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Por qué Verstappen está ganando a Hamilton la batalla psicológica más que la técnica
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Lucha fuera de la pista

Por qué Verstappen está ganando a Hamilton la batalla psicológica más que la técnica

Desde el punto de vista psicológico, el GP de México mostró a un Lewis que parece más vulnerable que Max. El psicólogo deportivo Javier Bonilla da más pista al respecto

Foto: Verstappen y Hamilton en el podium de Mexico
Verstappen y Hamilton en el podium de Mexico

Hay ciertos detalles que sin duda hacen mella en la confianza de un piloto y al mismo tiempo fortalece la de su rival. Uno de ellos pudo verse claramente en cómo Max Verstappen se merendó a los dos Mercedes en la primera curva del Autódromo Hermanos Rodríguez. Despues del shock que supuso para el holandés y RedBull verse superado por Bottas y por Hamilton el sábado, a pesar de haber sido regularmente más rápido durante el fin de semana, el desánimo podría haber cundido en su campo. Pero no fue así. Nada más bajarse del coche el neerlandés sentenció: "No pasa nada, mañana salgo por el lado bueno. Es mejor salir tercero que segundo. Intentaré además adelantarlos mañana". Dicho y hecho.

El contraste de esa impresionante autoconfianza no podía ser más visible al escuchar el tono derrotista en Mercedes al término de la prueba. No debió de hacerle ninguna gracia a Lewis Hamilton ver cómo su rival desmontaba de un plumazo la estrategia de su equipo. Y, sobre todo comprobar, que nunca pudo seguir su ritmo. Sin embargo, se le notó demasiado su abatimiento. A sus quejas por la radio en plena carrera ("mis neumáticos cada vez están peor", "los RedBull son muy rápidos"...), se unieron su cara y su lenguaje corporal al bajarse del coche.

Protección de la autoestima

Al psicólogo deportivo Javier Bonilla le llamó la atención lo despacio que se bajó Lewis del coche tras la carrera. También que hasta cuatro veces aludiera a la superioridad técnica del coche de sus rivales. Incluso que menospreciara a Checo Pérez al insinuar que "cuánto de superior debe de ser el RedBull para tener a Sergio a mi espalda". En definitiva, como hipótesis: una protección de ego y autoestima del británico.

"En cierto modo, -argumenta Bonilla-, me recuerda a la guerra psicológica que mantuvieron en su momento Valentino Rossi y Marc Márquez. A Rossi le funcionó durante muchos años su juego mental con muchos pilotos, hasta que de repente un día apareció uno al que no solo no le afectaba, sino que incluso le motivaba aun más. Eso es lo que puede estar ocurriendo ahora con Max, porque está en esa ola en la que todo le sale bien. Tiene la frescura del joven que ve que puede ganar al veterano y que, cuando Lewis intenta desestabilizarle, consigue justo lo contrario: que crezca más y más su confianza".

Toto Wolff, que de tonto no tiene un pelo y además es un gran estudioso de la neurociencia, dio un toque de atención a su equipo ante el discurso derrotista de Hamilton. Y arengó a sus tropas resaltando que el Mundial no está ni mucho menos perdido, y que hay que seguir dando la batalla hasta el final. Viene al pelo una frase que el propio Wolff pronunció en una entrevista hace tres años: "Si los líderes son capaces de admitir sus carencias o errores, de repente creas esa cultura en la que todos pueden admitir que la próxima vez puedes hacerlo mejor". Bonilla cree que ese es justo el enfoque que debería haber utilizado Hamilton para generar dudas en Verstappen: "Aunque sepas que no es del todo cierto, si tus mensajes son de confianza, de que estás en la lucha y te ves con todas las posibilidades, Max puede sentir la presión, puede que se le generen dudas al ver que su rival se sigue viendo fuerte".

