Cómo se rifan al español de moda en Japón pese a perder un título en el último minuto
Tras una brillante temporada en el Súper Fórmula japonesa, el español Álex Palou lideraba la última carrera y acariciaba el título cuando una avería mecánica le rompió el sueño
Su primer año en el Súper Fórmula japonés, el campeonato de prestaciones más cercanas a la Fórmula 1. Última carrera en Suzuka. Álex Palou puede convertirse en el primero campeón rookie en 23 años, en la estela de Ralf Schumacher en 1996. El primer español después de Pedro Martínez de la Rosa. Si gana la prueba, es campeón sin depender de nadie. Consigue la pole. Va primero, controlando a sus rivales. “Todo iba muy bien…”.
Palou es una de las grandes promesas del automovilismo español. Tras competir varias temporadas con Campos Racing, tuvo que emigrar a Japón. Sin patrocinadores y a base de resultados, gracias al boca a boca entre los equipos, debutó primero en la Fórmula 3 y luego esta temporada en la Súper Fórmula nipona. Una avería mecánica rompió el sueño cuando lo acariciaba con la mano. “Sí, fue un disgustillo, me quedé triste después de la carrera, pero me fui a comprar una hamburguesa y después se me pasó”, explica a El Confidencial. Tristeza, aunque compensada ante el futuro que tiene por delante. Porque en Japón se rifan a Álex Palou en 2020. Y, quién sabe, hasta podría acompañar a Fernando Alonso y Oriol Serviá en las 500 Millas de Indianápolis el próximo año.
Perder todo y en el peor momento
“Todo iba muy bien”, explica de un tirón para recordar cómo la mala fortuna le arrebató el título del Súper Fórmula de las manos. “Jugamos con la estrategia porque aquí tenemos dos compuestos para cada carrera, blando y medio. Mi trabajo era salir en medios, pensábamos perder tres o cuatro posiciones. Pero salí tan bien y con tanto ritmo que incluso me escapé. Éramos los más rápidos todo el fin de semana. Pero, de repente, una vuelta a entrar en boxes empezamos a perder tiempo sin saber por qué, de una curva a otra. Luego descubrimos que fue por un conducto de refrigeración, que se quedó enganchado en los palieres de la suspensión, perdimos mucha carga aerodinámica y pasé de ser el más rápido por medio segundo a ser el más lento por tres. Era primero, solo tenía que llegar a la meta y era campeón. Perdimos todo de golpe, todo el trabajo del año perdido en la última carrera”.
Pedro de la Rosa sobre Palou
“Tiene muchísimo mérito por lo que Álex ha conseguido. El nivel en Japón es altísimo. Son campeonatos profesionales, todos los pilotos cobran, no hay amateurs. Los equipos escogen a los pilotos, y a los pilotos extranjeros que ya despuntan en Europa, porque si no, no te llevan a Japón. Yo firmé mi primer contrato profesional cuando fui a Japón. No hay que olvidar que allí hay varias marcas y muchísima afición. Los aficionados son muy apasionados, pero seguidores de una marca. Allí todos los equipos son como Ferrari, allí la nacionalidad es lo de menos. Lo bueno de Alex es que esto le puede ayudar para llegar a la Fórmula 1, pero si no, puede ganarse muy bien la vida en Japón durante muchísimos años. El problema de Japón es que cuando ganas, tienes muy buenas ofertas para el año que viene, y en la vida de un piloto tienes que decir no a esas ofertas porque, si aceptas, tienes muy buen contrato profesional, pero puedes hipotecar tu vida en Japón”
Emigrar, vivir solo en Japón, sorprender a los profesionales nipones, tener el título en la mano. ¿Cómo se asimila un golpe así? “Cuando llegas a este punto… Por mi parte, lo que tenía que hacer lo hice bien: la salida, el primer relevo, la parada en boxes. Si luego se rompe el coche qué vas a hacer, esto son carreras, a todo el mundo se le rompe el coche en algún momento. Aunque a nosotros nos ha ocurrido en el único momento que no quieres que se rompa. Una pena, la verdad, porque oportunidades de luchar por un campeonato se tienen muy pocas, y además, de ganar la carrera con la que lograr un título, menos. Una pena, pero tenemos que seguir”. Luego veremos dónde.
We found the reason! 🤕
— Alex Palou Montalbo (@AlexPalou) October 28, 2019
A ventilation duct was stuck during the first laps and that caused a lost of big downforce. That’s why pace and degradation where so bad. 😭
I was hungry to win, but that’s racing and we will fight again next year! 😜#SuperFormula #FuckingDuct pic.twitter.com/TdxgpAY96a
"No importa, hay que mejorarlo"
¿Qué balance hace en perspectiva de semejante experiencia en Japón que a otros muchos pilotos europeos ha catapultado sus carreras, incluso hacia la Fórmula 1? “Ha sido el mejor año de carreras que he tenido. Fue un poco difícil al principio, porque es el campeonato más fuerte en el que he estado. Me hecho mejor piloto, he aprendido muchísimas cosas. Y, luego, los japoneses tienen aquí un nivel increíble, salen a la pista y en la segunda vuelta ya hacen los tiempos. Esto no lo ves en ningún otro sitio. Conocen todas las pistas a la perfección, y tú te pasas la sesión intentando llegar a ellos. Esto te hace espabilarte. Ha sido un año de debutante, sabíamos que íbamos rápidos, pero no quiere decir que vayas a ganar nada. Pero hemos estado muy cerca, y ahora me he quedado con muchas ganas de terminar el trabajo en un futuro”.
