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El mosqueo de Carlos Sainz cuando Ferrari se convirtió en el tercer mejor equipo
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EL SF21 brilla en una pista exigente

El mosqueo de Carlos Sainz cuando Ferrari se convirtió en el tercer mejor equipo

Ferrari confirmaba en Montmeló que el SF21 le puede permitir aspirar al tercer puesto en 2021, mientras Carlos Sainz sigue, a pesar de su progresión, limando sus aristas de adaptación a su nuevo equipo

Foto: Sainz (7º) se mostraba frustrado porque el SF21 tenía dentro mejor resultado.
Sainz (7º) se mostraba frustrado porque el SF21 tenía dentro mejor resultado.
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“Hace 10 minutos estuve analizando con mis ingenieros qué se podía haber hecho mejor en la salida, pero aquí todavía me falta tener algo más de confianza con el sistema de arrancada y de la forma en que opera para tener una perfecta salida y unos 100 primeros metros…”. Casi dos horas después del GP de España, Sainz ya estaba dando la vuelta al guante de su actuación personal. Sin embargo, Mattia Binotto se mostraba particularmente satisfecho en la rueda de prensa posterior con el rendimiento de sus pilotos, del monoplaza y de su equipo. No era para menos. Hacía tiempo que no se percibía en el responsable del equipo italiano tal satisfacción. Solo que Sainz no se sentía igual a pesar de su séptimo puesto.

El SF21 fue el tercer mejor monoplaza en Montmeló. En 2020, su predecesor había sido dramáticamente doblado, y a 1,5 segundos de Mercedes el sábado. En 2021, sin embargo, Charles Leclerc incluso dejaba a un Red Bull por detrás. Si Montmeló verdaderamente desnuda el rendimiento del monoplaza, en Maranello sumaban razones para el optimismo en 2021. Mientras, el GP de España fue para Carlos Sainz una perfecta metáfora de su situación en Ferrari, donde las aristas de su proceso de aclimatación son cada vez menos afiladas. Otros pilotos en situación similar lo están pasando bastante peor...

"No fue la única limitación"

El sábado por la tarde, tras los entrenamientos, Charles Leclerc reconocía que tenía en Sainz un compañero y rival como no lo era Sebastian Vettel. “Estamos trabajando muy bien como equipo, nos empujamos uno a otro. Carlos es extremadamente competitivo, y muy rápido constantemente”. Ferrari se está beneficiando con la llegada de Sainz, como Portimao puso en evidencia. Allí, Sainz mostró una metodología de trabajo y capacidad de adaptación al coche en el Q3 en la pista que sorprendieron al monegasco, que encajó el golpe. En Montmeló se repetía el duelo, hasta que salieron a la superficie esas aristas propias de la falta de experiencia de Sainz en Ferrari.

De nuevo, esa última vuelta del Q3, donde fue superado ‘in extremis’ por Leclerc tras llevarle del cuello en los dos primeros bloques. Ese ‘putt’ que se quedó en el borde del hoyo le costó la cuarta o quinta posición de parrilla. Y de aquí, encadenado el efecto en la salida, esa otra arista que Sainz necesita todavía pulir. Porque, de momento, el español no es el cohete en las arrancadas de los tiempos de McLaren. Cada sistema de salida es un mundo, y el de Ferrari no es todavía el gatillo fácil con el que Sainz disparaba en el equipo británico. “Pero creo que hoy no fue la principal limitación”, explicaba Sainz al terminar la carrera, “la principal fue la posición en la salida, entrando y saliendo de los rebufos, encajonado por Ocon, y perdiendo posiciones por los coches por el exterior”. Es decir, a la falta de experiencia con el botón de arranque del cohete se unía la dinámica de una salida que no favoreció al madrileño. Suficiente para no poder explotar toda la pólvora que el SF21 llevaba en Montmeló.

Sainz y Ferrari cambiaron la estrategia a dos paradas. Sirvió con Ocon, pero no con Ricciardo.

