Carlos Sainz y las opciones al podio: "Para como estábamos ayer es un paso adelante"

Siempre hay alguien que se guarda algo hasta el momento decisivo de la clasificación. Se trata de ese test último, que define el límite competitivo de cada coche. Al final Red Bull impuso como se esperaba su ley, acabando Max Verstappen y Checo Pérez primero y segundo. No es sorpresa que la siguiente fila de la parrilla estuviera copada por los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz. Pero no estaban tan lejos como los cálculos más pesimistas aventuraban. Cuando Ferrari sacó toda su artillería demostraron que aún no están a la altura del equipo austríaco, pero si tienen el nivel suficiente para dar guerra en este Mundial. Más notoria fue la mejoría en prestaciones de los Mercedes. Aunque se quedaron en sexta y séptima posición detrás del excelente Fernando Alonso y su Aston Martin, demostraron que no están ni mucho menos tan lejos como sugerían. Las mínimas diferencias en la parrilla es una fantástica noticia para la Fórmula 1, porque anima a pensar que habrá una gran temporada.

Carlos Sainz tuvo un camino bastante tortuoso hasta llegar a su cuarta plaza final en la clasificación, pero estaba satisfecho en líneas generales. "Me encuentro bastante bien, lo único que hay una curva en el segundo sector que me costaba mucho. Yo creo que me habréis visto un par de veces perder el tren trasero. Aparte de esa curva, sinceramente, en el resto del circuito voy bastante cómodo. Primer sector, muy rápido. En el último, quizás pierdo un poco la parte trasera también. Sinceramente, para como estábamos ayer es un paso adelante. Cuarto no es lo ideal y no es donde queremos estar, pero dadas las circunstancias yo creo que no está mal", explicó el madrileño.

Un paso adelante

Acertaba al afirmar el avance, porque cuando Red Bull sacó su mejor versión, los Ferrari también fueron capaces de dar ese plus que los mantuviera cerca sus principales rivales. El mayor cambio, aparentemente, ha sido en la regulación de los alerones. Dado que a diferencia del viernes los coches italianos eran ya muy rápidos en el primer sector y su velocidad punta era buena, se buscaba ir más descargados en aerodinámica. Aparte de mapas especiales de motor, el comportamiento nervioso del coche de Sainz las curvas rápidas podría indicar que el principal cambio de viernes a sábado ha sido aerodinámico.

"Ha sido un fin de semana difícil hasta llegar a la clasificación", explicó Sainz. "Mi llegada al momento clave de la Q3 (la fase decisiva con los diez mejores) no ha sido todo lo limpia que me hubiera gustado, pero a lo largo de la sesión pude ir encajando las piezas y sacar buenas vueltas. Todavía no estoy del todo satisfecho, pero aparte de esas dos curvas del segundo sector fuimos capaces de hacer buenos progresos. Mi sensación es que tendremos que dar lo mejor de nosotros para luchar contra los Red Bull, porque es verdad que en clasificación van un paso por delante y en carrera digamos que van paso y medio por delante. Tenemos que afinar aún varias cosas para encontrar el punto ideal en ritmo de carrera, pero haremos todo lo posible".

El principal temor, como ya avanzó el piloto español, es el ritmo de degradación de sus neumáticos, que en pretemporada y entrenamientos libres del viernes demostró que Red Bull y Aston Martin parecer desgastar menos las ruedas que los de Maranello. Para Sainz es un poco más complicada que para Charles Leclerc porque, a diferencia del monegasco, no pudo reservarse un juego nuevo para la carrera. Tampoco ayuda arrancar por el lado sucio de la pista, algo que el piloto español afronta con positividad: "Sí, va a estar divertida la lucha. Está muy apretada la cosa por ahí. Mañana en carrera van a cambiar las cosas y puede pasar de todo. Menos los Red Bull, que yo creo que son claros favoritos, por detrás yo creo que los Aston Martin van a ir muy fuerte y los Mercedes en carrera suelen ir bien también".

Un circuito especial

No hay que dar por sentada la superioridad de Red Bull, o magnificar los problemas de degradación de Ferrari. El circuito de Baréin tiene un alto porcentaje de granito en su asfalto y, por tanto, la superficie más abrasiva del calendario. Su capa de rodadura tan destructiva persigue compensar el polvo en suspensión procedente del desierto, que siempre afecta al agarre de los coches. Por esta razón, Pirelli siempre trae aquí su gama de mayor resistencia al desgaste.

Por ello, en Sakhir las estrategias de carrera sulen ser a dos paradas y, en ocasiones, hasta tres. Será difícil de ver a alguien que intente con una sola visita a boxes a cambiar neumáticos. Sí que es posible, que a tenor de la degradación a principio de carrera con los depósitos llenos, Ferrari opte por una estrategia diferente con Saiz realizando Sainz una parada más temprana que Leclerc, merced también a sus neumáticos con mayor uso.

Lo importante para el madrileño es que, pese a las dificultades, estará en la pomada y muy cerca de Charles Leclerc. El monegasco renunciaba a un último intento de pole position con neumático nuevo para preservar un juego sin estrenar. La vuelta que le valió la tercera plaza fue excepcional y quizá fuera consciente de que era preferible mejorar sus opciones para la carrera. No será fácil para Ferrari lograr una victoria se ve lejana, pero la conclusión positiva de la primera clasificación del año es que hay material para plantar cara a RedBull en 2023.