A título personal, ¿qué ha aprendido de los japoneses y su forma de pensar y trabajar? “La cultura es lo más diferente que he visto nunca, y mira que ya he viajado. Tiene sus cosas buenas y malas. A mí me gusta. He aprendido mucho a nivel personal y de trabajo”. Para ilustrar la mentalidad nipona, Palou acude a dos anécdotas de este pasado fin de semana en Suzuka. “El otro día, después de los últimos libres antes de la carrera, de repente veo que los mecánicos me desmontan el coche a toda leche. Yo, como loco: “¡Que en dos horas tenemos la carrera! Me dicen que se ha roto el radiador y yo me pongo en lo peor, muy nervioso. Pero ellos estaban emocionados de que hubiéramos tenido la suerte de que nos pasara en los entrenos y no en la carrera. Se toman las cosas de otra manera. Si esto te ocurre en Europa todo el mundo se pone nervioso y con malas caras”.
Adrián Campos, extutor de Palou
“Para mí tiene mucho mérito, Porque para un europeo, adaptarse no ya al tipo de vida en Japón, que es durísimo, sino por como trabajan allí, es una guerra completamente distinta. Ha llegado, ha peleado por el título hasta la última carrera y lo perdió por verdadera mala suerte. Estoy un poco decepcionado por lo que pudo haber sido y no fue, pero ser tercero y primer rookie es algo para sentirse muy orgulloso. Alex no piensa en la Fórmula 1 y sí en ser un profesional del automovilismo. Tiene las puertas abiertas en Japón y en Estados Unidos. Al final será una decisión suya y de su entorno. Le auguro un futuro muy prometedor. Llegarán ofertas que no pueda rechazar, y otras que rechace, pero está ya dentro de esos pilotos que se les busca en los equipos y campeonatos que se puedan permitir el lujo de pilotos pagados"
Otra, ahora con su ingeniero, que le rompe los esquemas. “Son muchos detalles de mentalidad que te impactan cada día. Tras hacer la pole en Suzuka, que era muy importante para el campeonato, hablo emocionado con mi ingeniero. Pero me pregunta: “¿Qué tal todo?”. Yo extrañado, “¿cómo que qué tal? El coche va perfecto, les hemos arrancado la cabeza”. Pero se pone serio y empieza a mirar la telemetría. "Mañana es un día muy importante. Los demás van a mejorar el coche, así que tenemos que mejorarlo nosotros”, me contesta. Y eso a pesar de que teníamos el mejor coche. Yo le insistía que estuviera tranquilo, pero él seguía con que se podía mejorar, seguía exigiéndose a sí mismo sin yo pedirlo, cuando el coche iba perfecto. Esto en Europa no pasa. Dices que el coche va mal, y te dicen que el coche es perfecto”. ¿Y en la calle, en el día a día? "Pueden ser muy abiertos, y pueden ser muy cerrados. Te pueden ayudar en una estación de Tokio con miles de personas, te ven perdido y te paran para ayudarte. O puede que te subas al taxi y el tío no te quiera llevar. La vida cotidiana es un poco más complicada”.
Las opciones del IndyCar
El título se escapó en el último minuto pero, de ser un extranjero bisoño a casi batir a los profesionales japoneses, ¿nota ahora mayor respeto entre ellos y los equipos? “Sí, lo he notado muchísimo. En Japón significa mucho. En Europa no se ve tanto. En Europa no te valoran como un piloto profesional, sino como un cliente. Cuando llegas eres rookie y no eres japonés, lo hace todo más difícil. Por eso nos hemos ganado el respeto. No del todo, porque para ello tienes que ganar el título, pero ahora en todo el paddock y en Japón la gente nos conoce y te respeta".
Tanto, que Álex Palou llegó el año pasado con una maleta, y ahora tiene varias ofertas sobre la mesa para seguir en Japón. Pero también es piloto protegido de Honda, que quiere apoyar su entrada en el IndyCar americano ya en 2020. El pasado julio probó en Mid Ohio un monoplaza del equipo Dale Coyne Racing. Triunfó. "Hace no mucho las opciones estaban muy calientes, pero últimamente se han enfriado un poco. Dentro de no mucho lo sabremos". Pronto se conocerá dónde correrá Palou la próxima temporada. “De momento, tenemos muchas ofertas en Japón, lo que está muy bien”. Las penas, con pan, son menos.
Su primer año en el Súper Fórmula japonés, el campeonato de prestaciones más cercanas a la Fórmula 1. Última carrera en Suzuka. Álex Palou puede convertirse en el primero campeón rookie en 23 años, en la estela de Ralf Schumacher en 1996. El primer español después de Pedro Martínez de la Rosa. Si gana la prueba, es campeón sin depender de nadie. Consigue la pole. Va primero, controlando a sus rivales. “Todo iba muy bien…”.
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