Fernando Alonso o la resignación: cuando la cosa con su Alpine en Baku no da más de sí
Se percibía el desencanto en la cara del español al término de la clasificación. Esperaba más tras llegar a la fase final de la clasificación, pero fue décimo y último del grupo
Es posible que Alpine, si se atiene a la tendencia reciente de su evolución técnica, haya desarrollado su coche para hacerlo más competitivo o cuando menos más regular y estable en carrera. El precio a pagar está cada vez más claro: perder velocidad a una vuelta rápida y con ello la posibilidad de lograr un buen puesto en parrilla. El propio Fernando Alonso alertó de esta situación cuando reconoció que han perdido 'punch' en clasificación respecto al principio de temporada, pero que ahora en carrera el coche tiene un rendimiento más constante.
Las decepciones en este sentido empezaron a ser notorias, pues, a pesar de unas buenas posiciones en parrilla, rara vez se tornaban en mejores puestos al final de la carrera. Más bien lo contrario, considerándose casi un triunfo que se mantuvieran los mismos puestos. Esta puede ser la explicación al relativamente pobre rendimiento del piloto español con su Alpine en la fase decisiva de la clasificación, donde nada le sirvió pasar el corte de los diez mejores. No mejoró ninguna posición.
Sacrificar el sábado en beneficio del domingo
No parece que la respuesta esté en que le haya salido una vuelta anodina a Fernando, pues fue casi cuatro décimas más rápida que en la Q2. Esto indica que su Alpine quizá tiene en esa posición su techo, tal y como reconoció el piloto español al término de la clasificación: "Es una mezcla de sensaciones, porque ayer (por el viernes) íbamos bastante rápido y esperábamos un poco más de hoy. Sin embargo, estamos el décimo y el decimotercero, así que es un poco la realidad que nos encontramos los sábados, donde perdemos competitividad".
Si se pone en contexto la situación, pasar a la fase final de la Q3 fue bastante meritorio. No obstante, si se intuye ese límite de competitividad de su coche, el asturiano y su equipo podrían haber arriesgado a salir los últimos. Con la pista en su punto óptimo y quién sabe si con el rebufo de otro coche, lograr una posición mejor. El peligro es que hubiera salido alguna bandera amarilla. De este modo quedarse sin oportunidad de realizar el último intento, pero a fin de cuentas el que tiene un coche poco competitivo es el que menos tiene que perder a la hora de hacer este tipo de tácticas.
El circuito de la capital de Azerbaiyán siempre brinda situaciones complicadas y en esta ocasión no fue distinto. Lance Stroll impactó por dos veces su Aston Martin contra los muros. Esto motivó una parte final de la sesión muy caótica, donde incluso Alex Albon acusó a Fernando Alonso de haberle estorbado en su intento final. "Yo iba con neumáticos usados en los momentos finales de la Q1", explicó el bicampeón mundial. "Quizá iba más despacio que ellos, pero esto es Bakú y, si hubieran arrancado el coche un minuto antes, hubieran estado delante de mí. Muchos íbamos con neumáticos y frenos fríos y había mucho caos con todos intentando tomar posición en pista. Incluso vimos a algunos pilotos tocando las paredes. Cuando yo fui de línea no había nada que pudiera hacer y me fui por la escapatoria".
🏁 That’s the chequered flag on qualifying.
— BWT Alpine F1 Team (@AlpineF1Team) June 11, 2022
Fernando will start the #AzerbaijanGP in P10, Esteban P13. 🇦🇿 pic.twitter.com/s29flXkS3S
Una carrera impredecible
A pesar de las dificultades vividas en la clasificación, Bakú es uno de los trazados menos predecibles de la temporada a nivel de resultados. Pese a su naturaleza urbana, ofrece dos puntos claros donde se pueden realizar adelantamientos. Así como las vicisitudes de todo tipo que suceden como consecuencia de los frecuentes toques contra los muros que, junto con las probables entradas del 'safety-car', pueden dar vuelcos en cualquier momento a la carrera. "Hoy lo vimos sin ir más lejos", recalcó Fernando. "Yo cometí un error en la curva 15, Sebastian Vettel se chocó en ese mismo punto, los McLaren también, así que van a pasar cosas mañana. Hay que estar atentos y concentrados porque será una carrera llena de trampas".
Como el propio piloto de Oviedo explicó, aún queda mucho por analizar para ver si puede mejorarse el ritmo en carrera. Lo cierto es que no hubo un problema particular con el coche y las vueltas además que le salieron fueron buenas. Simplemente, faltaban esas tres o cuatro décimas que le acercaran a los Mercedes, que son el objetivo más realista a día de hoy para el equipo francés.
"Será una carrera desafiante", concluyó esperanzado Fernando. "Cualquier cosa puede suceder aquí en Bakú. Los puntos se anotan mañana y estoy deseando ver qué podemos hacer, especialmente con nuestra configuración de carga aerodinámica más baja". Los McLaren de Norris y Ricciardo, que parte justo detrás del asturiano, han optado por una estrategia parecida: sacrificar la posición en parrilla por asegurar un coche con capacidad de adelantar en la carrera. No cabe duda que los ingredientes para una carrera emocionante y donde se vea el oficio del piloto español están ahí.
Es posible que Alpine, si se atiene a la tendencia reciente de su evolución técnica, haya desarrollado su coche para hacerlo más competitivo o cuando menos más regular y estable en carrera. El precio a pagar está cada vez más claro: perder velocidad a una vuelta rápida y con ello la posibilidad de lograr un buen puesto en parrilla. El propio Fernando Alonso alertó de esta situación cuando reconoció que han perdido 'punch' en clasificación respecto al principio de temporada, pero que ahora en carrera el coche tiene un rendimiento más constante.
- ¿Tiene los días contados el Gran Premio de Mónaco, la joya de la corona de la Fórmula 1? Pablo de Villota
- Roban a Vettel en Barcelona y el piloto de Fórmula 1 persigue a los ladrones en patinete El Confidencial
- Por qué la Fórmula 1 pasa de la ruina absoluta al síndrome del nuevo rico en cinco años Pablo de Villota