Lewis demuestra no conocer a Max

El propio Verstappen ya avisó a principio de temporada ante alguno de los recados de Lewis. Si creía que sus insinuaciones le iban a afectar no le conocía y probablemente, aquí radique parte del problema de la guerra psicológica de Lewis frente a Max: el británico no ha estudiado a su rival en profundidad. El líder de Mercedes no parece haber analizado a fondo los rasgos de su rival, haciendo lo mismo que a lo largo de su carrera. Lo que antes podría funcionarle ahora se está tornando en contraproducente.

Javier Bonilla, que ha trabajado con muchos pilotos de motos y coches, cree que este es un fallo muy común en deportistas muy exitosos: "El éxito continuado va conformando una estructura de la personalidad que te hace ser muy rígido en el enfoque al considerar que si debes cambiar, en cierto modo sería como admitir que el rival es mejor. La falta de costumbre de verte superado hace que no cambies una forma de ser, que identificas que es la que te ha llevado al éxito. No es fácil admitirlo y cambiar, requiere de muchas dosis de humildad".

Fernando Alonso conoce como pocos pilotos a Hamilton. Recientemente interpretó también de forma parecida cómo Verstappen está llevando mucho mejor la guerra psicológica que el británico: "Creo que Lewis va a sucumbir a la presión ante Max. Cuando Lewis solo tenía que luchar con su compañero de equipo Valtteri Bottas por el título todo iba genial. Ahora siente la presión y se mete en problemas. Max está manejando muy bien además la maquinaria pro-británica de la Fórmula 1, donde a menudo puedes interpretar que no se mide por el mismo rasero a un piloto del Reino Unido frente a otro que no lo es".

placeholder Fernando Alonso y Max Verstappen siempre han tenido buena química y ambos se identifican mutuamente. El español cree que el holandés aguantará bien la presión.
Fernando Alonso y Max Verstappen siempre han tenido buena química y ambos se identifican mutuamente. El español cree que el holandés aguantará bien la presión.

Max corre ya como un veterano

Si analizamos el computo general de esta temporada, la gran diferencia que se puede percibir es que poco queda ya de aquel Max Verstappen rapidísimo, pero igualmente errático. El holandés está cometiendo muy pocos fallos este año. No es que Lewis haya cometido muchos, pero tratándose de una lucha del aspirante frente al veterano, el británico no ha podido marcar ninguna diferencia en este apartado.

En la medida que Hamilton no cambie el chip, conseguirá que la confianza de Verstappen siga aumentando porque, además, el piloto de RedBull no da el mínimo síntoma de momento de ir a amarrar puntos. Corre con mucha cabeza, pero permanentemente en modo ataque, sin aflojar lo más mínimo. Si se analiza, además, el rendimiento o ayuda que los contendientes al título están recibiendo por parte de sus escuderos, Checo Pérez y Valtteri Bottas, también se aprecian diferencias. El mexicano parece mucho más unido a la causa de Max que el finlandés a la de Lewis.

Ganar la batalla mental significa también animar a tu compañero de equipo a que se suba a tu tren, a todos los miembros de tu equipo, incluso a toda la comunidad del paddock, medios de comunicación, aficionados... Cuando hay una batalla tan al límite como la que estamos viviendo esta temporada, hasta el más mínimo detalle cuenta.

Hay ciertos detalles que sin duda hacen mella en la confianza de un piloto y al mismo tiempo fortalece la de su rival. Uno de ellos pudo verse claramente en cómo Max Verstappen se merendó a los dos Mercedes en la primera curva del Autódromo Hermanos Rodríguez. Despues del shock que supuso para el holandés y RedBull verse superado por Bottas y por Hamilton el sábado, a pesar de haber sido regularmente más rápido durante el fin de semana, el desánimo podría haber cundido en su campo. Pero no fue así. Nada más bajarse del coche el neerlandés sentenció: "No pasa nada, mañana salgo por el lado bueno. Es mejor salir tercero que segundo. Intentaré además adelantarlos mañana". Dicho y hecho.

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