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Carlos Sainz o cuando apenas media décima en clasificación te baja del cielo al infierno
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UNA 'POLE' PERDIDA EN UN SUSPIRO

Carlos Sainz o cuando apenas media décima en clasificación te baja del cielo al infierno

En una sesión clasificatoria que pintaba de maravilla, Sainz perdió 'in extremis' la primera posición y se le puso muy cuesta arriba un triunfo en Hungría que se antojaba muy posible

Foto: Carlos Sainz se lamenta de la oportunidad perdida. (EFE/EPA/Zsolt Czegledi)
Carlos Sainz se lamenta de la oportunidad perdida. (EFE/EPA/Zsolt Czegledi)

Como en la canción de Antonio Vega, 'rodando sobre su eje y describiendo una trayectoria más', George Rusell 'robó' en una décima de segundo la 'pole position' a Carlos Sainz. En realidad, no fue ni siquiera una décima, pues el británico superó al piloto español por apenas unas milésimas, un lapso de tiempo ridículo, pero de consecuencias potencialmente desalentadoras. El circuito de Hungría penaliza mucho arrancar en segunda posición y, además, Carlos tiene justo por detrás a su compañero de equipo, Charles Leclerc, que crucialmente parte por la zona buena de la pista.

"Me siento cada vez mejor con el coche, mejor en cada carrera y en cada sesión de clasificación", explicaba Sainz nada más bajarse de su coche. "Sentía que tenía el ritmo para conseguir la 'pole position', pero se nos escapó el sector final con algunos pequeños latigazos a lo largo de la vuelta. Felicitaciones a George, porque debe haberle salido una vuelta bastante buena", afirmaba. Leclerc estaba a una décima por detrás de Carlos y el segundo intento del madrileño tuvo una levísima mejora sobre el primero, por lo que se puede decir que el trabajo se cumplió. Pero el problema es que esos pequeños detalles a los que aludía Carlos restaron esa décima o media décima vital para que Russell estuviera por detrás de él y no delante, como acabó ocurriendo. Él lo sabía y su lenguaje corporal no engañaba. Estaba disgustado.

Foto: Fernando Alonso, dispuesto a todo en Hungría. (Reuters/Lisa Leutner)

Hungaroring es de los peores circuitos del calendario para arrancar por el carril interior, porque la diferencia de agarre respecto a la línea exterior (la de paso habitual de los coches) es muy significativa. Este problema pudiera ser que se minimizara si, como se espera, caiga la lluvia sobre el circuito durante la mañana antes de la carrera, porque se elimina gran parte de la goma acumulada. Pero es algo que no se sabrá hasta el mismo momento de la carrera. Ojo también a los problemas con el embrague en la arrancada porque, aunque la nueva unidad fue probada satisfactoriamente por Valtteri Bottas durante el pasado Gran Premio, tanto para Sainz como para Leclerc será novedad.

En definitiva, son muchas las incógnitas que tendrá que despejar el madrileño en la carrera, que a pesar de lo difícil que súbitamente se puso la posible victoria, quiere seguir manteniendo la esperanza. "Tenemos la velocidad para aspirar a ganar la carrera", recalcó Carlos. "Obviamente, la arrancada y la gestión del neumático tendrán un papel crucial, como ocurre siempre, pero la verdad es que no sabemos muy bien cuál es el ritmo real de los Mercedes en carrera. Lo ideal sería poder ponernos por delante desde el principio, pero veremos cómo se desenvuelve todo. Será una carrera excitante", afirmaba esperanzado.

placeholder Carlos estuvo sensacional durante todo el fin de semana. (EFE/EPA/Tamas Kovacs)
Carlos estuvo sensacional durante todo el fin de semana. (EFE/EPA/Tamas Kovacs)

La arrancada será la clave

La salida será el momento decisivo, porque no solo está el reto de quedar por delante de Russell, sino de evitar incluso que le sobrepase Charles Leclerc. Pese a que la distancia en puntos en el campeonato entre los dos pilotos de Ferrari se ha reducido bastante como consecuencia del abandono del monegasco en Francia, puede resultar demasiado tentador para el equipo pedirle a Sainz que secunde a su compañero. Con Verstappen y Perez en décima y undécima posición, hay pocas ocasiones tan favorables para que Leclerc remonte de forma importante en la clasificación general de pilotos.

Hungaroring es un circuito en el que resulta bastante difícil adelantar y se necesita una superioridad muy clara para superar al coche que te precede, por lo que, salvo sorpresa, todo indica que los Red Bull están prácticamente descartados para luchar por la victoria. Todo lo anteriormente mencionado seguro que pasó en cuestión de segundos por la cabeza de Carlos Sainz cuando vio que Russell le arrebataba la 'pole'. Pese al sinsabor, Carlos debe de estar esperanzado porque se ve claramente a otro piloto distinto del de principio de la temporada. Se le ha visto muy fuerte durante todo el fin de semana y los Ferrari, por su lado, parece que también son los mejores coches en Hungría, guardando un pequeño plus sobre Mercedes si nos atenemos a los simulacros realizados en los entrenamientos libres del viernes.

Estrategia probable partiendo con blandos

Una de las principales fortalezas de los coches italianos es su excelente motricidad y esto puede resultar crucial en los momentos claves de la arrancada y la salida de la primera curva. Las temperaturas más frescas de lo esperado para el momento de la carrera harán que los de Maranello se decanten por el neumático blando en lugar del medio. La necesidad imperiosa de intentar adelantar a Russell lo antes posible añade enteros a esta posibilidad. Todo esto siempre y cuando la aparición de la lluvia no se demore sobre lo previsto y se acerque a la parte inicial de la prueba, aunque no parece lo probable.

No está todo perdido para Carlos Sainz, porque al igual que a veces apenas media décima de segundo cambia el panorama de soleado a sombrío, un acierto en la arrancada o en la primera vuelta puede cambiar todo en un instante. Una salida brillante le puede sacar del infierno y llevarle al cielo.

Como en la canción de Antonio Vega, 'rodando sobre su eje y describiendo una trayectoria más', George Rusell 'robó' en una décima de segundo la 'pole position' a Carlos Sainz. En realidad, no fue ni siquiera una décima, pues el británico superó al piloto español por apenas unas milésimas, un lapso de tiempo ridículo, pero de consecuencias potencialmente desalentadoras. El circuito de Hungría penaliza mucho arrancar en segunda posición y, además, Carlos tiene justo por detrás a su compañero de equipo, Charles Leclerc, que crucialmente parte por la zona buena de la pista.

Charles Leclerc Hungría Fórmula 1
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