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Lando Norris o cómo un gato negro se cruza delante de la revelación de la temporada
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El británico merece más de lo logrado

Lando Norris o cómo un gato negro se cruza delante de la revelación de la temporada

Lando Norris ha sido un total descubrimiento esta temporada, pero está sufriendo duros golpes de mala suerte en un McLaren que no termina de ser fiable

Foto: Lando Norris ha sido un gran descubrimiento para McLaren y para la Fórmula 1. (EFE)
Lando Norris ha sido un gran descubrimiento para McLaren y para la Fórmula 1. (EFE)

Después de cinco años para olvidar, McLaren ha vuelto a sonreír. Pero no solo por una mejora palpable en su rendimiento, sino también por la llegada de dos pilotos que han dado aire fresco al equipo. Lando Norris ha sido un total descubrimiento esta temporada. Un innegable talento plasmado en los grandes premios y acompañado de un gran carisma fuera de la Fórmula 1. Esta temporada está demostrando un gran nivel, pero la suerte no le sigue este año. Lo ocurrido en Bélgica es el mejor ejemplo. "¡Pierdo potencia! ¡No puedo seguir! ¡Está roto, está roto! ¡Ha entrado el antistall! ¡Joder!", gritó cuando se quedó a una vuelta de firmar un meritorio quinto puesto. Pero si hay alguien que se recupera rápido de sus desgracias es Norris. El británico ve como con tan solo 19 años cumple su sueño y disfruta cada día como si fuera el último sin grandes preocupaciones.

En Spa se llevó el consuelo del reconocimiento de la afición al ser nombrado el piloto del día. Norris salió a salvar los muebles al equipo cuando Sainz tuvo que retirarse en la vuelta 2 y ofreció su mejor versión. Realizó una salida espectacular desde la 12º plaza, su asignatura pendiente este año y, mientras todos entraban pasados en el primer vértice y se tocaban, el inglés se tiró al interior y se colocó en una meritoria quinta plaza. Había conseguido lo que durante toda la temporada llevaba buscando, pero con la carrera controlada y los 10 puntos en el bolsillo, la mecánica le volvió a golpear en la última vuelta. Un duro golpe pero que, con unas horas de reflexión, volvía a sacar su lado positivo en Twitter, riéndose de su reacción en Spa. “¡Asterisco, asterisco, asterisco, asterisco!”.

Una gran temporada de debut

Lando está llamado a ser uno de los grandes de este deporte y a ser el relevo generacional de su compatriota Lewis Hamilton. Ha demostrado que tiene la velocidad, y el talento para triunfar y, con el tiempo, también adquirirá la madurez necesaria para ser campeón, siempre y cuando tenga suerte con la escudería. En la que se encuentra es el mejor lugar para aprender y crecer y ahora disfruta de un piloto como Carlos Sainz a su lado, con el que ha entablado la mejor relación de toda la competición.

Este primer año está siendo clave en el británico para conocer de primera mano como se compite en la Fórmula 1, su año es casi perfecto, pero ha tenido varios problemas que le han arrebatado unas cuantas posibilidades de estar más cerca de su compañero en la clasificación. Desde España ha ido sumando desgracias. En Barcelona se tocó con Lance Stroll. En Canadá vio como se le rompía la suspensión en plena recta. En Francia, después de hacer su mejor clasificación (quinto), vio como en las vueltas finales un problema en su monoplaza le hizo perder posiciones. En Gran Bretaña se quedó sin los puntos por un coche de seguridad y una mala estrategia. En Alemania, perdió toda la potencia de su motor y, para finalizar, el desastre de Bélgica. Muchos contratiempos que hubiesen dado unos puntos de oro a McLaren.

Donde mejor se está viendo la velocidad del británico es en clasificación. Su ritmo a una vuelta es espectacular y ha dejado incluso a Carlos Sainz sorprendido. 9-4 a favor del piloto de 19 años los sábados. Pero los domingos la suerte cambia y el británico ha demostrado cierto grado de dificultad para mantener un ritmo de carrera sobresaliente, pierde 9-3 ante el español. Aun así, eso no evita que haya sido el mejor debutante de la categoría por sensaciones.

Un tipo diferente

Pero lejos de preocuparse o enfadarse Norris tiene otra actitud sobre como afrontar la competición. Es una persona alegre y un mal resultado no le arruina el día. Su carácter divertido y risueño se percibe más allá de su trabajo con el equipo. En las entrevistas, los periodistas no pueden evitar sonreír por su gran chispa. Un comportamiento que ha cambiado en el último año como reconoció en Beyond the grid, el podcast oficial de la Fórmula 1, Jo Ramírez, excoordinador de McLaren. "Estoy muy satisfecho y sorprendido de lo rápido que se ha vuelto Lando Norris, de lo mucho que ha cambiado, de cómo te afecta la Fórmula 1. El año pasado Lando era muy tímido, no hablaba. Carlos y él se llevan bien, pilotan realmente bien".

Fue viral un vídeo en el Gran Premio de Francia bailando dentro del coche el ritmo de la megafonía. Su particular sentido del humor se aprecia constantemente en los grandes premios, ruedas de prensa, redes sociales... y se ha convertido en un filón para McLaren. Desde el punto de vista mediático y del aficionado, la aparición de Lando ha favorecido tanto a su equipo como al propio Carlos Sainz. El británico, aparte de talento en la pista, aporta un toque de frescura que viene a dar brillo la resurrección del equipo británico. Ahora solo necesita la suerte para conseguir el sobresaliente que el inglés merece esta temporada.

La historia de Lando Norris es simplemente la de un niño que está viviendo un sueño conseguido a base de talento y trabajo y por ello no pierde la sonrisa, aunque la mala suerte esté manchando su temporada de debut en la Fórmula 1.

Después de cinco años para olvidar, McLaren ha vuelto a sonreír. Pero no solo por una mejora palpable en su rendimiento, sino también por la llegada de dos pilotos que han dado aire fresco al equipo. Lando Norris ha sido un total descubrimiento esta temporada. Un innegable talento plasmado en los grandes premios y acompañado de un gran carisma fuera de la Fórmula 1. Esta temporada está demostrando un gran nivel, pero la suerte no le sigue este año. Lo ocurrido en Bélgica es el mejor ejemplo. "¡Pierdo potencia! ¡No puedo seguir! ¡Está roto, está roto! ¡Ha entrado el antistall! ¡Joder!", gritó cuando se quedó a una vuelta de firmar un meritorio quinto puesto. Pero si hay alguien que se recupera rápido de sus desgracias es Norris. El británico ve como con tan solo 19 años cumple su sueño y disfruta cada día como si fuera el último sin grandes preocupaciones.

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