Se acabó la rodilla en el suelo en la F1: "No tenemos qué hacer política en la pista"

Nadie podía imaginar que el 25 de mayo de 2020 cambiaría la Fórmula 1, al menos socialmente hablando, por algo muy alejado de los circuitos. Aquel día, la policía de EEUU acabó con la vida de un ciudadano negro llamado George Floyd, algo que trascendió fronteras y todo tipo de barreras. Aquel homicidio fue el inicio del movimiento 'Black Lives Matters', del que pronto Lewis Hamilton se convirtió en uno de sus adalides dándole repercusión a través de la F1. Pero, hoy, esa acción ha llegado a su fin.

El piloto de Mercedes, junto a la FIA y a la F1, decidió encabezar una campaña de concienciación social en contra de la xenofobia. Con camisetas contra el racismo y la rodilla al suelo -imitando a 'quaterback' Colin Kaepernick-, la imagen comenzó a dar la vuelta al mundo, una protesta muy potente contra el racismo, posiblemente la mejor publicidad para promover los valores de igualdad del deporte. Pero, pronto, lo que era un mensaje idílico comenzó a tomar cierto tono político.

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Javier Rubio

Esa situación dio lugar a que algunos pilotos comenzara a dejar de comulgar con un ritual que, en realidad, se había convertido en una imposición: la rodilla en el suelo como único símbolo contra el racismo. Gente como Max Verstappen, Kimi Raikkonen, Charles Leclerc o el propio Carlos Sainz decidieron dejar de hacer este gesto. Habían dicho no a seguir con la moda -si bien siguieron mostrando su rotundo no al racismo-, y empezaron a llover las críticas, entre ellas, la de Hamilton.

El británico aseguró que muchos lo habían dejado de hacer por la presión que habían recibido en su país, algo ante lo que saltó el propio Sainz: "¿Qué tendrá que ver arrodillarse con ser racista o no? No lo veo claro, para mí, no hay por donde cogerlo. Pido que se abandone ya el tema, porque se está consiguiendo que sea más una cuestión de quién se arrodilla o no que una muestra de lucha contra el racismo". Ahora, varios meses después, la F1 ha tomado cartas en el asunto.

Ha sido el CEO de la organización, Stefano Domenicalli, quien ha anunciado que se acabó aquello de hincar la rodilla en el suelo antes de los Grandes Premios. Al menos, de manera oficial y auspiciado por el propio campeonato: "No tenemos que hacer política en la pista. El gesto ya ha sido importante para los que creían que era un gesto importante. Necesitamos respetar a todos como siempre, pero ahora es el momento de seguir adelante y tomar otras medidas", afirmaba a 'Sky F1'.

La F1 tiene claro que la lucha contra el racismo debe de ser uno de los pilares de su estrategia fuera y dentro de los circuitos, pero también está convencida de que la escenificación previa a las carreras ya no tiene sentido. La idea es continuar haciendo acciones para acabar con una de las lacras del siglo XXI o, en palabras de Domenicalli, "pasar del gesto a la acción". Es decir, nada de 'teatrillos' en pista y sí hechos concretos para luchar contra la xenofobia.

Así, la F1 acaba de manera radical con una de las imágenes más potentes de los últimos años, esa de la rodilla a tierra antes de las carreras. Y, por cierto, ¿qué pensará el propio Hamilton al respecto? 'Sky F1' asegura que ha sido debidamente informado de los planes de la organización, aunque poco o nada ha trascendido sobre su reacción al respecto. Quizá sea incluso positivo para él: de tanto hincar la rodilla durante la temporada, también terminó por hacerlo ante Verstappen en Abu Dabi...