Vuelve la F1 con mascarillas, pero Carlos Sainz aún no podrá tocar su monoplaza

Carlos Sainz tendrá que esperar para rodar con un Fórmula a la primera sesión del Gran Premio de Austria tras el confinamiento, el próximo 5 de julio. Sin embargo, los monoplazas de Mercedes ya ruedan en el circuito de Silverstone, por primera vez desde el pasado 28 de febrero. Valtteri Bottas empezó el martes y hoy miércoles es el turno de Lewis Hamilton. La vuelta al asfalto será crucial para que los pilotos se aclimaten a la velocidad y procedimientos de un monoplaza, pero se trata también de adaptarse a una nueva realidad para todos: cómo desenvolverse con los singulares procedimientos establecidos bajo el condicionante del coronavirus.

Dentro de poco, Ferrari y sus pilotos también saltarán a la pista de Fiorano. Sin embargo, para ‘desoxidarse’, Sainz tendrá que conformarse por el momento con karts de altas prestaciones, mientras que Lando Norris rueda con un Fórmula 3 estos días. Desafortunadamente, circunstancias muy concretas impedirán al equipo británico rodar con sus monoplazas para ir ‘soltando las piernas’ ante la nueva temporada que se avecina.

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Sin motores para rodar

Sainz y Norris deberán refugiarse por el momento en el simulador, además de buscarse la vida lo mejor posible. La reglamentación de la Fórmula 1 impide utilizar monoplazas de la temporada en curso, con la excepción de dos jornadas de promoción, con neumáticos especiales y un kilometraje limitado. Sin embargo, cabe utilizar coches de los dos cursos anteriores, como es el caso de Mercedes estos días. Las especificaciones de los monoplazas han de ser idénticas a las de 2016-18. Sin embargo, el equipo británico no dispone de las mismas unidades de potencia utilizadas (Honda y Renault) durante aquel periodo. Por tanto, Sainz y Norris habrán de recuperar las sensaciones de un Fórmula 1 directamente en los entrenamientos libres del GP de Austria.

¿Cómo puede sentirse un piloto tras cuatro meses alejado de los 1000 cv de un Fórmula 1? Quizás sirva como referencia recordar a Sainz tras rodar el primer día de pretemporada en Montmeló, el pasado febrero. “Obviamente, estás un poco ‘magulladillo’, pero estoy bien. No hace tanto que competimos en Abu Dabi, hace un par de meses y medio, quizás ha sido el parón de invierno más corto", explicaba el español al terminar la primera jornada. "Los músculos del cuello tienen menos tiempo para descansar y desaclimatarse de un F1, así que ha costado menos volver a aclimatarse. De todos modos, por mucho que entrenes el cuello, el primer día te acaba doliendo, te acabas apoyando (en el lateral del coche)... porque un F1 es un F1 por mucho que te prepares con una pesa o cuerdas. Siempre te va a doler el último día”, indicó. Pero ahora han transcurrido cuatro meses desde la última vez a bordo de un Fórmula 1. No se tratará de una jornada de pretemporada, sino de un GP.

Durante el período de confinamiento, Sainz volvía a referirse a la adaptación. ¿Cuánto le llevaría al madrileño alcanzar el límite de su McLaren? "Creo que llevará algunas vueltas sentir al 100% al coche, pero no demasiadas. Para llegar al límite de un Fórmula 1, sales a los primeros libres con un juego de neumáticos duros, tiras y aflojas. Luego pones unos nuevos, vas cada vez más rápido y es cuando empiezas a sentir las 'fuerzas G'. No diría que lleve más de diez vueltas”, aseguraba.

Otra forma de moverse en boxes

Mientras tanto, McLaren tendrá que trabajar a puerta cerrada para incorporar los nuevos protocolos de seguridad que la Fórmula 1 ha introducido para el desarrollo de los grandes premios, uno de los objetivos de Mercedes en su vuelta a la pista estos días. En un proceso liderado por la FIA, y en estrecho contacto con las autoridades de cada uno de los países implicados, los equipos han recibido una guía de procedimientos de casi cien páginas que incluye desde los viajes a cada país y la estancia en hoteles hasta los procesos en la pista y fuera del circuito para minimizar el contacto con las poblaciones locales.

Mercedes iniciaba así el lunes la práctica de los nuevos protocolos para el trabajo en boxes y en la pista. Desde Toto Wolff hasta el último mecánico, todos los integrantes del equipo llevaban mascarillas y ejecutaban sus funciones bajo los mecanismos establecidos por la FIA y la Fórmula 1. Desde el manteniendo de la distancia social, por ejemplo, hasta el uso de material protector en todo tipo de circunstancias, cómo se apreciaba con los ingenieros de Bottas, todos con máscaras especiales. Ahora, el trabajo en los boxes y la pista es particularmente regulado. “Hemos aprendido muchas cosas durante el día para trabajar más eficientemente”, comentaba Valtteri Bottas al finalizar. “Hay muchos reglas nuevas y tenemos que ser muy cautelosos con muchas cosas. Hemos aprendido mucho para que todo el mundo esté seguro cuando empecemos a competir”, indicaba.

Los nuevos protocolos podrían acarrear condicionantes imprevistos, como ocurrió el pasado fin de semana en la primera carrera tras la pandemia del IndyCar, en Texas. Las normas de distanciamiento impidieron que los ingenieros de Honda pudieran conectar sus ordenadores para chequear los problemas de arrancada en dos de los motores del equipo Andretti y otro en el Rahal Letterman. Se trataba de problemas ya conocidos en el procedimiento que, sin embargo, no pudieron ser solucionados correctamente bajo los nuevos protocolos. El Gran Premio de Austria supondrá la primera prueba de fuego para la Fórmula 1 y sus protagonistas. En el caso de Carlos Sainz tendrá que quitarse a pelo la ‘carbonilla’ con los 1000 cv de su monoplaza.