Es noticia
Jesús Calleja: "Fernando Alonso ha soportado unos ostiones en el Dakar que yo no podía"
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
ENTREVISTA AL AVENTURERO LEONÉS

Jesús Calleja: "Fernando Alonso ha soportado unos ostiones en el Dakar que yo no podía"

Jesús Calleja por fin consiguió uno de los grandes retos de su vida, terminar el Dakar. En la charla con El Confidencial hace balance de la aventura y de su experiencia con los españoles

Foto: Para Jesús Calleja, uno de los alicientes de este Dakar ha sido vivir la experiencia junto a Carlos Sainz y Fernando Alonso.
Para Jesús Calleja, uno de los alicientes de este Dakar ha sido vivir la experiencia junto a Carlos Sainz y Fernando Alonso.

Como un hueso de aceituna en la garganta, el Dakar se le había atravesado a Jesús Calleja. Tres ediciones, tres abandonos. “Soy muy cabezón, y cuando me programo algo en mi vida lo quiero terminar. Era una cuenta pendiente que sí o sí tenía que terminar”. Y, por fin, el leonés acabó un Dakar, un gran reto que eran palabras mayores para quien está acostumbrado a ellos. “Es la carrera más difícil, más peligrosa y más dura del mundo. Tenía que hacerla. Para mí quizás era más difícil porque yo no era piloto. Sabía que ese era el reto, y para lograrlo me tuve que hacer piloto. Me quedo con que he cumplido el objetivo, y que ha sido de los más duros de mi vida".

Pero además Jesús Calleja se ha llevado un bonus especial en este Dakar, “el de poder ver a Carlos (Sainz), a Fernando (Alonso). Quién me iba a decir que algún día iba a competir con Alonso en el mismo equipo. He vivido algo histórico, estar cerca de Carlos y Fernando, algo muy difícil que se repita. Encima, Carlos que gana… Haber sido parte de esta historia, haberla podido compartir, me parece magnífico. Y luego, correr en un paisaje extraordinario, un desierto increíble”. Con ustedes, el ‘disfrutón de la vida’ Jesús Calleja y su experiencia en el Dakar.

Con un ancla por el desierto

La casilla del Dakar por fin tiene la cruz. Una conquista que se resistía como quien no sucumbre al despliegue de todo el repertorio de seducción. Se confirma hablando con el propio Calleja, cuatro años nada menos. Satisfecho por el vigésimo noveno final en la clasificación, pero no del todo. “Perdimos tres horas con los gatos hidráulicos, seis penalizaciones de tráfico que no tocaban, un 'way point' que nos comimos y nos cayó más penalización... En total fueron cuatro horas, que si las descontamos, hubiéramos entrado en el puesto veinte. Como he hecho cuatro dakares, ya no me valía solo terminar, sino hacerlo bien, porque al tener ya experiencia previa te quieres pulir como piloto y no cometer errores. Como conducción, aunque pueda parecer un poco soberbio, no he cometido ninguno. No hubo un 'uyuyuys'. Esto era para mí muy importante, porque no he ido lento y tampoco hubo sustos”.

Si el año pasado un camión que les remolcaba tras abandonar casi les lanza por los aires, este año también Calleja ha vivido historias rocambolescas que siempre propicia el Dakar. “Hemos cometido errores que no había que haber cometido, como dejarnos dos veces los gatos hidráulicos sin levantar, lo que nos supuso mucho tiempo. El primero lo cortamos después de esperar al camión de asistencia. El segundo no pudimos, así que tuve que llevarlo a rastras como si fuera un ancla, y se me empotraba en la arena. Me tuve que cruzar 54 km de dunas sabiendo que no podía fallar en ningún momento, porque si fallaba me quedaba atrapado. Y si ocurría, no tenía gato para levantarlo y me quedaba allí. Imagínate cruzar dunas con un vástago de hierro en la barriga como si fuera un ancla”. Hubo suerte.

Pero, además, el Dakar también empezó pasando factura al propio piloto. “Una gripe brutal pilló a casi la mitad del campamento. Todos los mecánicos pasaron por la gripe. A mí me pillo en la primera semana. Estar conduciendo con 38 y 39 de fiebre… Si ya tienes sudoración excesiva en condiciones normales de carrera, si encima sudas por la fiebre, se hace duro. Al final, tiras mucho de cabeza, y con la cabeza resuelvo”. Entonces sale el 'disfrutón'. “A pesar de los problemas, he disfrutado, soy un disfrutón de la vida, cualquier cosa que haga. Y cuando hay problemas rápidamente lo elimino de mi cerebro para que no me machaque”.

Entramos en ese ‘bonus pack’ de la experiencia de este Dakar, “la buenísima relación que hemos tenido todos los españoles. El buen rollo que tengo con Cristina Gutiérrez, la gran amiga que me hecho en este mundo para toda mi vida, y el valor que tiene esta mujer en un mundo tan 'testosterónico'. O con Óscar Fuertes, que hemos hecho también una relación muy buena, con Xavi Foj, con Isidre Esteve, que hemos hablado mucho, menudo mérito tiene lo suyo…”.

