Así es el 'Club de la Piraña': por qué se te escapan de la jaula un Alonso y un Piastri

Estos días, Alpine prueba a varios pilotos en Hungaroring: Antonio Giovinazzi, Jack Doohan, Nyck de Vries... Con Pierre Gasly también en la agenda. No deja de ser sangrante, cuando el equipo francés tenía en la cartera a un Fernando Alonso dispuesto a seguir y a uno de las mayores promesas surgidas en lo últimos años, Oscar Piastri.

Alpine es cuarto en el campeonato, con lo que desde la vertiente deportiva y técnica está cumpliendo sus objetivos. En lo concerniente a la gestión, en el asunto de sus pilotos no tanto, con razones que se hacen poco a poco más evidentes. Desde la pérdida del control de los detalles, a miopía estratégica en asuntos capitales, sin descartar cierta autosuficiencia e inexperiencia.

El problema "de ricos"

Con la ingeniería como formación base, Laurent Rossi empezó a trabajar en Renault, en áreas técnicas. Graduado con un MBA en la Harvard Business School, luego trabajó en Boston Consulting Group (como experto en automoción), Google (relación con la industria automotriz) vuelta a Renault en posiciones ejecutivas... Su brillante trayectoria empresarial le valía ser elegido por Luca de Meo para desarrollar la marca Alpine en 2021, incluyendo el equipo de Fórmula 1, salvado por el italiano con un audaz plan de marketing.

Rossi tenía como misión reestructurar el equipo de Fórmula 1 para llevarlo al podio en ese famoso programa de 'cien carreras'. Hizo tierra quemada de su cúpula, desde la sede de Viry (motores), hasta Enstone. Entre ellos, Alain Prost. "Hay un verdadero afán por dejar a mucha gente a un lado, Lauren Rossi quiere todo el protagonismo". Prost entendía el necesario proceso de reestructuración, pero señalaba la autócrata personalidad del ejecutivo galo como uno de los problemas. Quizás demasiado pagado de su experiencia profesional previa, no supo calibrar ciertos aspectos específicos de la Fórmula 1.

Cuando el pasado año dejó marchar al piloto chino Guanyou Zhou de la Renault Driver Academy, dejó entrever un punto de suficiencia. "Lo más importante es asegurar a Oscar, por eso dejamos marchar a Zhou y nos quedamos con Oscar. Así que resolvimos un problema, pero tenemos otro, un problema de ricos, como digo siempre. Tengo un gran campeón en mi coche, o incluso dos, y también uno del futuro (Piastri). Tenemos que ver cuáles son nuestras opciones", explicaba ufano el pasado año.

"Tengo 17 informes"

La historia ya es bien conocida. ¿Por qué? En una reciente entrevista en la página oficial de la Fórmula 1 daba su propia visión. "Quizás cometimos algunos errores, algunos errores técnico-legales", en referencia a los vínculos contractuales -o ausencia de ellos- con Piastri. "Dejamos la puerta abierta no forzándole a firmar un contrato que fuera tan estricto que no pudiera moverse". Aquí llega uno de esos errores. "¿Por qué lo hicimos? Porque, en perspectiva, nunca pensamos que cuando das tanto a alguien, cuando les das entrenamiento, un papel de reserva, un asiento en un equipo asociado (Williams), no lo cogerá después de ser apoyado durante tantos años ganando campeonatos bajo tu apoyo".

La ingenuidad de acudir a la lealtad, a los valores morales, como soporte de un vínculo, suele ser un hándicap para sobrevivir en el 'Club de la Piraña'. Pero antes otro error más, como se ha comprobado este año: la renovación por tres a Esteban Ocon, inusualmente larga para un piloto que era superado regularmente por Alonso, lo que dejaba a Rossi con escaso margen de maniobra para gestionar los plazos con Alonso y Piastri.

