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"Hostia, no sé si yo esto...". Cómo es la primera vez de un español en un óvalo a 360 km/h
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DEBUT DE álex palou ANTES DE LAS 500 MILLAS

"Hostia, no sé si yo esto...". Cómo es la primera vez de un español en un óvalo a 360 km/h

El español Álex Palou prepara su participación en el IndyCar americano, pero antes de acudir a las 500 Millas debía superar el test de los 'rookies'. Ha quedado atrapado por los óvalos

Foto: Alex Palou participará en el IndyCar americano y en las 500 Millas junto a Fernando Alonso (Alex Palou)
Alex Palou participará en el IndyCar americano y en las 500 Millas junto a Fernando Alonso (Alex Palou)

"Para ser sincero, toda la mañana estaba como… En la primera tanda pensé: “Hostia, no sé si yo, esto…”. Vas tan rápido…Me gustaba, pero era muy diferente. Estaba muy nervioso, durante toda la mañana no me sentía cómodo porque no podía controlar tanto la situación. Y sí, a veces el corazón se te pone a 200, en ese momento en el que todo va muy bien y, de repente, se te va un poquito de morro a 350 km/h, cuando tienes el muro a dos metros, y te asustas un poco...”.

Fermín Vélez, Oriol Servia y Fernando Alonso son los únicos pilotos españoles que se han atrevido con el singular mundo de los óvalos. A tan reducida nómina se ha unido un cuarto, Álex Palou, que también participará en las próximas 500 Millas de Indianápolis junto a Alonso y Serviá. Pero el catalán aún no ha competido en este tipo de circuitos, por lo que resultaba obligado superar el test destinado a los debutantes (rookies), y tutelados por la organización del campeonato. A mediados de febrero, Palou pasó su bautismo de fuego en Texas. Descubrió un entorno totalmente desconocido, de velocidades extraordinarias y sensaciones únicas. Ahora comparte con El Confidencial cómo es rodar por primera vez a 360 km/h, una velocidad cercana a la del despegue de un avión comercial.

Foto: Mercedes, junto al resto de los equipos, buscarán la transparencia total en el acuerdo entre Ferrari y la FIA. (Reuters)

"Que tuviera respeto a un óvalo"

Palou ya vive en Estados Unidos, donde se ha mudado para desarrollar su nueva carrera deportiva. Austin será su hogar a partir de ahora. Precisamente descubría los óvalos en el Texas Motor Speedway, uno de los más grandes de Estados Unidos. “En la prueba solo podía haber debutantes (rookies). Te controlan la velocidad, si vas rápido o no” ¿Y como le tiran a uno a semejante jardín? ¿Con simulador, con clases como si se tratara de una autoescuela? “Simulador no pudimos hacer, pero me contaron de todo, la semana antes estuvimos hablando mucho. Por ejemplo, con el spotter, que era algo nuevo. (Un miembro del equipo que desde las alturas comunica al piloto cualquier incidente en pista y dónde ruedan los rivales). Intenté empaparme, preguntaba todo porque el coche es totalmente nuevo. El simple hecho de salir del pit era diferente, porque el coche es totalmente distinto. Está concebido para solo que gire a la izquierda y sea muy libre, por lo que no frena nada. Es todo así, tienes que prepararte un poco todo antes de salir, porque el cambio es enorme”.

Dentro de las muchas instrucciones recibidas ¿Cuál fue el consejo más importante del equipo antes de saltar a rodar por encima de los 300 km/h? “Que tuviera respeto al ovalo, y es verdad, al principio no lo entendía. Pero luego… El respeto, porque es muy peligroso lo que haces, vas rapidísimo, un simple movimiento en un óvalo es critico. Es verdad, porque vas bien, y empiezas a coger confianza y a ir cada vez más rápido, y es entonces cuando pueden empezar a pasar cosas malas, cuando te confías demasiado y pierdes el respeto”. Palou tuvo que olvidar todos sus automatismos y hábitos de los monoplazas tradicionales. “Al ser el primer día todo va diferente, pero el ambiente en el ovalo es todo más tranquilo. No hay que salir tan rápido a la pista, aquí te lo tienes que tomar con más calma, los mecánicos se lo miran todo muy bien antes de salir, revisan todo veinte veces, todos van calmados”.

placeholder Alex Palou, en la prueba que impresionó con el monoplaza del IndyCar y el equipo Dayle Coyne en julio.
Alex Palou, en la prueba que impresionó con el monoplaza del IndyCar y el equipo Dayle Coyne en julio.

"¡Ostras, esto va superrápido!"

