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Fernando Alonso, Alpine y la importancia de reconocer un fracaso sin paliativos
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MAL DEBUT DEL EQUIPO FRANCÉS

Fernando Alonso, Alpine y la importancia de reconocer un fracaso sin paliativos

El comienzo de temporada del equipo de Fernando Alonso no pudo ser más desalentador. Cuanto antes se asuma la realidad del desastre, antes volverá el crédito para seguir soñando

Foto: Los Alpine decepcionaron en Baréin. (Reuters/Hamad I Mohammed)
Los Alpine decepcionaron en Baréin. (Reuters/Hamad I Mohammed)
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Las ganas de volver a ver a Fernando Alonso en lo alto del podio buscaban encontrar el vaso medio lleno, cuando a veces no quedan apenas unas gotas de agua. Como en la época final de McLaren, corre peligro también en Alpine. Quizás haya que empezar a llamar a las cosas por su nombre. El bicampeón mundial sigue en su mejor forma, pero lleva muchos (demasiados) años malgastando su talento en equipos y coches de renombre, pero nula competitividad. El equipo francés corre el peligro de ser el último y doloroso ejemplo.

"Entrar en los puntos siempre es el objetivo en cualquier carrera y lo hemos conseguido en esta primera, no sin dificultades, porque tuvimos muchísima degradación y empezamos a parar en la vuelta 11. Pero al final teníamos ritmo en alguna parte de la prueba", explicó el piloto asturiano al bajarse del coche. Degradación brutal de neumáticos, mal comportamiento del coche, Alonso puntuó gracias al abandono 'in extremis' de los dos Red Bull. El español realizaba, así, un ejercicio de resignación, pero, ¿es la imagen que en carrera dio el A522 en manos de Alonso y Ocon lo que se esperaba para esta nueva era?

placeholder Ferrari pidió tiempo para reconstruirse y ha respondido bien. (EFE/EPA/Ali Haider)
Ferrari pidió tiempo para reconstruirse y ha respondido bien. (EFE/EPA/Ali Haider)

¿Por qué Ferrari sí y Alpine no?

Mercedes sufría de un 'efecto rebote' incurable en sus coches, su motor ya no era el más poderoso, que si degradaban alarmantemente sus neumáticos... Pero Lewis Hamilton y George Russell acabaron tercero y cuarto en la carrera inicial de la temporada. Ya quisiera Alpine los problemas de Mercedes. A consecuencia del cambio reglamentario, todos empezaban con un folio en blanco. En el pasado, Alpine podía tener excusas. En el presente, no.

Porque mientras el equipo francés admitió haber abandonado el desarrollo de su coche a principios de la temporada pasada para concentrarse en el nuevo reglamento, tanto Red Bull como Mercedes dividieron esfuerzos entre el desarrollo del monoplaza nuevo y la evolución de sus coches hasta la última carrera de 2021. Ferrari reconoció estar en un programa de reconstrucción a dos años y el fruto se vio este fin de semana. Ya se analizará a lo largo del año si son capaces de derrotar a Red Bull y a Mercedes. La comparación ante la situación de Alpine es sonrojante.

Alpine estaba en clasificación a 1,6 segundos de la pole. Los puntos llegaron fundamentalmente gracias a los abandonos sucesivos de Gasly, Verstappen y Pérez en las vueltas finales de carrera. Pero cabe exigir a Alpine el lugar donde hoy está Ferrari. Tampoco su equipo técnico es peor que el de Maranello, y el 95% del personal de Alpine es tan competente o más como el de Red Bull o Mercedes, y también en cuanto a recursos materiales o económicos. Se trata de un problema evidente de gestión empresarial.

Problemas que vienen de lejos

Los problemas comienzan en la época de un Cyril Abiteboul, cuya posición se debía más a su conexión con la cúpula del Grupo Renault que a sus cualidades profesionales. Su sucesor, Marcin Budkowski, en lugar de centrarse en su rol técnico, estaba más preocupado de asumir el liderazgo frente a Davide Brivio, al que desde el inicio le hizo la cama. El ego del polaco acabó con su salida del equipo y su sustitución por Ottmar Szafnauer, un veterano con experiencia de gestión que tendrá que poner orden en Enstone. Un trabajo que no será cuestión de pocas semanas, precisamente.

Es pronto para saber si las decisiones tomadas por Laurent Rossi, CEO de Alpine, acertarán o no para revertir la suerte del equipo o, por el contrario, puede ser parte del problema. En un año, todos los puestos de responsabilidad del equipo han sido cambiados. Incluso Alain Prost, polémica incluida, con un estilo que parece haber acompañado otras decisiones.

Para quien más ha apoyado la continuidad en la Fórmula 1 del Grupo Renault, Luca de Meo, la situación no es fácil. Se trata de una apuesta personal, pero de momento el proyecto hace agua. Rossi habla de un proyecto de cien carreras, a varios años vista, para llevar al equipo a ganar nuevamente. De momento, no consuela que McLaren o Aston Martin lo hayan hecho aún peor. Cuando Haas, con un motor Ferrari, ha pasado por encima a los Alpine, es un fracaso sin paliativos. Al menos, para empezar. Lo que venga en el futuro, aún está por ver. De momento, mejor reconocer la realidad sin paños calientes.

Las ganas de volver a ver a Fernando Alonso en lo alto del podio buscaban encontrar el vaso medio lleno, cuando a veces no quedan apenas unas gotas de agua. Como en la época final de McLaren, corre peligro también en Alpine. Quizás haya que empezar a llamar a las cosas por su nombre. El bicampeón mundial sigue en su mejor forma, pero lleva muchos (demasiados) años malgastando su talento en equipos y coches de renombre, pero nula competitividad. El equipo francés corre el peligro de ser el último y doloroso ejemplo.

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