Ser o no ser: las dudas sobre Mercedes en la F1, con Lewis Hamilton jugando fuerte

"No es cierto". Son las únicas palabras autorizadas sobre los rumores de una próxima reunión el 12 de febrero en la que Mercedes decidirá su futuro en la Fórmula 1. Llegaban nada menos que por el máximo responsable de Daimler, Ola Kallenius. Porque la continuidad del fabricante alemán a partir de 2021 sigue en el aire hasta su confirmación oficial y la firma del Pacto de la Concordia que rige su relación económica con Liberty Media. Informaciones aparecidas estos últimas días han añadido más combustible a la incertidumbre, lo que ha llevado a la negativa de Kallenius ante la insistencia de los medios.

¿A qué se refería Kallenius? ¿A la hipotética y crucial reunión prevista para el próximo 12 de febrero, como afirmaban algunos medios? ¿A que el equipo seguirá como en el presente? ¿O a que el fabricante alemán se mantiene en Fórmula 1, aunque solo como suministrador de motores a los clientes con contratos ya firmados, como McLaren a partir de 2021?

Como otros fabricantes

Desde el pasado año los rumores han rodeado al futuro del equipo alemán. Desde incluso una supuesta y extravagante venta de la estructura actual a Roger Penske, algo negado vehementemente por el americano en su día, al destino de Toto Wolff, pasando por los contactos iniciados por el propio Lewis Hamilton con Ferrari. La dinámica sugiere un escenario de posibles 'planes b' o alternativas para sus actuales protagonistas ante una retirada, como en su día las de Toyota, BMW u Honda.

Un reciente artículo conjunto de dos publicaciones ('RaceFans' y 'Autocar', especializada en Formula 1 la primera y en la industria de la automoción la segunda) concretaba esa incertidumbre en torno a Mercedes, independientemente de la decisión final que tome el consejo de Daimler. Según información recogida en diferentes frentes por ambos medios, el próximo 12 de febrero una decisiva reunión decidiría el futuro de Mercedes como equipo oficial en todos los sentidos, tanto en el terreno del chasis como en la motorización. Su accionariado está repartido actualmente entre la propia Daimler, Wolff y el paquete propiedad de Niki Lauda, cuyo destino todavía está por conocer, quizás vinculado a la decisión de la cúpula del conglomerado alemán.

El futuro de la industria

Según dichas informaciones, la estrategia de Mercedes podría dar un giro ante el contexto actual de la compañía y desprenderse de participación en el accionarido y su implicación oficial en la Fórmula 1. Por un lado, su racha de éxitos desde 2014 queda en el aire ante la incertidumbre de un reglamento que arranca en 2021. Además, este nuevo desafío también exigirá elevadas inversiones en paralelo a las necesarias para el desarrollo de la actual temporada.

El descenso de beneficios de 2019 de la marca ha planteado una futura y amplia reestructuración de su plantilla anunciada por el propio Kallenius. Todo ello en el contexto de los nuevos paradigmas energéticos a los que se enfrenta la industria del automóvil y que obligan a los consejos de administración a reenfocar sus estrategias de comunicación y márketing. El grupo Daimler ha analizado dicha evolución, como reconocía el propio Wolff el pasado año. Además, existe un plazo de nueve meses para avisar de la no renovación del Pacto de la Concordia.

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Los avisos de Wolff

Ante una hipotética decisión de retirada, Toto Wolff debería buscar alternativas para mantener la estructura de Brixworth (sede del equipo) en marcha y presente en la Fórmula 1. Los artículos mencionados incidían en esos potenciales planes alternativos en los que Wolff estaría trabajando. Uno de ellos, la toma de control de la entidad con la posible entrada de Aston Martin de la mano de Lawrence Stroll (inversor en la marca británica), padre del piloto de Force India. El equipo seguiría contando con motores de la marca, al igual que McLaren, Force India o Williams.

Wolff ya avisaba en octubre del pasado año: "Todo indica que seguiremos, pero no hay que darlo por hecho. Estamos en medio de discusiones sobre el Pacto de la Concordia, y vinculado con esto —aunque es independiente— estamos discutiendo el desarrollo de la industria del autómovil y sus efectos sobre el deporte". Si los rumores recientes son reales o no, encajan en este ambiente de incertidumbre. Un contexto que también estaría determinado por esas negociaciones con Liberty en las que una amenaza interesada de despedida podría entenderse como herramienta en esta dinámica de las negociaciones.

El gran retorno de la F1

La negativa genérica de Ola Kallenius no explica su alcance. El sueco justificaba a finales del pasado año la presencia de Mercedes en la Fórmula 1 como una inversión de gran retorno. "Si utilizas el método Nielsen para medir el valor en los medios de nuestras actividades de Fórmula 1, son más de mil millones de euros por año, un gran impacto. Los costes, que no nos gustaría revelar públicamente, son probablemente sorprendentemente bajos porque no hay que olvidar que también se reciben ingresos en la Fórmula 1. Aquí hoy, estamos comprometidos", dijo. Pero ¿a partir de 2021?

Reconsideración estratégica en la industria; entrada en la Fórmula E de Mercedes en la presente temporada; McLaren (antiguo equipo oficial de la marca) vuelve con motores alemanes; Toto Wolff vinculado con un posible rol como máximo responsable de Liberty en la Fórmula 1; Hamilton con peticiones astronómicas a Mercedes para renovar con Ferrari enfrente... Rumores aislados o conectados por un eje común: algo se está moviendo en torno al futuro del fabricante alemán en la Fórmula 1. No se tardará demasiado en conocer la realidad.