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El día que un frustrado Carlos Sainz no tenía ganas de soltar ni una sola palabra
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NO PUDO TOMAR PARTE EN LOS CLASIFICATORIOS

El día que un frustrado Carlos Sainz no tenía ganas de soltar ni una sola palabra

El piloto español era la viva imagen de la frustración, ya que no pudo dar ni una vuelta en los entrenamientos clasificatorios. Desde la última posición, los puntos se antojan un milagro

Foto: Carlos Sainz pasó toda la sesión clasificatoria del GP de Brasil dentro de su garaje. Ni una vuelta pudo dar siquiera en el Q1
Carlos Sainz pasó toda la sesión clasificatoria del GP de Brasil dentro de su garaje. Ni una vuelta pudo dar siquiera en el Q1

Los resultados y la dinámica del viernes apuntaba a un fin de semana de "marrón" para Carlos Sainz. Y así fue, al menos en el primer acto de los entrenamientos oficiales del Gran Premio de Brasil. Pero por razones diferentes a la competitividad del MCL34. Ni siquiera tuvo la opción a una vuelta cronometrada, por lo que empezará la carrera desde la última posición. Carlos Sainz, literalmente, no quería ni hablar al final de la jornada.

"Estoy muy decepcionado, no tengo muchas ganas de hablar. Estoy muy enfadado ahora, así que no tengo ganas de compartir muchas cosas". Escueto y directo, el piloto español no encadenaba una frase que llegara a las seis o siete palabras ante las cámaras de televisión para explicar lo ocurrido. Tampoco había nada que contar. “Tenías un ritmo con el que entrar entre los diez primeros hoy. ¿Estarás muy decepcionado, no? "Lo has definido bien, exactamente", contestaba Sainz para resumir un golpe que, de rebote, podría costarle la séptima posición de la clasificación general.

La referencia de Norris

Sainz salía de la última curva para afrontar su primera vuelta lanzada, pero sintió una súbita pérdida de potencia. Se temió lo peor. Entró en boxes, y solo volvió a salir andando, cuando el equipo no pudo reparar a tiempo la avería de naturaleza eléctrica. Pasó el resto de la sesión dentro del box de McLaren, consumido por la frustración que hipoteca el fin de semana. No debió ayudar la referencia de Lando Norris, indicativa de las opciones de McLaren para llegar al Q3. El británico ha protagonizado hasta el momento un irregular rendimiento ante su falta de experiencia en un trazado complicado. Pero terminó undécimo, a una centésima de entrar en la tanda final. Y con una vuelta, según confesó el británico, no demasiado buena. Dada la superioridad de Sainz sobre su compañero de equipo durante todo el fin de semana, el cabreo final fue superior.

"No creo que sea el circuito ni el país, simplemente coincide que aquí llegan los problemas sin saber por qué. Me ha dado mucha rabia porque era otro día para calificar delante y tener una buena carrera, y saliendo desde atrás va a costar mucho". Sainz saldrá desde la última posición, mientras que sus dos rivales por la sexta y séptima posición lo harán entre los seis primeros. El viernes, el español comprobó que el ritmo del MCL34 no era para tirar cohetes en uno de los fines de semana más igualados en la clase media. No podrá capitalizar la ventaja de la posición en pista que da entrar en el Q3. Todo se ha complicado. Por ello, Sainz no tenía la menor gana de hablar, solo obligado, y a cuentagotas.

placeholder Carlos Sainz durante los entrenamientos del Gran Premio de Brasil. (McLaren)
Carlos Sainz durante los entrenamientos del Gran Premio de Brasil. (McLaren)

Con suerte o un milagro

"En esta pista puedes adelantar si tienes buena ventaja, pero últimamente no hemos tenido tan buen ritmo en carrera, así que mañana será un día complicado". El Gran Premio de Austria —Sainz salió desde el fondo de la parrilla por penalizaciones de motor— podría considerarse un antecedente esta temporada para considerar una posible remontada en Interlagos. Pero Sainz ya dejó claro que en esta pista el MCL34 no disfruta del mismo diferencial favorable de ritmo como en Spielberg u otras carreras de la temporada. "Hemos sido muy fuertes en los entrenamientos últimamente, y quedarte en Q1 duele mucho. Empezar séptimo, como he empezado en las últimas carreras, a empezar aquí último es una gran diferencia. ¿Remontar? No tenemos la ventaja de ritmo en esta pista que teníamos en otras, no tenemos ninguna ventaja sobre la clase media, así que recuperar va a ser muy complicada".

"Hemos visto este año que en algunas pistas y en cierto tipo de curvas no somos muy fuertes", explicaba luego Sainz, "esta pista tiene muchas de esas curvas, la razón de que nuestro rendimiento haya bajado. Esto no significa que no podamos entrar en los puntos, significa que será más duro que en Austria, por ejemplo, con un coche que era mejor", remataba en alusión a la remontada en el circuito austríaco.

Con Albon cuatro puntos por delante en la clasificación general (sale quinto) y Gasly a tres por detrás (sexto de parrilla), Carlos Sainz parte en el Gran Premio de Brasil con todas las opciones para perder distancia frente al británico y ser adelantado por el francés. McLaren podría asegurar la cuarta posición en el campeonato este fin de semana dependiendo de sus resultados en comparación a Renault, Pero en el caso de Sainz, y al margen de las posiciones que pueda ganar en la salida, necesitaría de la lotería en forma de coche de seguridad para puntuar, atendiendo a su pesimismo sobre el ritmo de carrera del MCL34. En condiciones normales, casi se antoja un milagro.

Los resultados y la dinámica del viernes apuntaba a un fin de semana de "marrón" para Carlos Sainz. Y así fue, al menos en el primer acto de los entrenamientos oficiales del Gran Premio de Brasil. Pero por razones diferentes a la competitividad del MCL34. Ni siquiera tuvo la opción a una vuelta cronometrada, por lo que empezará la carrera desde la última posición. Carlos Sainz, literalmente, no quería ni hablar al final de la jornada.

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