Los "ostiones" que ha soportado Alonso

Con Fernando Alonso ha habido bastante cachondeillo, ¿no? “Nuestras caravanas estaban juntos y compartíamos equipo, así que hemos tenido muchos días de risas”. En la intimidad, como ha visto al asturiano. ¿Le ha gustado o no el Dakar? “Le he visto hipermotivado, con una sonrisa de oreja a oreja todos los días. El día que lo tenía malo no se iba a la mañana llorando, se iba enrabietado para hacerlo mejor al día siguiente. El Dakar que ha hecho ha sido extraordinario para ser el primero, además en una carrera que era para buggies por el terreno. Con los 4x4, en las etapas de piedras parecía que te pegaban con un martillo en la espalda al pasarlas. Unos ostiones que no te puedes ni imaginar, y Fernando ha soportado unos ostiones que yo no podía. Tenía que frenar, porque mi cuerpo no aguantaba esa dureza. Ir a la velocidad que ha ido y lograr los resultados que ha logrado con un 4x4, ojo, cuidado. Con un buggie, no veas cómo hubiera ido”. ¿Repetirá el asturiano? “Le ha gustado, y sé que volverá, porque tiene posibilidades con mayor preparación para ganarlo. Y él lo sabe. Es un tío retos, como yo, y que los suele finalizar. Además, tiene una gran lectura de las dunas, las hace fantástico. Todos nos quedamos con el detalle del vuelco, pero eso le puede pasar a cualquiera, eran dunas muy cabronas. Quitando eso, el resto ha sido extraordinario”.

Alonso y Sainz en un mismo Dakar no se vive todos los días. Y con victoria de El Matador. ¿Cómo le ve Calleja en competición, en las distancias cortas? “Me quedo que, con 57 años, el tío está ahí, no le ganan. Soy defensor de la gente que tenemos tacos, que somos capaces de hacer cosas increíbles, es una cuestión mental. Y es lo que más valoro de Carlos. Se ve ganador siempre, siempre, cada minuto, y tiene esa capacidad innata de ir a por todas siempre. Es increíble”.

El desierto más bonito del mundo

Es turno ahora para preguntarle al aventurero por los paisajes y escenarios de Arabia Saudí. No deja de sorprender su respuesta, porque el trotamundo ha quedado sorprendido. "Los paisajes, las bellezas del desierto... Las primeras cuatro o cinco etapas eran, visualmente, de verdad…Hubo una en la que nos metimos por cañones de arena roja, es la etapa más bonita de largo que he corrido en mi vida en un Dakar o el Africa Race. Es el desierto más bonito y variado del mundo, y he visto casi todos los desiertos. Arabia Saudí se desconocía, ahora está haciendo una apertura importante, tiene un potencial turístico increíble”.

Una vez conquistado ¿perderá ahora el Dakar su poder de seducción para Jesús Calleja? “De momento, tengo que estudiar si volveré, puede que sí". ¿Y qué lecciones le ha dejado por el camino después de estos cuatro años? “Sé de alpinismo, de espeleología, de buceo.... Para mí ha sido muy difícil aprender para estar ahí y, encima, hacer un vigésimo noveno. Me quedo con que nada es imposible, cualquier cosa que nos propongamos en la vida lo podemos hacer. Es cuestión de las ganas, de cómo finalices el objetivo, y yo me dije que sí o sí lo acababa”.

Para terminar, le planteamos que avance el guion de uno de sus programas en los que elige un destino y un personaje conocido. En este caso, un Dakar, y un copiloto a su derecha. “Me gustaría alguien a quien pudiera meter un poco de sustico al principio, luego, explicarle cuatro cosas de cómo funciona el mundo de verdad, y no tendría ninguna duda: me llevaría a Donald Trump, lo tengo clarísimo, porque cada vez que le oigo hablar...”.

Como un hueso de aceituna en la garganta, el Dakar se le había atravesado a Jesús Calleja. Tres ediciones, tres abandonos. “Soy muy cabezón, y cuando me programo algo en mi vida lo quiero terminar. Era una cuenta pendiente que sí o sí tenía que terminar”. Y, por fin, el leonés acabó un Dakar, un gran reto que eran palabras mayores para quien está acostumbrado a ellos. “Es la carrera más difícil, más peligrosa y más dura del mundo. Tenía que hacerla. Para mí quizás era más difícil porque yo no era piloto. Sabía que ese era el reto, y para lograrlo me tuve que hacer piloto. Me quedo con que he cumplido el objetivo, y que ha sido de los más duros de mi vida".

Jesús Calleja Fernando Alonso Isidre Esteve
El redactor recomienda