"Esas tres o cuatro décimas de más"

“Hemos tenido que luchar después de una salida que no ha sido la mejor. No estoy contento con hoy, la verdad”, explicaba Sainz al terminar, “he visto que había coche que daba para más que un séptimo. Íbamos mucho más rápido que el McLaren, que el Alpine; pero, como aquí hemos visto en el pasado, sales un poco mal, te quedas detrás de coches más lentos, y ya gastas más el neumático, no puedes pasar. Y, sobre todo con nuestra velocidad punta, que desgraciadamente no es la mejor, sigue costando”. El ritmo que Charles Leclerc mostró durante la carrera estaba en su monoplaza, como confirmaba Sainz. Toda la prueba consistió en intentar infructuosamente recuperar el daño de las tres primeras curvas.

“Iba un poco frustrado, porque veía que tenía tanto o más ritmo que los demás y luego ver que en la salida de la curva 14 y 15 en aceleración nos sacaban por mucho que tirara de DRS, y luego en la recta no podía”. Esas "tres o cuatro décimas de más" a favor de Sainz sobre el McLaren o el Alpine escocían, porque en Montmeló la ventaja de la posición en pista suple la menor velocidad del monoplaza. Sainz tenía la segunda, pero no la primera, y no pudo capitalizarla hasta que Ocon paró en boxes. "Intenté pasar a Ocon con el DRS y ahí le he pegado un trallazo a las ruedas que las he abrasado. Ahí he dicho: ‘A una [parada] ya no voy".

Sobre la marcha, Ferrari fue hábil y cambio la estrategia dos paradas. McLaren imitó al equipo italiano con Daniel Ricciardo. Y a pesar de la superioridad del SF21 sobre el MCL35M este fin de semana, Sainz no pudo con Ricciardo ni siquiera en la recta, con el DRS. Como recordaba Sainz, el SF21, “hemos sido los más rápidos en curva después de Mercedes y Red Bull”. Pero en las rectas, el SF21 se fatiga con su velocidad punta para adelantar, por mucho que Sainz tirara el ancla infructuosamente a su antiguo monoplaza una y otra vez. De aquí el mosqueo.

Buenas noticias para el futuro

Aun así, Mattia Binotto, Sainz y Leclerc coincidían: el SF21 se mostró en Montmeló equilibrado, estable y, sobre todo, disfrutó con el compuesto medio que tantos disgustos había dado días antes en Portimao. “Era más rápido que los coches que seguía. Hay que entender por qué el coche era tan competitivo” apuntaba el siempre analítico Sainz. Este mismo fin de semana, Ferrari reconoce que está ya volcado en el monoplaza de 2022 “al 90 o 95%”. Si el SF21 no recibiera más evoluciones, el resultado de Montmeló resulta muy esperanzador para Ferrari, humillado en la pista y públicamente el pasado año.

Carlos Sainz sigue puntuando en todas y cada una de los GP de España en los que ha participado. Pero en esta ocasión salió mascullando. “Hay que poner el fin de semana junto, una buena clasificación y la vuelta del Q3, acertando en la salida… Necesito poner el fin de semana junto y seguir aprendiendo”. La mejor de las noticias, porque, con Carlos Sainz, el pasado confirma que nada mejor que ponerse el listón cada vez más alto.

“Hace 10 minutos estuve analizando con mis ingenieros qué se podía haber hecho mejor en la salida, pero aquí todavía me falta tener algo más de confianza con el sistema de arrancada y de la forma en que opera para tener una perfecta salida y unos 100 primeros metros…”. Casi dos horas después del GP de España, Sainz ya estaba dando la vuelta al guante de su actuación personal. Sin embargo, Mattia Binotto se mostraba particularmente satisfecho en la rueda de prensa posterior con el rendimiento de sus pilotos, del monoplaza y de su equipo. No era para menos. Hacía tiempo que no se percibía en el responsable del equipo italiano tal satisfacción. Solo que Sainz no se sentía igual a pesar de su séptimo puesto.

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