Por qué Lewis Hamilton no quería que se la 'colaran' otra vez para seguir con Mercedes

La renovación de Lewis Hamilton por Mercedes antes de llegar al ecuador de la temporada indica que no ha querido repetir los errores de la pasada. Mientras la última negociación se demoró más de un año y fue sólo para una temporada, la anunciada esta semana pasada duró apenas unos días, con un acuerdo por dos temporadas. ¿Qué ha pasado de una negociación a otra? Realmente, lo que ha cambiando son los dos factores claves de toda negociación del contrato de una estrella del deporte: el ‘timing’ y la anticipación. Manejar los tiempos para buscar una posición de fuerza y anticipar qué hechos decisivos pueden fortalecer o debilitar la posición negociadora de las partes. El caso del británico.

Tratando de descifrar el camino recorrido, es un ejercicio fascinante ir ‘traduciendo’ las declaraciones públicas de Lewis y su jefe de equipo Toto Wolff. Para comprobar cómo han ido variando las posiciones de poder entre ambos hasta llegar a esta ‘renovación express’, tenemos que remontarnos a diciembre de 2019 en AbuDhabi, en plenos fastos de celebración del sexto título de campeón mundial del piloto británico y séptimo de Mercedes.

Comienza la partida

En aquel momento el eslabón débil de la negociación correspondía claramente a Toto Wollf, con un Hamilton en su absoluto cénit deportivo y de popularidad, Wolff sabía del interés de Ferrari en ficharlo, admitiendo públicamente que había un 25 por ciento de posibilidades de que en 2021 Hamilton se marchara en dirección a Maranello. El propio Wolff tenía que renegociar incluso su propio puesto de trabajo con el resto de accionistas del equipo y, obviamente, perder al piloto franquicia tampoco le habría ayudado nada en consolidar su posición como hombre fuerte de AMG Mercedes F1.

Llegaron las Navidades y Wolff contaba que el y Lewis se habían intercambiado mensajes: “No tenemos prisa porque esto es lo que ambos queremos hacer, dejémonos en paz el mes en enero que ya nos vemos demasiado durante el año y en los seis días de los tests de Barcelona hablaremos”, le dijo el británico. Ese fue el primer error de Hamilton en la negociación. Se confió, sabía que Wolff aceptaría todas sus exigencias, pero perdió su gran oportunidad al dejar pasar el momento donde tenía totalmente la sartén por el mango.

Paralelamente, Ferrari no iba a renovar a Vettel y empezaba a valorar sus opciones. Hamilton era la prioritaria, pero en Italia empezaban a preguntarse si tenía sentido gastarse un mínimo de 45 millones de dólares por temporada con un Leclerc eclipsando a un Vettel que cobraba 40 millones de dolares. Ferrari empezó a valorar como opción priotritaria fichar a un piloto tipo Leclerc, antes que descapitalizar al equipo con una superestrella de la liga de los Vettel-Alonso-Hamilton. Aquí entró en juego Carlos Sainz, y empezó a disiparse el principal arma negociadora de Lewis.

Entra en juego el activismo

Durante los tests de Barcelona, se emplazan Lewis y Toto para discutir los detalles de su nuevo contrato. Pero estalla la pandemia del Covid-19 y el encuentro no se produce. Toto intuye las estratosféricas demandas salariales del piloto británico, sigue intentando ganar tiempo y consigue llegar a la reanudación de la competición, con un Lewis desconectado de su renovación y absolutamente focalizado en sus reivindicaciones antirracistas, apoyando el movimiento ‘Black Lives matter’. Más tiempo precioso para Toto Wolff , que listo como él sólo apoyó públicamente todas sus reivindicaciones hasta incluso pintar los dos coches de negro. Le hacía ver al piloto que eran uña y carne y era algo secundario hablar en esos momento de un contrato.

Ese ‘despiste’ de Hamilton fue crucial, pues seguía dando por hecho que Mercedes iba a firmar lo que él pidiera. Pero Carlos Sainz es anunciado como piloto de Ferrari y desaparece en ese momento la principal baza negociadora de Lewis. Ya sólo le queda Red Bull, pero con un Max Verstappen absolutamente asentado esta opción no llega a ser nunca una bala en la recámara. El ‘timing’ empieza ya a favorecer claramente a Toto.

A final de temporada un golpe de suerte favorece aun mas a Toto Wolff: Lewis Hamilton tiene que ausentarse de la carrera de Bahrein a causa del coronavirus. Su puesto es ocupado por George Russell, piloto becado por Mercedes, pero crucialmente un piloto bajo contrato personal con Toto Wolff al igual que Valtteri Bottas. Russell cumple tan bien, que surge en Mercedes el ‘efecto Leclerc’ vivido en Ferrari. Para qué pagar una barbaridad de dinero, si un chaval joven con un salario cinco veces inferior casi gana su primera carrera con nosotros, debió preguntarse el consejo de administración de Mercedes, con objetivos de austeridad en unos tiempos de vacas flacas para la compañía.

O lo tomas o lo dejas

Las tornas ya habían cambiado definitivamente. El manejo del timing y la anticipación por parte de Toto Wolff no le dejan a Hamilton otra alternativa que un 'lo tomas o lo dejas'. Ante la perspectiva de no poder aspirar al récord de su octavo titulo mundial acepta las lentejas que le ofrece Wolff: renovacion por un año y compromisos por parte de Mercedes de seguir trabajando con Hamilton en la búsqueda de "mayor diversidad e inclusión en el automovilismo", hasta el punto de apoyar Mercedes una fundación dedicada a la diversidad y la inclusión en el deporte.

Se llega así al último acto de la negociación. Comienza la temporada 2021 y Hamilton se encuentra con un Max Verstappen y Red Bull con capacidad para batirle. La posibilidad de un octavo título mundial se antoja más complicada cada carrera y sabe que si no logra este año el título mundial, su posición negociadora a final de temporada será mucho mas débil que ahora con la lucha por el título aun abierta.

Tanto Wolff como Hamilton hablan ahora al renovar por dos años de un ‘cortar y pegar’ del contrato hasta ahora vigente . Clara señal de un nuevo ‘o lo tomas o lo dejas’ por parte de Wolff, con la diferencia de que ahora Lewis si ha sabido anticipar los problemas de no cerrar lo antes posible el acuerdo, pues con Russell en la recámara y Bottas dispuesto a renovar como sea, su posición cada carrera que pase se debilitaría mas. Lewis no ha forzado la máquina mas de lo justo para esta renovación, ya que probablemente este sea su último contrato de piloto en Fórmula 1 y , según sus palabras, ningún sitio mejor que Mercedes para afrontar su difícil día después cuando cuelgue el caso. Su foco exclusivo en el pilotaje esta temporada abandonando todo activismo y su rápida renovación es la prueba definitiva de haber aprendido los riesgos de que en una negociación Toto Wolff, se ´la volviera a colar’