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Los pilotos aficionados a la chapa, la gran pesadilla para los equipos en 2020
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LA PRODUCCIÓN DE REPUESTOS Y PIEZAS

Los pilotos aficionados a la chapa, la gran pesadilla para los equipos en 2020

Un campeonato tan condensado en 2020 puede crear problemas logísticos de producción a los equipos, sobre todo si se producen frecuentes incidentes en pista de sus pilotos

Foto: Los incidentes en pista pueden complicar la vida a los equipos en 2020 (EFE)
Los incidentes en pista pueden complicar la vida a los equipos en 2020 (EFE)

Desde el 3 de julio al 6 de septiembre la Fórmula 1 concentrará ocho grandes premios en diez semanas. Y lo que quede el resto del año desde entonces. Nunca antes se ha visto sometido su capital humano a semejante ritmo. Los equipos afrontarán nuevos desafíos que tensarán su estructura y funcionamiento. ¿Y si Carlos Sainz o Lando Norris, por ejemplo, tuvieran varios accidentes dentro del frenético més de agosto? ¿Tendrán los técnicos tiempo suficiente para fabricar sus sofisticados repuestos o mantener la línea de suministros para monoplazas que rodarán en 2020 con tantos fines de semanas sucesivos?

Porque la operatividad y eficacia de los equipos y sus suministradores externos condicionarán su rendimiento. Los pilotos se verán obligados a mostrarse particularmente cuidadosos en según qué momentos de esta singular temporada. Tras más de dos meses con las fábricas paradas, sus incidentes de pista podrían convertirse en una de las grandes pesadillas para los suyos en este singular campeonato del mundo.

placeholder La fabricación de respuestos en la F1 implican complejos procesos de producción (McLaren)
La fabricación de respuestos en la F1 implican complejos procesos de producción (McLaren)

Desafíos únicos

“Es muy importante que aceleremos la producción tan rápido como sea posible al 100% de nuevo porque, como se puede imaginar, hacer ocho carreras en diez semanas te exige una gran cantidad de partes listas en caso de que tengamos accidentes o fallos mecánicos, para asegurarnos de poder desarrollar los fines de semana de carreras lo más limpiamente posible”, destacaba el máximo responsable de McLaren, Andreas Seidl, en un vídeo del equipo ante el retorno al trabajo.

A diferencia de un calendario convencional, la planificación y capacidad de producción de los equipos en sus respectivas sedes pueden marcar diferencias como ninguna otra temporada. El responsable operativo de Mercedes, Rob Thomas, habla de desafíos únicos: "Si tienes dos carreras, irás a una de ellas con algunas partes de repuestos, si tienes un problema en la primera, normalmente puedes gestionar la segunda porque tienes piezas, pero añade una tercera carrera y de repente te puedes haber quedado sin repuestos, lo que supone auténticos dolores de cabeza en la fábrica para asegurarnos de que los chicos en el circuito tienen lo suficiente”.

Habitualmente, los programas de producción para fabricar las primeras unidades son muy exigentes durante diciembre, enero y parte de febrero. El resto de la temporada cuenta con un arco temporal más amplio para la producción de repuestos convencionales y nuevas piezas fruto de las evoluciones introducidas en el transcurso del campeonato. Estas últimas serán inferiores a otros años por culpa del coronavirus, pero los incidentes o problemas en pista pueden complicar el primer apartado.

placeholder El trabajo de producción de elementos de fibra de carbono puede necesitar más de una semana (McLaren)
El trabajo de producción de elementos de fibra de carbono puede necesitar más de una semana (McLaren)

Pie a fondo durante seis meses

Fabricar la piezas de un Fórmula 1 no es una tarea sencilla. Para comprender su complejidad cabe recordar que entre enero y febrero, un equipo como McLaren puede gestionar unas 6.000 órdenes de trabajo simultáneas para construir las primeras unidades, con una media de unas 1.200 piezas por semana. Extrapólese el proceso a este comprimido curso en caso de problemas en pista. La fabricación y montaje del alerón delantero (con partes metálicas, piezas y estructuras de fibra de carbono) cuenta con unos 200 componentes. Desde su concepción a su puesta en pista, el proceso exige entre seis u ocho semanas, tiempo similar para el fondo del monoplaza. Aunque se reduzca a menos de la mitad para su fabricación, varias unidades dañadas recurrentemente supondrían serios problemas logísticos.

placeholder La fiabilidad también será crucial en 2020 (REUTERS)
La fiabilidad también será crucial en 2020 (REUTERS)

Pero un equipo no solo depende de su eficacia operativa interna, sino también de sus proveedores externos, de aquí la importancia de mantener en marcha los diferentes eslabones de la cadena de suministro. Volviendo a McLaren, depende de entre 80 y 100 proveedores básicos, más otros 150 durante el resto de la temporada, además de otros especialistas puntuales con pedidos denominados ‘credit card orders’, componentes individuales que son requeridos por los equipos una o dos veces al año.

Pero no es solo cuestión de dependencia externa. Las fábricas de los equipos disponen de sofisticados sistemas de producción que a su vez requieren su propio mantenimiento continuo para no detener esa cadena. Con más de dos meses de parón en 2020 y un calendario tan comprimido, no habrá respiro. “Sabemos que vamos a tener que trabajar absolutamente a fondo durante los próximos seis meses”, anticipa Rob Thomas. En un entorno, además, sometido a las medidas de higiene y protocolos forzados por el coronavirus.

“Podemos intentar tener muchos repuestos, pero es realmente muy costoso y no queremos derrochar”, explica Thomas, quien señala las líneas generales de Mercedes para alcanzar el compromiso adecuado. “Tenemos que ser eficientes, así que habrá que decidir. Lo que haremos es identificar qué parte es generalmente más dañada o usada en carrera, y nos aseguraremos que las tendremos preparadas en un punto de su fabricación en la que podamos acelerarla rápidamente. Las haremos a la mitad o algo más dependiendo de qué partes sean, y reaccionaremos cuando llegue el momento”. La flexibilidad y velocidad de producción de cada equipo serán así tan cruciales fuera de la pista como el rendimiento de sus pilotos en ella. Seguro que se les recordará más de una vez cuando corran el peligro de calentarse.

Desde el 3 de julio al 6 de septiembre la Fórmula 1 concentrará ocho grandes premios en diez semanas. Y lo que quede el resto del año desde entonces. Nunca antes se ha visto sometido su capital humano a semejante ritmo. Los equipos afrontarán nuevos desafíos que tensarán su estructura y funcionamiento. ¿Y si Carlos Sainz o Lando Norris, por ejemplo, tuvieran varios accidentes dentro del frenético més de agosto? ¿Tendrán los técnicos tiempo suficiente para fabricar sus sofisticados repuestos o mantener la línea de suministros para monoplazas que rodarán en 2020 con tantos fines de semanas sucesivos?

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