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Carlos Sainz: cuando un misil con GPS incorporado sale desde la última línea
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El rebufo que ayudó a Leclerc

Carlos Sainz: cuando un misil con GPS incorporado sale desde la última línea

El español contribuyó a que su compañero de equipo lograra la pole. Hizo una gran contribución a su equipo, ya que fue penalizado con 10 posiciones por el cambio de motor

Foto: Sainz propició un rebufo de extraordinaria precisión a Leclerc. (Fórmula 1)
Sainz propició un rebufo de extraordinaria precisión a Leclerc. (Fórmula 1)

"Nueve décimas más rápido que Verstappen…", le decía su ingeniero a Carlos Sainz con el tono de quien te dice "vas sobrado". "¡Grandissimo!". "Grande, Carlos", le agradecía Charles Leclerc a su compañero por un rebufo propio de inteligencia artificial. Ambas frases definieron la sesión clasificatoria de Carlos Sainz en el Gran Premio de Francia.

Cuando mejor, peor, porque el español saldrá de la última línea de parrilla. Sin embargo, Sainz está cuajando en Paul Ricard su mejor actuación de la temporada. Primero en los segundos libres, un crono en el Q2 que ni siquiera pudo superar Verstappen en el Q3… "Quizás, en términos de velocidad, ha sido el mejor fin de semana hasta ahora", sentenció Sainz tras una jornada redonda.

Equipo y piloto no podían sentirse más satisfechos por el balance conjunto. Sainz ha volado todo el fin de semana, pero también exteriorizaba al terminar ese sapo a tragarse ante el ritmo mostrado viernes y sábado. "Si había un fin de semana donde podría haber logrado la pole era este. He sido muy muy veloz. En el Q2 he sido el más rápido, y es un poco frustrante penalizar en el fin de semana en que me he sentido mejor y en sintonía con la máquina", reconoció un ambivalente Carlos al terminar la sesión. Quizá, si rige aquello de que los últimos serán los primeros, esta podría ser una de esas ocasiones...

Mirando orgulloso al tendido

Ferrari confirmaba una penalización que estaba decidida de antemano por montar una nueva unidad de potencia. "Era el plan para todo el fin de semana, llegar a la Q3 y darle el rebufo a Charles. Aunque sin haberlo probado, sabía más o menos cómo darlo. Todo ha funcionado bien", reconoció luego Sainz, quien saldrá en penúltima posición. Sin embargo, a pesar del objetivo del equipo, Carlos se permitió demostrar que también habría tenido la pole en la mano.

Con una vuelta sorprendente por su limpieza y aparente falta de esfuerzo, el español dibujaba con tiralíneas las trazadas del Paul Ricard: 1'31'081 frente al 31'216 de Leclerc y el 32'1 de Verstappen en el Q2. Con ella podía mirar al tendido orgulloso. Porque tocaba trabajar para su compañero. Y con la precisión de dos misiles dirigidos con precisión de GPS.

"Es bastante complicado hacerlo perfecto", reconoció Leclerc en la rueda de prensa. "La primera vez primera estaba un poco cerca en la ocho y en la nueve, y no lo hice bien. La segunda vez lo adaptamos y fue mejor porque hicimos un gran trabajo y nos comunicamos bien. Y Carlos hizo un trabajo increíble". Efectivamente, Sainz fue increíblemente preciso en la recta de Mistral, pero rizó el rizo cuando siguió hasta la entrada de la curva de Signes, para a continuación retirarse en el punto exacto tras optimizar al máximo posible el rebufo a su compañero, y sin obstaculizarlo.

En ese primer intento no tan fructífero, Leclerc aventajó en solo ocho milésimas a Verstappen. Con el segundo intento, le sacó casi tres. El monegasco cuantificaría después en dos décimas la ganancia de la maniobra con Sainz. Dos décimas menos, y la vuelta del Q2 de Sainz casi hubiera servido para la pole. El español aprovechó para mandar el mensaje: "Estoy contento de que Charles haya conseguido la pole, este año hemos recibido muchas críticas por la estrategia. Hoy hemos demostrado que somos un equipo muy sólido, que trabajamos juntos, que hay un ambiente óptimo, y que estamos dispuestos a ayudarnos". Por lo de Silverstone...

Calor y aire sucio

En definitiva, la satisfacción por el trabajo realizado y la frustración por el 'lucro censante' 'a priori' acompañarían a Sainz a partes iguales. Tanto Leclerc como el equipo se deshicieron en elogios hacia el español por su trabajo. Al menos, si confirma su ritmo en la carrera, queda la puerta abierta para una de esas carreras épicas que a veces regala el salir desde el fondo de saco de la parrilla. Pero ¿qué margen tendrá Sainz cuando el sábado el F1-75 acusó más degradación de la esperada en las simulaciones?

"Será una carrera difícil porque, con este calor, seguir a otros coches va a poner mucha presión los neumáticos delanteros", anticipó el madrileño ante dos problemas con los que lidiará: el aire sucio y el castigo añadido de las altísimas temperaturas previstas para el gran premio. Leclerc daba a entender que Ferrari había corregido esa degradación el sábado, pero el monegasco parte con el horizonte despejado si no se deja robar la salida por Verstappen. "Hemos trabajado un poco con el coche para la carrera y esperaremos que vaya mejor. La gestión de los neumáticos será importante", reconoció optimista el monegasco.

Sainz tiene velocidad y ritmo, aunque necesitará alguna tirada de dados. Su primer podio en Brasil con McLaren llegó en una situación parecida. "Gracias enormes a Carlos, espero que mañana pueda unirse desde atrás a nosotros por la victoria". De los grandes desafíos, las grandes proezas.

"Nueve décimas más rápido que Verstappen…", le decía su ingeniero a Carlos Sainz con el tono de quien te dice "vas sobrado". "¡Grandissimo!". "Grande, Carlos", le agradecía Charles Leclerc a su compañero por un rebufo propio de inteligencia artificial. Ambas frases definieron la sesión clasificatoria de Carlos Sainz en el Gran Premio de Francia.

Charles Leclerc Gran Premio de Francia Fórmula 1
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