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El desastre de Bakú y los fantasmas del pasado: Ferrari vuelve a ser su peor enemigo
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La fiabilidad noquea a sus pilotos

El desastre de Bakú y los fantasmas del pasado: Ferrari vuelve a ser su peor enemigo

Ahora que ha vuelto a la victoria, es amenazado por una crisis de rendimiento puesta en evidencia por fallos en algunas áreas. Y que pondrá a prueba la nueva cultura de Maranello

Foto: Leclerc ha liderado las tres últimas carreras y no ha ganado ninguna. (Formula1)
Leclerc ha liderado las tres últimas carreras y no ha ganado ninguna. (Formula1)
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A Ferrari no lo derrotan. Se derrota a sí mismo, la tónica desde que se cerrara la época de Michael Schumacher. Las últimas carreras, y la de Azerbaiyán con especial crudeza, han revivido ese estigma latente cuando la escudería tiene opciones para ganar en la Fórmula 1.

En la vuelta 21 no quedaba ningún monoplaza italiano cuando Charles Leclerc y Carlos Sainz habían abandonado por problemas de fiabilidad totalmente diferentes. El monegasco se desplomó en la clasificación y Ferrari abrió una sima con Red Bull equivalente a los puntos de dos dobletes seguidos. ¿Crisis puntual o nueva tendencia? De momento, un envite de envergadura que convoca a los fantasmas del pasado para chequear la fortaleza del nuevo modelo cultural. El que Mattia Binotto intenta imbricar en la esencia de la tradicional cultura latina de Maranello.

La paradoja de Ferrari

La complicidad de Leclerc con Ferrari vive fuertemente tensada. El monegasco no ocultó con su abandono el desconcierto ante la paradoja en que repentinamente se ha envuelto el equipo italiano. "Hemos sido rápidos y no tuvimos grandes problemas en la primera parte de la temporada. Ahora, parece que tenemos más que al comienzo, cuando no cambiábamos nada. Si acaso, hemos mejorado las cosas, así que es difícil de entender por ahora, tenemos que analizarlo, obviamente, porque no tengo la foto global de lo que ha ocurrido hoy". Es demoledor que, tras liderar las tres últimas carreras, no haya ganado ninguna. Y haya abandonado en dos de ellas con el motor noqueado.

Por partes: "La fiabilidad es un factor fundamental de la ecuación global. Para terminar primero, tienes que acabar la carrera, y aún no estamos ahí", reconoció Mattia Binotto tras la carrera del domingo. Si el equipo italiano pasó a una siguiente fase para incrementar la potencia en Miami tras un inicio conservador para asegurar el tiro, son dos fallos terminales en las tres últimas carreras. ¿Se refirió a ello Leclerc?

Ferrari introdujo una nueva evolución aerodinámica en el Gran Premio de España, que recuperó las dos décimas perdidas respecto a Red Bull. El propio Binotto reconoció el domingo que el nuevo alerón trasero introducido en Baku reducía el diferencial de velocidades máximas respecto al monoplaza austríaco. Al margen de que Leclerc hubiera podido o no con Verstappen en Bakú, Ferrari sigue perdiendo terreno frente a Red Bull. ¿Se refería también a ello el monegasco?

"Es lo que nos falta a nosotros"

El rey de Ferrari se está quedando desnudo últimamente. La fase A, las primeras carreras del campeonato, se solventó con el liderazgo de Leclerc. Tan pronto Ferrari pasó a la fase B, los cimientos se tambalean. La victoria de Mónaco se perdió por un clamoroso fallo estratégico. El equipo italiano erró en la parada de Charles en Bakú. Sainz ya acumula algún error en este apartado. El pasado gran premio ha dejado en carne viva la fragilidad de los italianos para luchar contra Red Bull en estos momentos.

"Más que donde estamos respecto a nuestros rivales en la clasificación, la única preocupación de hoy es lo que nos falta", era el honesto examen de conciencia que Binotto practicó en la rueda de prensa posterior. "Hemos tenido problemas de fiabilidad. La salida de Charles no fue perfecta, hubo un error en la parada en boxes... Hemos tenido problemas en las últimas carreras… Así que nos falta mucho para progresar sin mirar a los demás". Efectivamente. Es Ferrari y no los rivales quien se está pegando tiros en el pie cuando hasta hace pocas fechas se antojaba una escuadra sólida y aspirante al título.

"Sin cultura y mentalidad"

Conviene esperar para consolidar el diagnóstico. Pero el equipo italiano muestra cada vez más carencias en áreas que parecían haber sido consolidadas en 2021: fallos estratégicos, operativos y, ahora, de fiabilidad, impropios de un aspirante al título. Cómo se resuelvan en las próximas carreras es el gran desafío para el cambio cultural que Binotto pretende para Ferrari.

Fernando Alonso perdió el título por el harakiri de Abu Dabi en 2010. En 2012, Ferrari fue incapaz de evolucionar su monoplaza en la segunda parte de la temporada, mientras Red Bull le pasó por todos lados en este apartado, un año en que el español aspiró al título hasta la última carrera. La pasada semana, Binotto recordó en una entrevista en la BBC la raíz de los males más recientes de Ferrari. "En 2017, 2018 y 2019 no éramos capaces de evolucionar el coche. En 2017 tuvimos problemas de fiabilidad, nuestros pilotos chocándose uno contra otro, y no teníamos un equipo fuerte en términos de cultura y mentalidad. Y, además, no teníamos las herramientas adecuadas porque introducíamos desarrollos que no trabajaban como se esperaba". En 2017 y 2018, con monoplazas ganadores. En 2019 ya sabemos qué pasó con la FIA, cuyo precio se pagó en 2021.

Desde 2005, Ferrari no ha terminado de perfeccionar la mejor versión de su potencial por causas endógenas más que exógenas. El Gran Premio de Azerbaiyán y las últimas carreras despiertan los fantasmas del pasado. En la mencionada entrevista, Mattia Binotto reafirmó su terapia para remediar los atavismos de Ferrari. "Hemos trabajado mucho en ello, en convertir el error en la oportunidad de una lección aprendida, más que culpar y señalar con el dedo. Se trata de ser suficientemente valientes para escuchar, para hacer cosas con la mente abierta. Se trata de trabajar como equipo, cada individuo entendiendo la responsabilidad común". Con esta pésima racha, Mattia Binotto y los suyos están siendo retados para demostrar que Ferrari ha dejado de ser el peor enemigo de sí mismo.

A Ferrari no lo derrotan. Se derrota a sí mismo, la tónica desde que se cerrara la época de Michael Schumacher. Las últimas carreras, y la de Azerbaiyán con especial crudeza, han revivido ese estigma latente cuando la escudería tiene opciones para ganar en la Fórmula 1.

Charles Leclerc Azerbaiyan
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