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Contra el muro: la mala suerte se ceba con Álex Palou en su debut en la IndyCar
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Tuvo en accidente en la vuelta 38

Contra el muro: la mala suerte se ceba con Álex Palou en su debut en la IndyCar

Álex Palou afrontaba con ilusión su debut en la IndyCar pero vio como su inicio en la competición duraba tan solo 38 vueltas por un golpe de mala suerte con otro rookie

Foto: Álex Palou durante la clasificación de las Genesys 300.
Álex Palou durante la clasificación de las Genesys 300.

“Es una pena. Estaba muy cómodo”. Álex Palou afrontaba con ilusión su debut en la IndyCar pero vio como su inicio en la competición duraba tan solo 38 vueltas. Era el primer piloto español que entraba en acción en 2020 en una IndyCar que ha iniciado su andadura a pesar de la crisis del coronavirus en Estados Unidos. El catalán debutaba con el equipo Dale Coyne Racing en el óvalo de Texas. Pero no fue el inicio soñado. Tuvo que abandonar en la Genesys 300 y todo por un golpe de mala fortuna cuando rodaba cómodamente en la pista. Un duro varapalo después de vivir una auténtica odisea para entrar a Estados Unidos. Scott Dixon se llevó la victoria de la prueba.

El piloto español tras realizar su primera parada en boxes fue arrollado por el monoplaza del otro rookie Rinus VeeKay. El holandés de diecinueve años perdió el control de su monoplaza en el giro 38 y se llevó a Álex Palou con él en la trayectoria hacia el muro. Los pilotos se golpearon entre sí, resultaron ilesos, pero vieron que su carrera llegaba a su fin. La suspensión del coche del español quedó rota por completo. "Salí demasiado alto después de alcanzar a Santino Ferrucci y perdí la parte trasera del coche en la zona sucia fuera de la línea de carrera. Entonces golpeé a Álex”, explicó el piloto holandés. Un desgraciado debut para Palou después de que había realizado una buena clasificación y en carrera se sentía fuerte en la 13º posición después de adelantar a Patricio O’Ward, piloto de Arrow McLaren. “Así son las carreras. Me puedo llevar una buena lección aprendida”, confesó un Palou resignado por la situación.

La realidad es que este inicio es un pequeño paso atrás en su aclimatación a la categoría. Palou ya se enfrentaba a un desafío mayúsculo: debutar en uno de los circuitos más rápidos y peligrosos del mundo, sin prácticamente experiencia previa en los ovales. Palou vivió confinado estos dos últimos meses bajo la incertidumbre de saber si podría entrar o no en Estados Unidos. Llegaba a Texas sin experiencia previa por lo que la propia carrera también servía de un gran entrenamiento para su futuro en la competición.

Una clasificación esperanzadora

"¿Podemos repetir esta clasificación? Saldré 16º, ¡no está mal! Pero este coche es mucho más rápido, pero no he tenido lo suficiente para ir más rápido en la primera vuelta. ¡Vamos!", declaraba ilusionado en su perfil oficial de Twitter tras la clasificación. Es con lo que se puede quedar Álex Palou. El catalán había comenzado con fuerza el fin de semana. Completó dos horas antes de esta clasificación su primera toma de contacto en una sesión oficial en un circuito oval. El español terminó 14º en los entrenamientos libres y fue el mejor de los novatos mostrando buenas sensaciones.

La sesión de clasificación empezó sin problemas. Alex Palou fue el 11º hombre en salir a pista. El catalán se situó séptimo provisional con una velocidad media de 212,504 millas por hora. Una sorpresa para muchos, aunque terminó finalmente 16º y con ganas de más a pesar de ser un resultado aceptable para ser su primera vez en un oval en plena competición. Los primeros pasos han sido cortos, pero esperanzadores para un piloto de 23 años que quiere hacerse un nombre en una de las competiciones más peligrosas y complicadas del mundo como es la IndyCar. La próxima carrera en el calendario de Indycar, si nada cambia, es el 4 de julio, en el "Grand Prix Track" de Indianápolis.

“Es una pena. Estaba muy cómodo”. Álex Palou afrontaba con ilusión su debut en la IndyCar pero vio como su inicio en la competición duraba tan solo 38 vueltas. Era el primer piloto español que entraba en acción en 2020 en una IndyCar que ha iniciado su andadura a pesar de la crisis del coronavirus en Estados Unidos. El catalán debutaba con el equipo Dale Coyne Racing en el óvalo de Texas. Pero no fue el inicio soñado. Tuvo que abandonar en la Genesys 300 y todo por un golpe de mala fortuna cuando rodaba cómodamente en la pista. Un duro varapalo después de vivir una auténtica odisea para entrar a Estados Unidos. Scott Dixon se llevó la victoria de la prueba.

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