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Por qué Fernando Alonso no podía ganar las 500 Millas de Indianápolis
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¿INFLUYÓ EL ACCIDENTE DE LA SEMANA ANTERIOR?

Por qué Fernando Alonso no podía ganar las 500 Millas de Indianápolis

La carrera desveló que Alonso no tenía ritmo para ganar a pesar de su remontada, y siempre fue por detrás de sus compañeros, que rodaron entre los diez primeros

Foto: Fernando Alonso sufrió un problema mecánico que condiciona la carrera, pero nunca estuvo delante (EFE)
Fernando Alonso sufrió un problema mecánico que condiciona la carrera, pero nunca estuvo delante (EFE)
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Si fuera cierto el adagio de que las 500 Millas de Indianápolis eligen a su ganador, parece que Fernando Alonso nunca iba a estar entre ellos. Varios factores asentados tras la carrera así lo certificaban. Por si fuera poco, la singular naturaleza de esta prueba certificaba de nuevo a profanos o seguidores de Alonso únicamente por sus opciones de victoria que lograr la Triple Corona siempre es, ha sido y será una tarea titánica.

El japonés Takuma Sato ganó por segunda vez las 500 Millas. Una estadística inusual en once participaciones. En sus primeras siete no pasó de la decimotercera posición, y solo en dos de ellas terminó entre los quince primeros. La leyenda americana Mario Andretti debutó en 1964 y se retiró en 1999. Ganó en 1969 en su quinto intento, y no repitió nunca más. Junto con su hijo, nieto y sobrino, suman más de cincuenta entre toda la familia. Valga lo anterior para poner en contexto que lograr en Indianápolis la Triple Corona para Alonso quizás sea el más elusivo de los objetivos. En esta pasada edición, quizás desde ese desafortunado accidente en la vuelta 124 de la sesión del pasado jueves....

Hasta que la carrera acaba

¿Podía ganar Alonso estas 500 Millas? La singularidad e inmenso caudal de factores que determinan la victoria en el Indianapolis Motor Speedway solo se perciben en su verdadera dimensión cuando termina la carrera. ¿Cuáles fueron las temperaturas y la evolución de la pista durante la carrera? ¿Variaron frente los entrenamientos? ¿Cuándo y cuántas las banderas amarillas ondearon durante sus 200 vueltas? Son solo algunos factores entre un millón. Scott Dixon dominó todas las fases de la prueba: terminó segundo. El ganador Sato hubiera llegado boqueando sin el accidente que neutralizó la prueba a cinco vueltas para el final cuandorodaba primero. ¿Hablaríamos hoy de un Sato ganador de no ser por ese factor aleatorio? Así son las 500 Millas de Indianápolis.

Los dos primeros días Fernando Alonso parecía figurar entre los provisionales candidatos. Después, nunca. Incluyendo la carrera. Porque nada fue lo mismo desde el accidente… Primera jornada, quinto. Aún no ilustrativo de sus opciones,.pero Alonso arrancaba en las antípodas del nivel mostrado por McLaren en 2019. Segunda jornada, desde el principio entre los diez primeros con facilidad, como en 2017. Era el primer piloto de Chevrolet. Pero ese mismo día también llegó ese inesperado accidente que empezó a truncar sus opciones en estas 500 Millas.

Alonso tendrá que esperar al menos dos años para intentar de nuevo conseguir la Triple Corona (EFE)

"...y ahora somos más lentos"

En 2017, el español protagonizó un incidente casi idéntico cuando pisó el asfalto interior de la curva 4. Entonces, sus violentos contravolantes salvaron milagrosamente lo que parecía un accidente seguro. En esta ocasión el coche se desequilibró hacia un muro con los brazos siempre abiertos. El lateral del monoplaza quedó destrozado. Craig Hampton es uno de los ingenieros legendarios del IndyCar americano, y así hablaba sobre el accidente de su piloto. “Estaba bastante contento de dónde estábamos con la velocidad del coche el miércoles y jueves. El comportamiento en tráfico no era tan bueno como necesitábamos, pero íbamos poco a poco mejorando, y aún nos quedaban más sesiones. Pero el accidente fue superdesafortunado…”.

¿Por qué? El propio Hampton daba la respuesta: “Lleva tres meses construir un coche de las 500 Millas…", explicaba sobre el minucioso trabajo que exige la unidad de las 500 Millas para cada equipo. "Pues bien, todo el lado derecho del coche quedó destrozado”, lamentaba Hampton, quien detallaba el importante parte de daños para terminar con “los dos lados de la suspensión, la caja de cambios…. Y es por eso por lo que éramos tan rápidos o más que nuestros compañeros jueves y viernes, y ahora somos más lentos”. ¿Marcó aquel accidente un antes y el después? Solo piloto y equipo lo saben, pero Alonso ya no fue nunca el de las primeras sesiones clasificatorias. Ni en el seno de McLaren, ni tampoco con los rivales de Chevrolet. Ni en la carrera.

placeholder Problemas con el embrague terminaron por frustrar cualquier opción de Alonso (EFE)
Problemas con el embrague terminaron por frustrar cualquier opción de Alonso (EFE)

Tampoco contra Honda

El dominio de Honda en los entrenamientos pudo maquillar la situación del español. Pero sus dos compañeros le superaron en la parrilla. Alonso recalcaba el énfasis en la puesta a punto de carrera. Pero si esta era juez último de su estrategia, tampoco le absolvió. Oliver Askew alcanzó la segunda posición en la vuelta 75, y rodó en los puestos de cabeza hasta su accidente. El segundo McLaren de ‘Pato’ O´Ward fue sexto final. Alonso llegó hasta la decimoquinta posición a mitad de carrera, pero ¿alguna vez ofreció sensación de moverse con opciones de victoria? No hasta el problema mecánico con el embrague. Tampoco parecía resultarle fácil adelantar. Ni entre los diez primeros rodó en momento alguno. En la vuelta 122, por ejemplo, O´Ward era cuarto, y el español decimosexto.

Pero simulemos en un mundo ideal que ese accidente no hubiera existido, que piloto e ingeniero hubieran refinado su monoplaza y contado con una máquina competitiva. Posiblemente, Alonso también se hubiera estrellado contra ese muro de realidad que su compañero O´Ward describía al final de la carrera: “No teníamos monoplaza para batir a Honda". Los cuatro primeros en meta llevaban motor japonés, muy destacados en los compases finales sobre el mejor monoplaza con Chevrolet.

No, las 500 Millas de Indianápolis no se dejan conquistar fácilmente, y nada cambiará en futuros intentos de Fernando Alonso para cuando termine su próxima etapa en la Fórmula 1. Sin embargo, Takuma Sato le deja el consuelo de haber ganado con… 43 años. Habrá tiempo para seguir intentándolo.

Si fuera cierto el adagio de que las 500 Millas de Indianápolis eligen a su ganador, parece que Fernando Alonso nunca iba a estar entre ellos. Varios factores asentados tras la carrera así lo certificaban. Por si fuera poco, la singular naturaleza de esta prueba certificaba de nuevo a profanos o seguidores de Alonso únicamente por sus opciones de victoria que lograr la Triple Corona siempre es, ha sido y será una tarea titánica.

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