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Roberto Merhi, y la vida después de la F1: "Estar mucho tiempo en casa te agobia"
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DESPUÉS DE AUSTRALIA, JAPÓN

Roberto Merhi, y la vida después de la F1: "Estar mucho tiempo en casa te agobia"

El piloto castellonense explica su vida después de la Fórmula 1 y reflexiona sobre la experiencia después de pasar por la cúspide del automovilismo y sus diferentes programas desde entonces

Foto: Roberto Merhi inicia otra aventura deportiva, ahora en Japón (Roberto Merhi Twitter)
Roberto Merhi inicia otra aventura deportiva, ahora en Japón (Roberto Merhi Twitter)

Roberto Merhi inicia otra nueva etapa en su carrera deportiva. El piloto castellonense anunciaba estos días que participará en el campeonato Super GT de Japón, donde antes compitieran Pedro de la Rosa, Lucas Ordoñez o Alex Palou. Un campeonato ultraprofesional que abre otro capítulo en la trayectoria de Merhi tras su salida de la Fórmula 1. Porque hay vida más allá, aunque no siempre resulte fácil. De ello hablamos en la siguiente entrevista, en la que el piloto explica cómo ha sido su vida tras alcanzar lo que se considera la cúspide del automovilismo.

PREGUNTA: El año pasado emigró a Australia, al al S500 Tasman Series, y ahora a Japón. Se mantiene cerca de casa ¿no?

RESPUESTA: Bueno, Australia estaba aún más lejos (risas). Bueno, el tema de Japón comenzò precisamente cuando el año pasado corrí en Australia, y a mi compañero de equipo (Yoshiaki Katayama) le intentaba ayudar con el ingeniero y la telemetría. Yosi, mi compañero ahora en Japón, me llamó hace dos semanas para preguntarme si quería correr con él en Japón. Siempre he querido correr allí porque me gusta mucho el tipo de circuitos que tienen. Cuando he rodado en Suzuka y Fuji son dos circuitazos. En el GT van con neumáticos evolucionados, algo que me gusta mucho en un coche, mucho grip de neumáticos y circuitos divertidos. Aparte, el país es muy diferente, y todo lo que sean probar cosas nuevas me gusta.

placeholder Merhi, con el equipo Manor en Yas Marina en la Fórmula 1, 2015 (REUTERS/Hamad I Mohammed)
Merhi, con el equipo Manor en Yas Marina en la Fórmula 1, 2015 (REUTERS/Hamad I Mohammed)

P: ¿Cambiará entonces Benicassim por Japón?

R: Ellos me han ofrecido pagarme los billetes entre carrera y carrera, pero de momento he pedido quedarme allí después de la primera a principios de mayo, hasta final de mes. Les he dicho que me gustaría quedarme a conocer el equipo. Y además me puedo llevar la bicicleta, en la primera carrera tengo el Monte Fuji, para subirlo (risas). Me seduce mucho conocer la cultura japonesa. He ido a Japón en 2014 y 2015 con la Fórmula 1, y en el 2016 estuve con el WEC. Siempre que he ido me ha gustado, y todo lo que he visto es muy interesante para aprender esa cultura tan singular.

P: Su experiencia en la Fórmula 1 con Manor no fue fácil ¿Qué poso le dejó, una vez fuera? Otros pilotos desean volver a toda costa. ¿La echó de menos después, una vez conocida por dentro?

R: Bueno, es un poco raro¿no? porque estás en Fórmula 1 y está muy bien todo lo que la rodeaba, pero no teníamos un coche para hacer nada. A la hora de salir a pista faltaba coche, te sentías muy inferior en esas condiciones. Y eso no te divierte, al menos a mí, que soy una persona muy competitiva en todo lo que hago, y no se disfrutaba por culpa de un coche que no iba, ese era el tema. Me acuerdo que en la primera carrera estaba superilusionado, la segunda un poco menos, y en la tercera, en Bahrein, ya no quería seguir. Para llevar este coche, prefería irme a casa. Porque si no voy bien no soy feliz.

P: Cuando se deja la Formula 1, a algunos pilotos les entra un bajón, pierden la ilusión porque era su gran objetivo, y no les apetece otras categorías al principio ¿Con qué mentalidad dejó la Fórmula 1, y cómo veía la vida después?

R: Es complicado sin patrocinadores poder seguir en la Fórmula 1, pero también dejarlo porque te ves en lo alto de la cresta, y volver a bajar es difícil siempre. Pero tenias que intentar hacer algo que te guste y te llene, y hacerlo lo mejor posible.

P¿Cómo se buscaba la vida? ¿Se planteó decir hasta aquí y retirarse?

R: Tuve la suerte de que estaba con Manor en la Fórmula 1, luego se lanzaron al mundo de la resistencia y contaron conmigo. Me apetecia hacer las 24 Horas de Le Mans, primero hacer LMP2 y luego querían construir un LMP1 con un dinero chino que luego nunca llegó, como pasa muchas veces en este mundo. Fue un año divertido que estuvo muy bien. Luego fue bastante complicado poder seguir. Hable con Toyota también, pero todo el mundo redujo coches y plazas en LMP1, Audi se marchaba… Fue una pena no haber podido conseguir un asiento entonces, porque en 2016 hice un Le Mans que no se podía hacer mejor. Entonces, aquello deprimía un poco.

