Ferrari se pone la venda antes de la herida: el peligro de pasar del amarillo al rojo

"Es un sueño hecho realidad para cualquier niño. Veía la Fórmula 1 desde que era un niño, veía Ferrari, miraba Monza y me decía que ser piloto de Ferrari en Monza debe ser la mejor sensación de mi vida. Este año, tenemos suerte de tener un monoplaza competitivo, y podemos tener un Ferrari competitivo en Monza. Va a ser especial". Muy bonito. pero, en principio, no para Carlos Sainz en este próximo Gran Premio de Italia. Y si los antecedentes iluminan, tampoco para Ferrari ante un fin de semana especial, como atestigua las libreas y cascos de sus pilotos.

La escudería llega a un circuito abierto totalmente al público por primera vez desde 2019, cuando Leclerc logró aquí la última victoria del equipo italiano. Sin embargo, las opciones de triunfo se antojan remotas a pesar de que Ferrari haya vuelto a ganar en 2022. Para empezar, Sainz ya parte lastrado porque Ferrari ha decidido que penalizará. ¿Desde dónde saldrá? No en última fila ante el número de rivales en idéntica situación, incluido Lewis Hamilton. Sobre gustos, colores, pero el amarillo módena que Ferrari recupera este fin de semana para conmemorar sus efemérides como marca no va a favorecer al español.

La ventana ya no está tan abierta

Desde la victoria del monegasco en Austria, ningún monoplaza rojo ha mejorado la tercera posición. Mercedes le ha recuperado en este tiempo 36 puntos, y amenaza su segundo puesto en el campeonato. "Es un momento difícil para nuestro equipo porque no se están cumpliendo nuestras expectativas. Ya no son tres carreras seguidas sin haber mostrado nuestro potencial", se lamentó Mattia Binotto al terminar el GP de Holanda. En su duelo directo con Red Bull, Monza es el peor escenario de la temporada.

Spa, sus rectas y curvas serían un anticipo para Monza recordando el rendimiento del RB18. Esta es la pista más veloz del campeonato, salpicada con tres curvas de alta velocidad. Además, Red Bull domina en todo tipo de trazados, como confirmaron Hungaroring, Spa y Zandvoort. Por contra, El F1-75 se estanca con sus últimas evoluciones. Binotto lo insinuó en Spa, y lo confirmó antes del GP de Italia. "La ventana de trabajo (del F1-75) ya no es tan grande como antes, nos hemos ido a una esquina, lo que nos limita en la puesta a punto". Lo contrario que era el F1-75 en la primera mitad del campeonato.

El podio, casi un milagro

"Después de los análisis (tras Zandvoort) tenemos muchos datos", explicó Sainz el jueves, confirmando el bajón de rendimiento en carrera por el comportamiento del F1-75 con todos los compuestos. "Si es porque se sobrecalienta, porque los rivales han mejorado o porque no hemos optimizado la puesta a punto, es algo que tenemos que mejorar". Las declaraciones fueron en la misma línea que las de Binotto la pasada semana en Zandvoort.

Con una unidad de potencia relativamente fresca para Leclerc (en Spa) y al alerón de menos carga aerodinámica en el arsenal de Ferrari (a diferencia del circuito belga) Ferrari espera recuperar terreno en Monza. Sainz también incorpora nuevo motor. Numerosos equipos están anunciando penalizaciones de sus pilotos: Mercedes, Alfa Romeo, Aston Martin, Williams y Haas, con lo que el español luchará por ser el primero entre los penalizados, es decir, saldrá en torno a la decimoquinta posición. Subir al podio sería casi un milagro.

"Llegamos de un fin de semana que no fue fácil en Spa, donde no había equilibrio con una ala de baja carga aerodinámica (que no fue usada en el trazado belga), así que hay cosas que comprender", apuntó Sainz el jueves. "Y una parte de los problemas de Zandvoort los queremos entender en los libres del viernes y sábado, que serán sesiones importantes para probar algunas cosas en el coche". El madrileño reconoció que se siente mucho más confiado los sábados, "pero en carrera no, y tenemos que ver algunas cosas que mejorar, en particular con Mercedes, que ha dado un gran salto".

No hay curvas para compensar

"Creo que va a ser un fin de semana difícil, sobre el papel va a serlo". Leclerc se puso la venda antes de la herida a tenor de experiencias previas este año y las simulaciones de estos días en Maranello, que no invitan al optimismo. "Esperamos que Red Bull sea más fuerte. Las características de la pista no van exactamente bien con nuestros coches. Pero hemos tenido algunas buenas y malas sorpresas este año, y en las buenas rendimos por encima de lo esperado". El monegasco bebía del vaso medio lleno, quizá pensando en trazados como Baku. Pero entonces el F1-75 no era el monoplaza de las últimas tres carreras, y el RB18, tampoco.

Según Leclerc, "Red Bull ha sido más consistente durante todo el año, y nosotros somos más lentos en las rectas (tónica general durante la temporada)". "Su punto fuerte es la velocidad en recta. Nosotros somos un poco más rápidos en las curvas, pero en una pista como esta no hay suficientes para compensar esa ventaja que tienen en las rectas". Ferrari suele defenderse muy bien los sábados a una vuelta, pero el patrón recordado por el monegasco apunta a un domingo complicado. Más si las temperaturas no son elevadas, como se espera.

¿Y con Mercedes? "Es difícil hacer predicciones este fin de semana, porque tienen muchos altibajos. Aunque Zandvoort iba bien a nuestro coche, Monza será un mayor desafío por las características del circuito, aunque somos optimistas. Estaremos en mejor forma que en pistas de alta carga como Spa, gracias a lo que aprendimos entonces". Sin duda, un fin de semana donde el amarillo puede convertirse en rojo si Ferrari no tiene respuesta tampoco al equipo alemán.