El tatuaje en el trasero y la vuelta de Fernando Alonso con un F1 en Montmeló

“Felicidades a Renault por su primer podio en un tiempo. Estamos deseando ver un gran Red Bull estampado en el trasero de Cyril”. Descongelando el ambiente para el futuro, o jugando con el feliz momento del equipo francés, Christian Horner bromeaba con el ya famoso tatuaje que Cyril Abiteboul deberá hacerse a no mucho tardar, producto de la apuesta perdida con Daniel Ricciardo: si el piloto lograba un podio esta temporada, el australiano elegía el motivo del tatuaje, y Abiteboul el lugar de su cuerpo donde estamparlo. Horner ya ofrecía sugerencias incluso por la radio en el mensaje a Max Verstappen al terminar la carrera de Nurburgring.

El tercer puesto de Renault en el GP de Alemania no era un resultado cuaquiera, sino el primer podio desde su retorno en 2016, y también desde 2011. El propio Ricciardo reconocía recientemente que el RS20 es ya competitivo en todo tipo de circuitos, y el podio de Nurburgring confirmó un resultado que se escapó en Mugello y se veía venir desde Spa. Un resultado que acentúa el creciente optimismo en torno a Renault para 2021, y que no podía llegar en mejor momento, aunque tan solo fuera simbólicamente, porque el martes Fernando Alonso se sube en Montmeló y por primera vez en 2020 a un monoplaza del equipo francés.

"Como un nuevo comienzo"

"Es muy especial volver a estar en Barcelona, recuerdo que mi primer test con Benetton fue en Barcelona y ahora va a ser el mismo circuito 20 años después de este test", declaraba Alonso en un vídeo de Renault antes de subirse al RS20 para un 'filming day', prueba del alcance limitado, y primera de las que el equipo francés prepara para el español antes de terminar el año.

"Estoy listo, pero sé que voy a aprender y descubrir muchas cosas en esas vueltas. Intentaré aprender al máximo en cada kilómetro. Tengo muchas ganas, va a ser como un nuevo comienzo, seguro que la velocidad del coche será una sorpresa, el rendimiento de los frenos, la velocidad en las curvas, muchas cosas me volverán a sorprender de nuevo. Prepararme para este test no ha sido nada fácil por ls restricciones del Covld-19. No pude hacer los preparativos normales y no tuve tantos días en el simulador. Sin embargo, creo que estamos listos, son solo 100 kilómetros, un 'filming day' así que vamos a aprovechar al máximo esas vueltas y captar algunas imágenes y material".

Cyril Abiteboul destacaba tras el GP de Alemania el grado de seguimiento y la motivación creciente de Alonso ante la evolución de Renault. “Recibimos un mensaje antes, durante y después de la carrera” comentaba el francés al respecto. “Os quedaríais impresionados por su nivel de interés. Creo que cuando se unió al equipo, inicialmente, y en sus comunicaciones cuando lo anunciamos, era todo sobre 2022. Y cuanto más ha avanzado la temporada, la progresión del equipo y del coche, más ha empezado a interesarse en 2021. Creo que Fernando es como un gran tiburón. Tan pronto como empieza a oler a sangre, quiere atacar. Así es como le veo, como un tiburón muy hambriento”.

Noche de cervezas en Silverstone

Tras la carrera, Abiteboul recordaba el origen de la apuesta. “Siempre me confundo, pero creo que él elegía el diseño, y yo la localización, ¡porque el tamaño importa!” explicaba el francés tras la carrera. Así que cuando tenga el tamaño, creo que puedo asumir cualquier diseño”. En principio, para Abiteboul no parece un buen trago para digerir. “Realmente, no es mi estilo, y creo que por eso hicimos la apuesta. Recuerdo aquella noche, el jueves de Silverstone, cuando me enseñaba un nuevo tatuaje que se había hecho. Recuerdo que le pregunte ¿cómo llegas a eso? ¿qué especie de viaje mental haces para este tipo de tatuaje? Y me contestó: “De hecho, pasé por delante del sitio, y me dije: vamos a hacerlo”. Así que pensé: “vamos a hacerlo de la manera adecuada", explicaba Abiteboul, "si logras un podio, y esto fue después de algunas cervezas, me haré uno. Y soy un hombre de palabra”. Quizás el francés no confiaba tanto en su propio equipo, pero la realidad es que Renault ha progresado sensiblemente desde aquella carrera. “Así que me lo haré. Solo necesito un poco de tiempo para pensar en el sitio y el tamaño”.

“Habrá que pensar algo despacio, quizás algo que ver con algo que tenga sabor alemán para reconocer el país donde el podio ha tenido lugar”, explicaba Daniel Riccardo con su enorme sonrisa tras la carrera. “Se va a hacer seguro. ¡Conozco varios artistas en Londres!. Ambos pasamos algo de tiempo con el equipo en Londres, así que podría programar algo con el equipo y hacer un pequeño estudio casero para él”, bromeaba el australiano, quien seguro sorprenderá con un atrevido y radical diseño, quizás lo más temido por parte de Abiteboul.

Qué tipo de monoplaza a probar

Al margen de la ya famosa anécdota, el podio de Ricciardo sigue fortaleciendo las expectativas en torno el equipo francés. Por tercera vez esta temporada Luca di Meo, CEO de Renault, estaba presente en la pista, ahora en Nurburgring. Apasionado del deporte del motor y respaldando totalmente el proyecto de Fórmula 1, Renault está aupándose a una ola de energía y expectativas optimistas refrendandas por el rendimiento sobre el asfalto. Y que se refuerza con el transfondo de la llegada de un Fernando Alonso ya sumergido en el simulador, en el trabajo de evolución, y hasta siguiendo en directo las carreras del equipo desde un circuito de radio casero.

Renault busca también todas las oportunidades posibles para que el español disponga del mayor tiempo a bordo de un monoplaza antes de empezar el próximo campeonato. Un programa que comenzará hoy en Montmeló, cuando Alonso suba por primera vez a uno de ellos. Dos son las opciones. Por un lado, la primera que se llevará a cabo en Montmeló, un ‘filming day’. Destinado teóricamente a labores promocionales, se permite llevarlo a cabo con el monoplaza actual, pero limitado a un centenar de kilómetros y neumáticos no prestacionales. Por otro, Alonso podría rodar más adelante con una unidad de dos años de antiguedad como mínimo (como sus pilotos esta temporada tras la pandemia), lo que habílita un kilometraje de largo alcance y más fondo físico de pilotaje a un ritmo superior que en un 'filming day'.