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Carlos Sainz, un podio en Brasil que sabe a gloria y a jarabe 'callabocas' para todos los escépticos
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UN FIN DE SEMANA IMPECABLE

Carlos Sainz, un podio en Brasil que sabe a gloria y a jarabe 'callabocas' para todos los escépticos

En un fin de semana lleno de trampas desde el viernes hasta el domingo, el piloto español logró acabar en un tercer puesto de enorme mérito y que reivindica su progresión

Foto: Carlos Sainz celebra en el podio su tercer lugar. (EFE/Fernando Bizerra)
Carlos Sainz celebra en el podio su tercer lugar. (EFE/Fernando Bizerra)
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Entre la lluvia del viernes, el segundo puesto de la carrera al esprint del sábado y el tercer puesto final, después de partir en la séptima plaza como consecuencia de la penalización por el sexto cambio de motor, Carlos Sainz puede estar más que satisfecho con su actuación en el circuito de Interlagos. Los Mercedes estaban un escalón por encima del resto en cuanto a competitividad, pero fue bueno ver de nuevo a los Ferrari estar en la pomada, demostrando tal y como anticipaban los miembros del equipo que el fiasco de México fue una excepción.

Sainz encontró el punto justo de agresividad y paciencia en los diversos momentos de carrera donde tuvo que ir escalando posiciones. Un buen ejemplo es la forma en la que superó el madrileño al comienzo de la prueba a Lando Norris en la recta principal sin más sobresaltos de los precisos. Por el contrario, su compañero de equipo, Charles Leclerc, se enganchó con el británico en una zona del circuito mucho más delicada. Es cierto que no tuvo culpa el monegasco en el incidente, pero también es importante saber ir al límite evitando ponerte en situaciones de riesgo. Justo lo que hizo el español durante toda la carrera.

"Creo que fue una muy buena carrera", explicó Carlos al término. "Hemos tenido problemas en la salida con los frenos, que empezaron a echar fuego y tuvimos que parar pronto y optar por tres paradas, en lugar de las dos previstas, que no era lo óptimo por la degradación, pero pude tirar a muerte para intentar alcanzar a Checo al final y alcanzar el podio después de empezar séptimo. Creo que podemos estar contentos, la pena es que los Mercedes fueran tan rápidos, pero hay que dar la enhorabuena a George". Es cierto que los coches alemanes estuvieron imperiales, pero, como el propio Sainz destacó en diversas fases de carrera, los Ferrari estuvieron rodando tan rápidos como el mejor.

Los más rápidos en momentos puntuales

Ya anticipaba Carlos las esperanzas que tenía en el rendimiento que podría ofrecer el neumático medio y se mostraron fundadas al comprobar que podía mantener el ritmo con la cabeza de carrera sin problemas, hasta que una visera desechable taponó uno de los conductos de refrigeración de los frenos en la vuelta 17 mientras rodaba cuarto. "Me sorprendió el neumático de compuesto medio lo bien que iba en mitad de carrera y me hizo pensar que tenía, quizás, una oportunidad de pelear con los Mercedes. Es verdad que en el comienzo de carrera eran particularmente fuertes, pero, bueno, nunca sabremos, quizá podría haber estado con ellos (sin la parada anticipada). Lo importante es que hubo ritmo y tuve un fin de semana sólido", explicaba.

El problema de recalentamiento de los frenos se resolvió en la parada al ser eliminada la dichosa pieza de plástico y todo parecía enderezarse de nuevo. Tras pasar por boxes, Carlos realizó tres adelantamientos con sus neumáticos blandos: pasó a Lance Stroll y Mick Schumacher en cuestión de instantes y luego a Esteban Ocon. Hacia la vuelta 47, Checo Pérez hizo su segunda parada y ya salió detrás del de Ferrari. Quedaba mucho por delante aún, pero el podio empezaba a vislumbrarse como posible.

Apenas cinco vueltas más tarde, Lando Norris se quedó pegado al borde la pista con su McLaren averiado y provocó la aparición del virtual safety car, momento que aprovecharon en Ferrari para llamarle a boxes. La falta de suerte de la prematura primera parada se compensó con la oportunidad de no perder tiempo en su último cambio de neumáticos. En el reinicio, Sainz volvía a estar detrás de Pérez, pero, sabedor de que llevaba neumáticos mucho más frescos que el mexicano, esperó pacientemente su momento presionando al máximo y evitando en todo momento ponerse en una situación vulnerable.

placeholder Sainz y Leclerc gozan de buena relación. (J. M. Rubio)
Sainz y Leclerc gozan de buena relación. (J. M. Rubio)

Hombre de equipo

A partir de ahí, dar caza a los Mercedes era prácticamente imposible, pero no había nada que reprocharse, porque un tercer puesto, después de arrancar séptimo, era motivo más que sobrado para celebrarlo. Sin embargo, Charles Leclerc, que venía por detrás en cuarta posición, pidió a su equipo que Sainz le cediera su posición para sumar la mayor cantidad de puntos posibles en su pelea por el subcampeonato con Checo Pérez. De haber estado más pegado a Carlos y no tener justo detrás a Alonso y Verstappen, es posible que tal petición se hubiera hecho; pero, al resultar muy arriesgado, en Ferrari le dijeron que no iban a hacerlo.

"Honestamente, en ningún momento recibí ninguna indicación por parte del muro de boxes para dejar pasar a Charles en los momentos finales, pero sabéis que soy una persona de equipo, y aquello que me hubieran pedido lo hubiera acatado. En todo caso, si acabó delante de Pérez sigue siendo un buen resultado". Todo un contraste con la situación vivida en Red Bull, donde la petición que sí se hizo a Max Verstappen para que no restara puntos a Checo acabó con una trifulca interna que deja en muy mal lugar la imagen como deportista del actual campeón del mundo.

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El final de temporada está reivindicando de nuevo la figura de Sainz tanto dentro como fuera de Ferrari. El propio piloto reconoce que ahora sí que ha encontrado la sintonía que necesitaba con el coche y que eso se está trasladando a la pista y a su ánimo para comenzar fuerte el 2023. Tiene mérito haber sido capaz de haber dado la vuelta a una situación muy difícil, pero hay que dar crédito también a Mattia Binotto como jefe del equipo italiano al haber sabido protegerle en su momento y apoyarle en todo lo posible para que el madrileño reencontrara su sitio. Como bien señaló el propio Carlos, es una pena que, justo en lo que considera su fin de semana más completo del año, los Mercedes surgieran con tanta competitividad; pero, de cara a su autoconfianza, el gran trabajo realizado en Brasil tiene una enorme importancia.

Para Abu Dabi, Ferrari necesitará de nuevo la mejor versión tanto de Sainz como de Leclerc, porque el segundo puesto en el Mundial de Constructores peligra ante el salto de competitividad reciente de los Mercedes. Batirlos será difícil, pero también la mejor forma de cerrar con un sabor dulce una temporada llena de dificultades. Y, por supuesto, cerrar bocas a todos los escépticos que no pierden ocasión para cuestionar a la mínima el futuro de Carlos Sainz en Ferrari.

Entre la lluvia del viernes, el segundo puesto de la carrera al esprint del sábado y el tercer puesto final, después de partir en la séptima plaza como consecuencia de la penalización por el sexto cambio de motor, Carlos Sainz puede estar más que satisfecho con su actuación en el circuito de Interlagos. Los Mercedes estaban un escalón por encima del resto en cuanto a competitividad, pero fue bueno ver de nuevo a los Ferrari estar en la pomada, demostrando tal y como anticipaban los miembros del equipo que el fiasco de México fue una excepción.

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