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Así educa Max Verstappen a sus rivales, prensa y aficionados: "No puedo ni dormir"
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LA CONTUNDENTE PERSONALIDAD EN LOS MEDIOS

Así educa Max Verstappen a sus rivales, prensa y aficionados: "No puedo ni dormir"

La personalidad directa dura y asertiva de Max Verstappen es otro arma fundamental para manejar la enorme presión de la Fórmula 1, que ahora se acentúa en la lucha por su primer título

Foto: Verstappen no duda en controlar férreamente el mensaje cuando alguien pretende cuestionarle en la F1
Verstappen no duda en controlar férreamente el mensaje cuando alguien pretende cuestionarle en la F1

La Fórmula 1 exige de un piloto armadura de titanio para enfrentarse a sus multiples demandas. La vertiente mediática es una de ellas por ser la disciplina deportiva que más expone a sus protagonistas, fiscalizados día sí día también. A pesar de la parafernalia que los equipos despliegan para gestionar esas arenas movedizas, la personalidad del piloto resulta crucial. La gracia y espontaneidad de Daniel Ricciardo, el perfil discreto de Charles Leclerc, o el anodino de Valtteri Bottas... Cuando luchas por el título esa presión mediática se eleva a la enésima potencia.

Condicionados por las políticas de equipos y patrocinadores, la mayoría intenta ser fiel a sí mismo a pesar del escrutinio de los medios. Ese estilo se proyecta hacia los aficionados y periodistas que siguen la Fórmula 1. Fernando Alonso (conocido por algunos medios británicos como ‘Teflonso’) o Kimi Raikkonen son reconocidos por su singular relación con los medios, aunque con diferentes maneras de conducirse. Max Verstappen es otro vagón del mismo tren. Sin complejos ni contemplaciones, su estilo implacable dentro de la pista se aprecia también con los medios. Más si cabe si le tocan las narices. El pasado fin de semana ofreció otro botón de muestra.

placeholder El segundo accidente con Hamilton reafirmó el espíritu del holandés en la pista: antes 'doblado' que 'partío'
El segundo accidente con Hamilton reafirmó el espíritu del holandés en la pista: antes 'doblado' que 'partío'

"Ni puedo dormir"

“No va admitirlo, obviamente, y no voy a hacer una suposición, pero recuerdo cuando tuve mi primera lucha por el título e iba a más, era difícil, intenso, pasé por muchas emociones y no siempre lo manejé de la mejor manera. Hay muchas presiones y expectativas por el deseo de ganar es enorme”. Preguntado por su rival en la lucha por el título en Sochi, Lewis Hamilton describía el posible contexto de hipotética presión que podría estar afectando a su joven rival en esta recta final del campeonato. Lógicamente, la cuestión fue trasladada pocos minutos más tarde al holandés.

“Sí, estoy tan nervioso que apenas puedo dormir. Tío, es tan horrible luchar por un título. Lo odio” ironizaba, si ahorrar sarcasmos, con su estilo directo y sin concesiones a la galería. “Con estos comentarios solo muestra que no me conoce, no pasa nada. Yo tampoco necesito conocerle como es. Estoy muy relajado con todas estas cosas y realmente no me importa, I'm chilled”. Realidad o afan de cerrar flancos débiles, bien formado para responder a las realidades de la Fórmula 1, el holandés era coherente con una personalidad que marca las líneas a raquetazos. Con su respuesta no solo reforzaba su particular perfil, mandaba un mensaje a Hamilton y también educaba a los periodistas que en el futuro quieran adentrarse en semejante territorio: arriesgan al sopapo. Y no es la primera vez.

placeholder Desde su llegada a la Fórmula 1 Verstappen se ha distinguido por una personalidad que no hace prisioneros
Desde su llegada a la Fórmula 1 Verstappen se ha distinguido por una personalidad que no hace prisioneros

"Estas preguntas de "mierda"

Tras el incidente del pasado GP de Gran Bretaña, el ambiente llegaba caldeado a Hungaroring por la disputa en los despachos entre Mercedes y Red Bull y la resaca del duelo personal entre los dos aspirantes al título, paso por hospital incluído y reproches por las celebraciones de Hamilton en Silverstone. Le tocaba el turno de hablar por primera vez al holandés en la rueda de prensa oficial. Los periodistas preparaban la cascada de preguntas al respecto. A la primera: “¿Podemos ya parar de hablar de esto? porque ya hemos tenido demasiadas jodidas preguntas sobre ello. Sinceramente, esto es ridículo. Todo el jueves hemos estado contestando a estas estúpidas preguntas de mierda. Así que, ¿podemos parar, por favor?. Somos ‘racers’, vamos a correr y por supuesto vamos a hacerlo duro y límpio”. Punto pelota. No hay más preguntas, señoría.

Quizás en la misma escuela de Fernando Alonso pero con su particular toque áspero y cortante, el holandés sabe imponerse en el cuerpo a cuerpo con los medios, a los que marca el terreno sin contemplaciones. En las primeras carreras de 2018 Verstappen se vió envuelto en una sucesión de errores, uno tras otro, hasta llegar al GP de Mónaco, donde en los libres sufrió un accidente cuando contaba con el mejor monoplaza de la parrilla. Condicionó el fin de semana y la victoria fue para su compañero, Daniel Ricciardo.

placeholder Verstappen no duda en mostrarse directo y cortante con los medios cuando no le interesa o es cuestionado
Verstappen no duda en mostrarse directo y cortante con los medios cuando no le interesa o es cuestionado

"Podría darle un cabezazo"

Desde Mónaco hasta el GP de Canada el holandés fue motivo de comentarios y polémica en los medios durante casi dos semanas. Pero en la conferencia de prensa oficial cortó de cuajo y de partida cualquier referencia por parte de los periodistas. “Estoy harto de estas preguntas, si me hacéis más podría darle un cabezazo a alguno”. De nuevo, Verstappen marcaba el territorio y dibujaba el mapa por el que transitar a los medios. Quien se atreviera a sacar de nuevo el tema sabía que podía ser ridiculizado en público. Es su imagen de marca que, en su caso, se antoja genuina y coherente en el conjunto de su perfil como piloto.

Verstappen es especialista en zanjar cuestiones sin miramientos. Su posición y talento se lo permiten y refuerza ese marco personal que le define en la Fórmula 1. Ya en el GP de Australia de su debut con Toro Rosso empezó gritando por la radio a su equipo. Duro, directo, refractario a la duda o el arrepentimiento, cero debilidades y contundente dentro y fuera de la pista. Y

Desde 2019 (aquel GP de México) Lewis Hamilton sabe a quién se enfrenta en la pista. Si le quedara alguna duda, el pasado jueves se lo recordó contudentemente en Sochi. Las batallas se ganan dentro y fuera de asfalto, y ante la opiniòn pública. Caiga mejor o peor, a Max Verstappen le importa un pimiento. Una enorme virtud para ser campeón del mundo de Fórmula 1.

La Fórmula 1 exige de un piloto armadura de titanio para enfrentarse a sus multiples demandas. La vertiente mediática es una de ellas por ser la disciplina deportiva que más expone a sus protagonistas, fiscalizados día sí día también. A pesar de la parafernalia que los equipos despliegan para gestionar esas arenas movedizas, la personalidad del piloto resulta crucial. La gracia y espontaneidad de Daniel Ricciardo, el perfil discreto de Charles Leclerc, o el anodino de Valtteri Bottas... Cuando luchas por el título esa presión mediática se eleva a la enésima potencia.

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