"Ya no tengo que pensar al pilotar": por qué Carlos Sainz no es el mismo piloto que antes

Último Gran Premio de Emilia Romagna. Carlos Sainz había sufrido un fin de semana infame después de su abandono en Melbourne. Accidente en la Q2 y abandono en la primera vuelta al ser embestido. En sus momentos bajos con Ferrari, la escudería había anunciado el jueves previo su renovación hasta 2024.

Al terminar, Mattia Binotto ofreció sus argumentos para reafirmar su confianza en el español. "Carlos lo está pasando mal, pero estará arriba pronto, estoy seguro. Llegará algún momento, porque esta es su actitud, -estudiar los datos, intentar diferentes estilos de pilotaje…-. Le llevará algo de tiempo, pero llegará, estoy seguro. Sé lo inteligente que es y cómo es capaz de gestionar la presión".

'¿Qué hará el coche cuando acelere en este tipo de curva o en aquella tan rápida?'. '¿Freno antes y me tiro o espero para dar gas?'. Preguntas como estas y otras muy similares dentro de la mente de un piloto son su veneno. Peor cuando tu compañero de equipo te da caña a igualdad de monoplazas y, además, gana carreras. Este ha sido el vía crucis de Carlos Sainz en 2022. Para destilar su particular antídoto, el español ha debido reprogramar su subconsciente, el corazón del pilotaje en cualquier piloto.

La realidad y los datos indican que Sainz ha dado la razón a Mattia Binotto. El pasado Gran Premio de México, Sainz superó durante todo el fin de semana a Charles Leclerc tras haber elevado su listón en las últimas carreras. "Ojalá me hubiera sentido un poco más cómodo (con el coche) al comienzo de la temporada para haber complicado un poco más las cosas a Max". Sainz verbaliza de manera consistente su evolución respecto al comienzo del presente campeonato. "Mi objetivo para el próximo año es empezar al nivel que estoy ahora, que es bastante bueno, y complicar más las cosas a Max". Y por supuesto, a Charles Leclerc.

Un paso atrás y tocar fondo

En Baréin, Leclerc sacaba una décima el sábado a Sainz, lejos del monegasco en carrera. En Arabia Saudí, dos décimas, y similar esquema. En Australia, el accidente de Alonso encadenó una serie de circunstancias que le cambió el paso durante varias carreras. Luego Imola y Miami, con sendos accidentes en entrenamientos, y dos décimas el sábado respecto a Leclerc. Según Sainz, en el Gran Premio de España tocó fondo. Cuatro décimas con su compañero y sin pasar de la cuarta posición. "Necesito dos décimas, en la clasificación y en carrera. Si las encuentro en la segunda parte del año, antes llegará la primera victoria", reivindicó el madrileño entonces.

Con la nueva generación de monoplazas wing car, Sainz dio un paso atrás respecto a Charles Leclerc. Ambos manejan un monoplaza con estilos muy diferentes. El F1-75 nació muy inestable de atrás. Mientras Sainz tira mucho de eje delantero, lo que acentúa esa personalidad rebelde de la parte trasera, el monegasco se encuentra más cómodo con ella.

El recableado

Sainz y sus ingenieros comenzaron el proceso de recalibración, tanto del monoplaza como de la propia mente del piloto. Este necesitaba volver a pilotar de manera más instintiva y menos consciente. Fácil de decir, no tanto de lograr. Además, sus ingenieros se enfrentaban a una montura totalmente nueva, sin la experiencia de varios años del monoplaza hasta 2021. "Tenía que probar cosas con la puesta a punto y la mayoría de ellas fueron en la dirección equivocada, así que teníamos que retomar la dirección correcta. Esto llevaba algunas carreras". Para modificar un hábito, se dice que un ser humano tiene que repetirlo durante 21 días seguidos, como mínimo. En un piloto de Fórmula 1, el proceso es más complejo, sometido al escrutinio del crono, los rivales y la opinión pública. Daniel Ricciardo puede dar fe de ello.

Sainz amortiguó su falta de confianza a una vuelta, pero las diferentes situaciones de carrera -depósitos que se vacían, atacar o defender- acentuaron su falta de acoplamiento último al F1-75. Cabría considerar si Ferrari se concentraba en la ventana de rendimiento ideal del F1-75, que favorecía Leclerc. En honor al equipo, Ferrari nunca estableció una jerarquía entre sus pilotos ante la evolución de Red Bull y Verstappen, mientras introdujo algunos cambios en el monoplaza -costosos, en términos de tope presupuestario en 2022- destinados a ayudar al piloto español. Sainz limó poco a poco esas famosas dos décimas.

Sin embargo, en Montreal empezaron a cuajar los cambios de Sainz, tanto en puesta a punto como en la reprogramación de su subconsciente a otro estilo de pilotaje. No dejó respirar a Verstappen en toda la carrera. En Francia pudo haber disputado la victoria de no haber penalizado por los cambios en el motor. Ganó por fin en Silverstone, aunque se rompió el motor en Austria. En Monza protagonizó otra gran remontada después de haber penalizado. En Singapur dominó a Leclerc todo el fin de semana hasta la última Q3, cuando cometió un error en el asfalto húmedo de la última vuelta.

"Ya no tengo que pensar al pilotar"

Aunque la percepción de esa mejora resultaba difícil de visualizar durante la temporada. Equipos y pilotos cuentan con datos de análisis que no llegan al gran público, pero que confirman la evolución. En su telemetría, Sainz constataba su regularidad en todo tipo de curvas, lo que no sucedía a principios de temporada. Los entrenamientos y carrera lo confirmaron. En Japón, 47 milésimas le separaron de Leclerc, 57 de Verstappen. En Estados Unidos logró la 'pole', aunque tampoco pasó de la primera curva. Sin embargo, en México superó netamente a Leclerc sábado y domingo, su carrera más completa del año, aunque Ferrari jugara en tierra de nadie.

Sainz no quiere precisar los cambios llevados a cabo en su monoplaza, pero sí reconoce que su cerebro ya no pregunta antes de entrar en una curva determinada, es su inconsciente el que toma los mandos. "Ya sé cómo conducir, y es instintivo, ya no tengo que pensar al pilotar. Se ve cómo los tiempos salen mucho más fácilmente, estoy donde debería estar al comienzo de año". Quedan dos carreras para terminar. Pero los frutos del año más duro de Carlos Sainz desde que llegó a la Fórmula 1 se recogerán el próximo año.