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Fernando Alonso pinchó en el peor circuito para no estar fundido con su monoplaza
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Decimotercero con Ocon noveno

Fernando Alonso pinchó en el peor circuito para no estar fundido con su monoplaza

Desde los libres de la mañana Alonso se encontró con un monoplaza diferente que no le daba la confianza necesaria para una pista brutal y, a diferencia de Ocon, se quedó en el Q2

Foto: Alonso no tuvo una buena sesión clasificatoria, con un monoplaza diferente desde los terceros libres. (Reuters/Ahmed Shibah)
Alonso no tuvo una buena sesión clasificatoria, con un monoplaza diferente desde los terceros libres. (Reuters/Ahmed Shibah)

Jeddah Corniche no es el mejor circuito para cometer errores, ni menos para no sentirse fundido con el monoplaza entre manos. Fernando Alonso vivió la experiencia en una sesión clasificatoria que le descolgó de un Q3 al que sí accedía Esteban Ocon. Más al contrario, hasta parecía haber sufrido al volante.

Alpine no mantenía su listón del viernes, pero sí contaba con un A5521 para auparse entre los diez primeros. Había que optimizar vueltas espeluznantes de cada piloto, independientemente del nivel de su monoplaza. Daba igual que se tratara de Verstappen, Hamilton, o Mazepin. Pero desde el minuto uno del partido clasificatorio se apreció que algo no estaba sintonizando entre el piloto español y su máquina.

"Hoy la parte trasera del coche tenía un comportamiento muy extraño, así que hay que investigar qué es realmente lo que se nos ha escapado, ya que hoy era realmente difícil de conducir el coche y ahora ya no lo podemos tocar, está en parque cerrado, pero de cara a Abu Dhabi a ver si sabemos el porqué", confesaba Alonso tras bajarse de su monoplaza. Para la carrera, no parece que haya más esperanzas de mejorar este aspecto. Más que en el ritmo de carrera, Alonso parece confiar en pescar la trucha de los puntos si el río está revuelto.

Siempre a la estela de Ocon

¿Y por qué Ocon si pasaba al Q3 y no el español? Ya desde el Q1 las diferencias entre ambos eran nítidas a favor del francés, que se ampliaron a medida que los tiempos iban bajando y ya no hubo comparación directa en el Q3 por ausencia del piloto español. Q1: Sexto Ocon 1:29.508, octavo Alonso con 1:29.651. La diferencia se ampliaba a dos décimas con el segundo juego, aunque ambos monoplazas pasaban a la siguiente ronda. Casi dos décimas de desventaja en el primer intento del Q2. Último juego: Ocon, 1:28.574, noveno, por 1:28.920 del español, a casi cuatro decimas. Evidentemente, algo fallaba. Alonso no era el mismo del día anterior ni tampoco tenía respuesta para los tiempos de su compañero. "Fernando no ha estado contento con su coche en todo el día, no ha tenido la parte trasera plantada que tenía ayer y no ha podido empujar como quería" apuntaba Alan Permane, el director deportivo del equipo.

"Ocon y yo tenemos dos coches totalmente diferentes, con la misma puesta a punto dos equilibrios completamente diferentes, dos comentarios completamente diferentes, y no sabemos el por qué. O sea, yo tendría que bajar unos diez grados el alerón de delante para tener el mismo comportamiento, así que tenemos que entender eso", comentó después de la sesión, extrañado de las discrepancias entre los dos monoplazas reglados de forma idéntica, pero con diferente comportamiento. Y dados los varios juegos utilizados por ambos pilotos, no cabía atribuirla a disparidad de rendimiento de un juego de neumáticos.

"Fue una sesión complicada para nosotros esta noche. Ayer, el coche se sentía rápido y tenía un buen equilibrio, pero hoy, desde la FP3 y hasta la clasificación, el coche se sentía muy diferente", analizaba posteriormente. "En un circuito urbano, y acercándote a las paredes, es bastante complicado cuando no estás del todo cómodo con el equilibrio". Evidentemente, así fue y encontró su límite, que no era el del monoplaza. Ocon presentaba el perfil opuesto. "Tengo la confianza en el coche, que se necesita aquí para poder avanzar realmente en las vueltas con poco combustible. Es una pena que no pudiéramos poner ambos coches en la Q3", comentaba luego el francés.

Todo son incógnitas

El GP de Arabia Saudí se abre a multitud de incógnitas por tratarse de la primera carrera de Fórmula 1 en el trazado saudí. Desde la degradación -que se espera baja- a los pelotones que se formarán en un trazado velocísimo y, sobre el papel, con gran dificultad para adelantar. El tráfico y los doblados también jugarán su papel, así como los posibles errores de cualquier piloto que terminen contra el muro. Parece imposible que no salga el coche de seguridad, y no una sola vez.

"Va a ser un circuito difícil de adelantar, pero los puntos siguen estando ahí mañana. Pueden ser unas carreras locas como las hay en Bakú, Mónaco, con coches de seguridad, diferentes estrategias…" anticipaba el piloto español, no que daba sensación de tenerlas consigo respecto a su máquina. "De cara a mañana, igual no (se pueda) solucionar el problema del comportamiento, y seguramente no vaya a estar cómodo en carrera de todas maneras, pero a ver si podemos hacer una buena estrategia y sumar puntos. Vimos en la Fórmula 2 que hubo más adelantamientos de los esperados así que, aunque creo que será más difícil para nosotros seguir a velocidades tan altas, tenemos la esperanza de recuperar terreno mañana. Espero tener una carrera limpia, debemos asegurarnos de sumar más puntos en nuestra batalla por el quinto lugar".

Jeddah Corniche no es el mejor circuito para cometer errores, ni menos para no sentirse fundido con el monoplaza entre manos. Fernando Alonso vivió la experiencia en una sesión clasificatoria que le descolgó de un Q3 al que sí accedía Esteban Ocon. Más al contrario, hasta parecía haber sufrido al volante.

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