto español sigue inflándose de manera exponencial. Aunque para el Gran Premio de Australia, con un punto de justificación.

"Es una locura ver cómo España está ahora entusiasmada con la Fórmula 1 por todo lo que está sucediendo, tras disfrutar de estos primeros dos podios. Y Barcelona será enorme otra vez", corroboraba el asturiano, protagonista en la primera rueda de prensa oficial. Solo unas horas antes, el número uno del tenis mundial le deseaba su victoria 33, firmándola en una cámara y el mismo protagonista le respondía en las redes. En todo el mundo, el Alonso actual se ha convertido en un fenómeno de masas, incluido para el público juvenil. Escribe una historia única que excede del terreno estrictamente deportivo para adentrarse en el de las historias humanas.

Hasta el propio Max Verstappen le deseaba en la rueda de prensa oficial ese triunfo. El piloto bromeaba y le pedía el número para el año siguiente en su monoplaza, siempre que el neerlandés no fuera campeón… Y si los dioses de las carreras se conjuraran para obsequiar al personaje, Albert Park se antoja un escenario idóneo para ese 33.

"Mejor de lo esperado"

Por mero realismo, conviene comenzar pinchando la burbuja. No se trata de un monoplaza, sino de dos. Verstappen y Pérez lo demostraron con su duelo en los compases finales de Jeddah: el RB19 es un segundo más rápido que sus rivales, quizás algunas décimas menos el Aston Martin en carrera. Da igual, si Albert Park fuera una mala pista para el equipo austríaco, aún tendrían medio segundo de ventaja.

Pero Alonso llega con buenas 'vibras' al tercer Gran Premio. "Por ahora, estamos extremadamente contentos con el rendimiento del coche, estuvimos mejor de lo esperado, especialmente en Jeddah. Fue una agradable sorpresa, así que llegamos aquí con un gran nivel de confianza". El AMR23 se mostró la segunda fuerza en las dos primeras carreras, pero la naturaleza de alta velocidad de la pista saudí reforzó la primera fotografía competitiva del monoplaza verde.

El monoplaza de Alonso y Stroll se ha mostrado sorprendentemente eficaz en curvas lentas y medias, absolutamente predecible y manejable para sus pilotos, equilibrado de tracción a la salida de curvas y en frenada. Albert Park, además, no cuenta con ese tercer sector de altísima velocidad que penalizaba al AMR23 en Jeddah, lastrado por un 'drag' que, virtudes de los defectos, tanto le permite brillar en aquellas otras áreas. Aún queda la labor de ajuste fino, que llegará en próximas carreras.

Mientras, en Albert Park, de curvas medias y rápidas, el monoplaza verde podría encontrarse en el mejor de los dos mundos. Hasta el punto de que rivales como George Russell señalan al AMR23 como uno de los favoritos ante la configuración del circuito. "Creo que Aston va a ser muy fuerte aquí. Parecen ser los coches más rápidos en las curvas de velocidad media que, obviamente, hay muchas aquí en Melbourne, así que si podemos pelear con Aston y Ferrari nuevamente, sería un buen fin de semana".

De aquí también la sonrisa de Alonso: no es de presente, sino de futuro: "De ahora en adelante, creo que el coche va a cambiar mucho en numerosas áreas y, con algunos desarrollos, veremos si podemos mantener este nivel". Un equipo comienza con un perfil aerodinámico medio para todo el arco del campeonato, pero la experiencia va perfilando las evoluciones a introducir. En Aston Martin deben refinar ese mapa básico después de la experiencia de Shakir y Jeddah, y ya saben dónde.

"Con suerte..."

Pero el optimismo y confianza que exhibe el propio Alonso es uno de los mejores avales para este fin de semana. No se trata de la tradicional retórica anterior a un Gran Premio, sino que viene avalada por los datos y resultados. "Con suerte, volveremos a tener un buen fin de semana". Sainz y Leclerc también se descartaban en sus declaraciones para cualquier aspiración a la victoria, incluso, deduciéndolo de sus palabras, a rivalizar con Aston Martin. "Estamos totalmente motivados para volver a estar al frente, sabemos en qué debemos trabajar. No creo que haya ningún milagro para este fin de semana, pero después de eso tenemos tres semanas de descanso e intentaremos usarlo de la mejor manera posible para traer mejoras al auto lo más rápido posible".

De modo, que repetir el tercer puesto es una simulación a priori realista para Alonso y Aston Martin. Lograr el 33 ya no tanto, aunque Albert Park suele abrirse a romper esquemas. Durante muchas temporadas, la pista australiana abría el campeonato y, su singular trazado, solía mostrarse poco apropiado para extrapolar esquemas de competitividad hacia el resto del campeonato. Propicio a los accidentes, también gusta de jugar a los dados con incidentes y coches de seguridad caprichosos.

¿Y si, además, Alonso pudiera extrapolar su rendimiento en los clasificatorios del pasado año con Alpine? El español iba camino de posicionarse en primera o segunda línea cuando se produjo aquella avería en el sistema hidráulico que dio al traste con una potencial sorpresa. De poder entrometerse con un monoplaza infinitamente más competitivo en la esperada pugna entre Verstappen y Pérez, Alonso ya está planificando mentalmente su emboscada para el fin de semana australiano. Si la lluvia se uniera, según anticipan los pronósticos, a un Gran Premio que suele regalar incertidumbre y aleatoriedad, Albert Park se presenta como de los mejores circuitos para ese quimérico ya tan famoso 33. Luego, que los dioses de las carreras toquen a los elegidos, porque también suelen ser muy crueles con los pilotos cuando su santa voluntad así lo quiere.