Como el propio Rossi reconocía, en 2022 se ha alejado de la gestión cercana del equipo de Fórmula 1, lo que también debilitó el control del juego en corto que exigen asuntos tan cruciales como el fichaje de dos pilotos con otras novias en la puerta. De ser cierto el relato de Mark Webber y Oscar Piastri, por parte de Alpine hubo cierta falta de diligencia y concrección desde el punto de vista legal. "Necesitaba tomar distancia. Y eso es lo que hice", explicaba Rossi a modo de autojustificación recientemente.

Quizás Rossi controlaba la estrategia, pero no el diablo de los detalles, como descubriría con sorpresa más tarde."Tengo 17 informes, incluido uno para la Fórmula 1. Tengo que construir coches, tengo que expandir la red de concesionarios, tengo que pensar en estrategias de mercado, marketing y construcción de la marca. Los otros 16 informes son tan importantes como la F1, tal vez incluso más, ¡porque lo financiarán en algún momento! Así que ciertamente es normal que desaparezca un poco. El hecho de que yo no esté, quizás confundió a Fernando. Pero es normal. Y lo será aún más en el futuro. Porque Otmar es el jefe". Aunque tanto Rossi como Alonso, como el propio Szafnauer, reconocieron que la renovación era asunto exclusivo de los dos primeros.

La posición con Alonso

Al referir en Spa los detalles que propiciaron su marcha, Alonso confirmó que tampoco coincidía con Rossi en la oferta recibida, y algo más. "Con Alpine dábamos vueltas a algunas cosas, pero quizás no estábamos de acuerdo en los principios. No solo se trata de lo que acuerdas en la duración del contrato, es también la confianza que sientes o cómo te sientes querido en un sitio. Siempre fue una estraña sensación". Al explicar su marcha, Alonso también recordó que "durante dos meses no pasó nada" en sus negociaciones con Rossi, quizás aludiendo a esa distancia y falta de concreción que Rossi admitía.

Porque su postura con Alonso era clara. "Fernando, un año más otro de opción y, luego, donde quieras, en Le Mans o el Dakar" era la posición del francés, que buscaba por encima de todo acomodar a Piastri en Williams con la opción de recuperarle incluso para 2024. Alonso pisaba en terreno movedizo, de aquí que buscara más garantías de continuidad. Por su parte, Rossi parecía asumir que la marcha de Alonso, si no se avenía a sus condiciones, supondría un mal menor. ¿No valoró la posible opción de un Vettel en retirada y una mejor oferta de Aston Martin? Sin embargo, Rossi nunca imaginó la emboscada de Piastri. Hasta que descubrió la amarga realidad, que el Contract Recognition Board selló con contundencia. Adiós al Plan B.

En la mencionada entrevista, Rossi hablaba maravillas de Alonso, reconociendo que se trataba de dos partes que no coincidían en sus respectivas pretensiones e intereses ¿Las razones para no hacer lo imposible por quedarse con el español? El colchón de seguridad que suponía Piastri. En la mencionada entrevista, Rossi se explayaba detallando el amplio programa de apoyo invertido en el piloto australiano, desde las pruebas en la pista, simulador, hasta la contratación de un agente que le colocara provisionalmente en un equipo de Fórmula 1. Todo, para justificar la falta de lealtad de Piastri. En descargo de Rossi, otros protagonistas de la Fórmula 1, con Toto Wolff a la cabeza, hablan ahora de atar más en corto legalmente a los jóvenes pilotos bajo esquemas de formación de fabricantes y equipos.

El francés pensó que tenía dos pájaros en su jaula. Se equivocó con Alonso, subestimando su posición en el mercado. Se equivocó por no entrar a fondo con la situación contractual de Piastri, y también en la valoración de las intenciones del australiano, que no quería dos años en Williams. No solo fueron errores de "naturaleza técnica legal". La realidad es que sus dos joyas competirán para equipos rivales. El “problema de ricos” dejó de serlo. De fondo, resonaban los ecos de Alain Prost.