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"Hazme casito": por qué la retirada de Lewis Hamilton tenía tan poca credibilidad
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EN SILENCIO DESDE EL FINAL DEL CAMPEONATO

"Hazme casito": por qué la retirada de Lewis Hamilton tenía tan poca credibilidad

Hamilton rompía su silencio esta semana, despejando los rumores de una posible retirada. Pero otros factores jugaban entre bastidores, al margen de su decepción y su desconexión

Foto: Mercedes ha contribuido a alimentar la incertidumbre. (Reuters/Kamran Jebreili)
Mercedes ha contribuido a alimentar la incertidumbre. (Reuters/Kamran Jebreili)

Solo el propio protagonista puede conocer esa dolorosa sensación. Tras quince años en la Fórmula 1, estás a una vuelta de lograr el octavo título para reinar en solitario en el Olimpo de los Campeones. Pero una polémica gestión del final de la carrera pincha semejante burbuja en la última vuelta de un campeonato peleado a muerte contra ese rival que te adelanta con la bandera a cuadros a la vista. Luego, durante meses, se hizo el silencio.

Lewis Hamilton lanzaba el lunes su mensaje con una foto desde el Cañón del Colorado. "He vuelto", anunciaba. Al menos, a las redes sociales. Es de esperar que también lo haga a los circuitos. Ponía fin a meses de incertidumbre sobre su futuro. "Desilusionado", era el diagnóstico más generalizado para justificar el silencio y las dudas sobre su continuidad. Pero su reaparición no ha sorprendido a quienes conocen los patrones de su singular personalidad. ¿O todavía queda recorrido en ese juego de ausencias que podría no haber terminado?

"Y va vestido así..."

La retirada con el octavo título hubiera sido lógica. Estadísticas únicas y una aureola mítica fuera de la Fórmula 1 le acompañarían toda su vida. Pero el desenlace de Abu Dabi abría varios frentes. Por un lado, la brutal decepción personal y de injusticia que mermaba su motivación para seguir, con la comprensible necesidad de descompresión tras una temporada asfixiante.

Por otro, la hoguera política todavía latente y bien alimentada por Mercedes, en la que Toto Wolff ha reconocido que piloto y equipo "están alineados" en sus objetivos. Pero este episodio también ha servido para explotar esa vertiente de su personalidad ya conocida, caracterizada por una singular necesidad de atención, cierto punto victimista y explotación de un sentido épico de los acontecimientos.

Hamilton insiste frecuentemente en el recuerdo a sus humildes orígenes para magnificar su éxito personal. Muestra de fidelidad a los inicios, pero también es una imagen de marca repetida hasta la saciedad. Sus discursos por la radio en carrera recuerdan al Nigel Mansell y su 'yo contra el mundo y contra todos'. Hamilton busca el foco en la vertiente personal más que la mayoría de sus compañeros. "Creo que empeora con los años, le veo un poco más perdido, tiene poca relación con todos, estos años se aisló, está un poco en el mundo de la moda, y va vestido así…", bromeaba Fernando Alonso en un reciente programa televisivo cuando le preguntaban por Hamilton. Sus desfiles de moda los jueves al entrar al circuito son solo una anecdótica manifestación de esa personalidad, entre narcisista y necesitada de atención. Otros dirían que fruto de sus complejos personales de la infancia.

La "plataforma de la Fórmula 1"

Sin despreciar su generosidad en el liderazgo social que persigue, este también se antoja como otro instrumento de sobrecompensación de esas carencias. Hamilton también busca la aprobación de aquellos sectores de prestigio social (moda, música, cine) a los que quiere acceder. Él mismo ha reconocido que prepara su carrera después de la Fórmula 1 por el temor al vacío en el que caen otras grandes estrellas. "Creo que lo mejor que me ha dado la Formula 1 y esta plataforma es que puedo hacer lo que quiera para seguir adelante", reconocía recientemente en una entrevista.

Derrotado por Verstappen, renunciando a 50 millones de dólares en el año que le queda de contrato, perdiendo esa plataforma global.... ¿alguien pensaba que Lewis Hamilton se iba a retirar de verdad? Su posible adiós se antojaba, en definitiva, otra manifestación de ese 'hazme casito' con el que, en afortunada expresión, le definía alguien que le ha conocido muy de cerca. Ahora, los acontecimientos parecen confirmarlo.

¿La cabeza de Masi?

Sin dudar de su genuina decepción, sin duda brutal, existen otros intereses en juego entre bastidores y cabe mirar más lejos. Desde el día siguiente al Gran Premio de Abu Dabi, Toto Wolff dejó muy claro que Mercedes y Hamilton buscaban una respuesta de la FIA para compensar su renuncia a emprender acciones legales contra la gestión de Michael Masi. Con un meditado discurso, Wolff ha llegado a insinuar que la continuidad del británico dependería de esa resolución. Mohamed Bin Sulayen, el nuevo presidente, no ha debido emprender un proceso de análisis de la gestión en pista de la Fórmula 1 y del episodio concreto de Yas Marina. La cabeza de Michael Masi podría ser una de las exigencias de Mercedes, atendiendo a los discursos del austríaco durante este invierno.

Estos últimos días surgían algunos rumores sobre posibles sustitutos de Masi. Curiosamente, Christian Horner salía en defensa del actual director de carrera, para el que pedía un equipo de refuerzo en la gestión de los Grandes Premios, pero no su destitución. Las conclusiones del proceso de análisis se conocerán públicamente en el Gran Premio de Baréin. Pero, ¿se ha tomado ya la decisión de cesar a Masi y Hamilton y Wolff están satisfechos? ¿Era un órdago al estilo 'o Hamilton o Masi'? ¿Por ello la reaparición del piloto? Aún falta algún tiempo para conocer si la hipótesis es cierta o no. De momento, la pretemporada está a la vuelta de la esquina

Pero ahora que Lewis Hamilton está de vuelta -si alguna vez realmente se fue- llega otro desafío: descubrir si Mercedes le permitirá mantener su posición de dominio o aspiración a victorias y títulos con el nuevo reglamento. Gracias a su equipo, desde 2014 Hamilton se ha podido permitir un posicionamiento social y personal tanto en la Fórmula 1 como fuera de ella, imposible sin tantos éxitos. ¿Mantendría su motivación a base de pico y pala, como tantos de sus rivales estos años, de no ser así? Su 'retorno' todavía está por confirmar.

Solo el propio protagonista puede conocer esa dolorosa sensación. Tras quince años en la Fórmula 1, estás a una vuelta de lograr el octavo título para reinar en solitario en el Olimpo de los Campeones. Pero una polémica gestión del final de la carrera pincha semejante burbuja en la última vuelta de un campeonato peleado a muerte contra ese rival que te adelanta con la bandera a cuadros a la vista. Luego, durante meses, se hizo el silencio.

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