P: Sigue colaborando desde entonces con un equipo de Formula 1 en el simulador, durante los fines de semana de gran premio. ¿Cómo es esa experiencia aparentemente más oscura, como el futbolista que entrena entre semana y luego está en el banquillo? Nunca ha revelado públicamente el nombre del equipo...

P: Sí, no me dejan, no me dejan... La verdad es que ves todo de otra manera. Cuando estás en el circuito crees que todo gira en torno a ti y tu coche, pero haciendo esto te das cuenta que en la fábrica se hace un trabajo increíble. Me acuerdo de una carrera, que era a hora cambiada en Europa. El trabajo en el simulador es una locura, tú empiezas a trabajar a las dos de la mañana y sales a las seis de la tarde, y así tres días, de jueves a sábado. Tres días sin dormir. Me acuerdo entre tanda y tanda del simulador les decía a los ingenieros que me quedaba dormido entre sesión y sesión con los guantes y el casco puestos. Había muchísima gente trabajando, y en una de esas carreras los pilotos del mismo equipo se chocaron en la primera vuelta. Y te decías ‘¡ostras! Todo el trabajo que hemos hecho hasta aquí para nada. Es una putada”. Entonces te hace ver las cosas desde otro punto de vista para entender las cosas.

P: ¿Es complicado ese mundo que no se ve, que está en marcha durante un gran premio? ¿Es decisivo para el resultado en el gran premio?

R: Sí que lo es, es bastante complejo. Pero también hay un plan de trabajo que es sota caballo y rey. Prueban pocas cosas, con un planning marcado, y no salen de él. A veces te gustaría decirles “oye, porque no probamos esto que ha funcionado delante y lo combinamos con lo de detrás”. Pero es un trabajo que te mandan de arriba, lo probamos, das el ‘feedback’, y lo que nosotros decimos es lo que van a meter en el coche al día siguiente.

P: El Mundial de Resistencia y Le Mans comienza una nueva era en la que habrá casi una decena de equipos oficiales, Toyota, Ferrari, Peugeot, BMW, Audi, Porsche... Se necesitarán pilotos de alto nivel ¿Podrá encontrar un sitio Roberto Merhi, con su experiencia, en uno de ellos? ¿Quiere volver a correr en las 24 Horas?

R: Le Mans es un poco como lo de la Fórmula 1 que te decía antes, claro que te gusta la carrera, pero el año pasado no me gustó nada porque nuestro coche no iba bien, nos faltaban 6/8 km por vuelta y era una barbaridad, te costaba dos segundos por vuelta, no disfruté mucho. Mi coche no era igual que otro del equipo, lo veías en la telemetría perfectamente. Entonces es una carrera muy larga para ir con un coche malo. En 2016 me divertí como un enano, en 2020, por el objetivo que teníamos (terminar con un piloto amateur maduro), pero no el año pasado. Con un buen coche y buenos compañeros es una carrera muy, muy chula.

P: La de un piloto de carreras es una vida de trotamundos, ¿Qué filosofía se desarrolla para ir afrontando tantos proyectos diferentes después de la Fórmula 1, ¿Le gusta este tipo de vida?

R: Me encanta, viajar y descubir sitios nuevos me encanta. En Australia estuve un mes y medio, aprendí y vi muchas cosas. Y a Japón siempre he querido ir desde que dejé la Fórmula 1, como a América. Piensa que somos personas que estamos acostumbrados a viajar mucho por las carreras, y estar mucho tiempo en casa le agobia a uno. Lo de Japón es una oportunidad que estoy deseando empezar.

P: Alex Espargaró reconocía recientemente que la bicicleta le ayudó a superar las frustraciones de la moto y la competición y le ordenó también su vida. Su afición a la bicicleta y su nivel es muy superior a la media de otros pilotos que también usan la bici como entranamiento...

R: Si te digo la verdad, lo que más me gusta es… Por ejemplo, cuando voy a Spa, el circuito es muy divertido, pero el resto es muy aburrido. Estos aúltimos años cuando me llevo la bici voy más días y me lo paso mejor. Lo que más me gusta de la bici es descubrir sitios nuevos, la naturaleza. Cuando estuve en Australia me llevé la bicicleta, y descubres mejor el país. No haces tantos kilómetros como con el coche, pero no vas por autospista, que es más aburrido. Y ves sitios muy bonitos, descubres cosas que si no es por la bici no las verías nunca. Aparte, hacer deporte, que me encanta y si voy en grupeta me lo paso mejor, y machacarte, claro (risas)

Roberto Merhi inicia otra nueva etapa en su carrera deportiva. El piloto castellonense anunciaba estos días que participará en el campeonato Super GT de Japón, donde antes compitieran Pedro de la Rosa, Lucas Ordoñez o Alex Palou. Un campeonato ultraprofesional que abre otro capítulo en la trayectoria de Merhi tras su salida de la Fórmula 1. Porque hay vida más allá, aunque no siempre resulte fácil. De ello hablamos en la siguiente entrevista, en la que el piloto explica cómo ha sido su vida tras alcanzar lo que se considera la cúspide del automovilismo.

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