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Fernando Alonso también sabe hacer autocrítica: "Fue una mala clasificación"
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UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

Fernando Alonso también sabe hacer autocrítica: "Fue una mala clasificación"

El piloto español no pudo aprovechar como en Bélgica las oportunidades que ofrecían las penalizaciones de muchos de sus rivales y tendrá una carrera incómoda el domingo

Foto: Fernando Alonso, durante la clasificación. (EFE/Sem Van der Wal)
Fernando Alonso, durante la clasificación. (EFE/Sem Van der Wal)

A ningún piloto le resulta fácil tener autocrítica cuando comete un fallo o sabe en su fuero interno que podría haberse logrado un resultado mejor. La decepción se le notaba claramente a Fernando Alonso al término de la sesión clasificatoria del Gran Premio de Italia. Partir con un sexto puesto, no puede considerarse una mala posición, pero el problema es que hay tres invitados por delante, que en la situación ideal deberían estar por detrás. En la carrera, el problema no solamente consistirá en intentar superar a Lando Norris, Daniel Ricciardo y Pierre Gasly, sino en contener a toda la jauría de coches más rápidos que vienen por detrás, empezando por Max Verstappen, el líder del mundial, que parte justo a sus espaldas.

Era lógico estar decepcionado, porque en la última sesión de entrenamientos libres, los Alpine mostraron los dos un buen ritmo y Fernando llegó con relativa comodidad a la Q3. Sin embargo, el asturiano no pudo concluir ninguna vuelta limpia, porque abortó su primer intento al cometer un fallo en la curva de Lesmo y en la segunda y definitiva oportunidad, su registro fue invalidado por exceder los límites de pista en la misma parte del circuito. Monza es una pista donde básicamente dependes de la competitividad de tu coche el 70% del tiempo, pero el 30 por ciento restante, depende en gran medida de lo que sea capaz de hacer el piloto en las curvas de Lesmo y la parabólica. No es casual, por tanto, que los fallos sucedieran en esa zona.

"Me fui un poco largo en una curva y aborté la vuelta, -comenzó explicando Fernando-, porque era ya tres décimas peor que la Q2 y pensé en guardar ese juego de neumáticos para la carrera, al haber hecho solamente dos curvas. En el segundo intento, al parecer, me salí fuera en la curva siete y han borrado la vuelta, así que un desastre la Q3. Me sabe mal. De todas maneras, sin la anulación de la vuelta por los límites de pista, la vuelta era para estar octavo, esperábamos más, la verdad es que nos faltaba un pelín de ritmo".

Los dichosos límites de pista

Con la cuestión de la anulación de cronos por exceder los límites de pista volvió a haber polémica, pues se pudo ver que Verstappen y Leclerc (justo en el mismo sitio de Alonso) también excedieron los límites de pista. Urge acabar de una vez por todas con esta polémica colocando los sensores que con margen de error cero determinan si un piloto se ha excedido de los márgenes o no. La cuestión es que con tres huesos duros de roer por delante y tantos coches rápidos por detrás, ganaba enteros a toro pasado la posibilidad de que el propio Fernando hubiera penalizado también esta carrera y hubiera cambiado un motor que empieza a acusar ya demasiado kilometraje.

"Teníamos la oportunidad de cambiar el motor aquí, - afirmaba con resignación el bicampeón mundial-, pues con todas las penalizaciones nos hubiese venido bien, pero (después de hablarlo con el equipo) lo teníamos que hacer solo con un coche, porque si no pierdes el ritmo de carrera y las oportunidades. Nos quedamos fuera de la Q3 con un coche (el de Esteban Ocon), así que puede ser una carrera un poco a la defensiva, intentando sumar algunos puntos porque vienen coches muy rápidos por detrás. Espero que estemos rozando la zona de puntos. Sumar puntos mañana es el objetivo", explicó el ovetense.

Los McLaren, los dos competitivos

Aunque es un poco prematuro limitar la ambición de la carrera a sumar puntos, está claro que no va a ser fácil acabar por delante de los McLaren, que era el objetivo real al llegar a Monza y parecía factible a tenor de la buena velocidad punta de los Alpine en lo que se refiere a los McLaren. Sin embargo, los coches papaya se comportaron en clasificación mejor de lo esperado, logrando ponerse tanto Lando Norris como Daniel Ricciardo por primera vez en mucho tiempo por delante de los dos Alpine.

placeholder Fernando Alonso, junto a Leclerc, este fin de semana. (EFE/Matteo Bazzi)
Fernando Alonso, junto a Leclerc, este fin de semana. (EFE/Matteo Bazzi)

"Hemos hecho algunas mejoras desde el viernes, -afirmó Norris- .El ritmo de carrera de Fernando hemos visto en los entrenamientos libres que era fuerte y esperamos que mañana seamos también rápidos en carrera. Al igual que nos pasó en Zandvoort y muchas carreras este año, el sábado somos fuertes, pero el domingo no siempre hemos podido cumplir y mantener nuestro rendimiento". El británico se clasificó a 1.423 segundos del tiempo de Charles Leclerc, que fue el autor de la 'pole position', lo que indica que, efectivamente, que al clasificar con cierta comodidad delante de los Alpine, es señal que al coche de Alonso se le ha atragantado un poco la configuración de clasificación.

En las simulaciones del viernes y sábado, el déficit del coche de Fernando, respecto a los Ferrari o los Red Bull giraba alrededor del segundo y una décima, por lo que las esperanzas giran alrededor de recuperar ese ritmo que los coches franceses no pudieron mostrar en clasificación. Aparte de incómoda y a la defensiva, como la definía el propio Fernando Alonso, la carrera será también muy táctica, porque las diferentes estrategias de los coches que vienen desde atrás van a generar sin duda un abanico de planteamientos mucho mayor del habitual. Ojalá que piloto y equipo acierten como lo hicieron en el pasado Gran Premio de Holanda y se pueda capitalizar la relativa buena posición de partida.

A ningún piloto le resulta fácil tener autocrítica cuando comete un fallo o sabe en su fuero interno que podría haberse logrado un resultado mejor. La decepción se le notaba claramente a Fernando Alonso al término de la sesión clasificatoria del Gran Premio de Italia. Partir con un sexto puesto, no puede considerarse una mala posición, pero el problema es que hay tres invitados por delante, que en la situación ideal deberían estar por detrás. En la carrera, el problema no solamente consistirá en intentar superar a Lando Norris, Daniel Ricciardo y Pierre Gasly, sino en contener a toda la jauría de coches más rápidos que vienen por detrás, empezando por Max Verstappen, el líder del mundial, que parte justo a sus espaldas.

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