Para un debutante, el test consiste en acelerar progresivamente mientras que se ‘siente’ el monoplaza, su comportamiento y evolución a medida que se coge velocidad. “Vas subiendo marchas, que no son como en las carreras como un coche normal. Las primeras son muy largas, en la primera vuelta solo pones cuarta como máximo, pero cuando pones quinta te das cuenta del aire, del volante cómo se mueve, y cuando pones sexta con el motor a tope se nota, en el sonido y la vibración del volante. Al principio, quieres que se estabilice y te deje tranquilo y no corra más, pero luego quieres más y es entonces cuando quitas ala y se nota, nunca lo pensarías, pero tras ir a tope todo el rato quitas un grado de esa ala tan pequeña que tenemos, ganas 4 o 5 millas por hora, y lo notas mucho”.

Llegó el momento de ir a fondo, pie a tabla. “Tenía experiencia de haber estado en el circuito el año pasado en la carrera del IndyCar, sabía más o menos cómo se veía el óvalo, pero cuando estás dentro cambia todo. Ahí metido todo impresiona, dices “ostras, esto va superrápido”. La velocidad es increíble, cuando estás dentro te das cuenta realmente de lo rápido que vas. La gente puede pensar que es aburrido porque solo giras a la izquierda, pero el piloto hace muchas cosas. Por ejemplo, el ‘weight jacker’, que cambia la suspensión y el setup del coche, las barras…Todo va muy bien, hasta que el coche no hace lo que quieres. Se va de morro o de atrás, y es entonces cuando te das cuenta de lo cerca que va el muro, y lo rápido que vas”. En concreto, registró 346 km/h de media en su vuelta más rápida, y una punta que casi serían 360” ¿Qué sensaciones se viven en esos momentos? “El coche va a tope, acelerador a fondo, ya no puede dar mas. Cuando llevas dos vueltas has cogido la velocidad máxima y no da más. Sientes que todo va un poco al límite. Te acostumbras un poco a la velocidad, no parece que vayas tan rápido, pero vas a 350 km/h y sabes que tienes que girar”.

"Despacio para ir muy deprisa"

¿Es cierto aquello que decía Oriol Serviá de que “en los óvalos, para ir muy deprisa, todo tiene que ir muy despacio”? “Es cierto, porque, aunque el coche vuele, dentro son todo pequeños detalles. Hay que estar muy tranquilo, controlar el gas para que el equilibrio del coche sea el que tú quieres, que el ángulo de entrada en curva sea el que mantienes. Es totalmente cierto, es una de las cosas que impacta. En un monoplaza normal tienes que meterle presión, forzarlo. En cambio, en el óvalo todo es muy lento, tienes tiempo para pensar, piensas dónde vas a girar, con qué angulo, y depende cómo lo hagas marca la diferencia”.

Escuchando a Álex Palou, le ha atrapado esa adicción que engancha a muchos pilotos con los óvalos, incluyendo al propio Fernando Alonso. “Pensaba que sería un poco más aburrido, pero la verdad es que la sensación era increíble. A mí me encantó, y la gracia es que una vez que empiezas a sentir los ajustes en el coche le sientes mucho más que en una pista normal. Aquí cambias solo un muelle de la izquierda, y hace un cambio enorme en el coche. No sé porque hay gente que no quiere saber nada de ellos. Yo estaba encantado, aunque al principio estuviera impresionado. No me extraña nada que a Alonso le haya enganchado, me choca que haya gente que no quiera probarlo o continuar, porque hay quien lo prueba y dice no es lo suyo. La suerte es que a mí me ha gustado, y entiendo que a Fernando le guste”.

Foto:  Dentro del Paddock: un 'podcast' de El Confidencial.

Palou debutará en mayo en las 500 Millas, su primera carrera en un óvalo. Entra por la puerta grande. Pero aún le falta la prueba de fuego definitiva: rodar en medio del tráfico y en pelotón. "Será un shock porque la diferencia de velocidad en los óvalos es muy grande. Si vienes 10km/h más rápido vienes muy, muy rápido. Va a impresionar ver a tantos coches tan juntos en la carrera. La verdad, las 500 Millas de Indianápolis es la mejor carrera para empezar, porque tenemos muchas sesiones de entrenamientos, y muchas prácticas solo para estar en tráfico, los equipos lo pactan, y todos salen a la pista. Pero creo que eso será la segunda fase, la de decir, “¡Definitivamente, esto sí que mola!”.

"Para ser sincero, toda la mañana estaba como… En la primera tanda pensé: “Hostia, no sé si yo, esto…”. Vas tan rápido…Me gustaba, pero era muy diferente. Estaba muy nervioso, durante toda la mañana no me sentía cómodo porque no podía controlar tanto la situación. Y sí, a veces el corazón se te pone a 200, en ese momento en el que todo va muy bien y, de repente, se te va un poquito de morro a 350 km/h, cuando tienes el muro a dos metros, y te asustas un poco...”.

Fórmula 1 Fernando Alonso
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