El día que a Sainz le llevaron todos los diablos en la mejor carrera del año para McLaren

"Un sábado así me pone de muy mal humor". Carlos Sainz no quería ni hablar tras los entrenamientos del Gran Premio de Austria. “Estoy muy frustrado viendo lo que puede hacer McLaren”. Las buenas noticias de Lando Norris y del equipo británico se clavaron como un estilete en el piloto español. No por esperada, la evidencia era menos descorazonadora. Posiblemente ante el mejor ritmo del MCL34 de la temporada, Sainz tendrá que partir desde la última línea. Y cuando comprobara que podría haberse clasificado en la quinta posición le llevarían todos los diablos.

La parrilla de salida configurada en el Red Bull Ring dejó siete monoplazas diferentes entre los siete primeros clasificados. Norris logró la quinta posición, pero saldrá en esa posición por la sanción de Kevin Magnussen. Varios equipos apuntan a una carrera loca, sobre el papel la más impredecible de la temporada. Pero Sainz solo aspira a arañar algún punto como recompensa tras una jornada sin el menor sentido competitivo para el español.

TE PUEDE INTERESAR

La exhibición de Leclerc o por qué Ferrari no puede tirar a la basura su primera victoria

Jonathan Llata

Gregario de Norris

El MCL34 ha sorprendido en Spielberg con el mejor ritmo a una vuelta de la temporada. La facilidad con la que Sainz sacó el viernes su vuelta rápida sin siquiera buscar reglajes para ello dejó rumiando al español el potencial del fin de semana. Sainz tenía alguna décima más que su compañero en una pista donde ya destacó con Toro Rosso, y ello a pesar de que hubo de sacrificar todas las sesiones con la mente puesta en el domingo. Incluso tuvo que dedicar su tiempo en pista a que le diera el aire en la cara y ayudar a su compañero con rebufos. Se convirtió así en una en una suerte de gregario hasta la Q2. Y como el ciclista que ha hecho su trabajo, echándose a un lado una vez terminado. Ni siquiera disputó la Q3 con un MCL34 que ya entra fácil y regularmente entre los diez primeros.

"Mañana estaré motivado y feliz, pero con el día que he tenido yo, para alguien tan competitivo, esto es doloroso para mí. Hoy estoy de mal humor, pero mañana estaré mejor", declaró al terminar la jornada, sacando las palabras casi por obligación. "Cuando ves que el coche puede hacer sexto o séptimo y tienes que partir último y ni siquiera puedes luchar, se convierte en un sábado muy molesto. Todo el fin ha estado dedicado a preparar la carrera, hoy en los entrenamientos llevábamos una puesta a punto pensado en la carrera, e incluso hemos salvado los modos de clasificación para Silverstone”, comentó ante una anodina jornada sin ningún objetivo. "El objetivo número uno era ayudar a Lando con rebufos para pasar, mientras que nosotros nos hemos dedicado a poner a punto el coche a la carrera".

"¿Puntos? Ya veremos"

"Creo que tengo mas confianza en carrera que en entrenamientos", explicó al terminar la sesión Norris, quien a pesar de su magnífica posición de salida se mostró decepcionado por las dos centésimas que le habían separado de la quinta posición. Sin embargo, la sanción de Magnussen le permiten afrontar la prueba desde una posición extraordinaria si no pierde posiciones de salida, una tónica para el británico en las últimas carreras. Más sal en la herida para el piloto español.

El viernes, McLaren ya comprobó que el MCL34 se defendía bien con los tres juegos de gomas. Sainz se dedicó también el sábado a refinar el trabajo de preparación y la estrategia de carrera. Todo apunta a que el monoplaza británico podría incluso mejorar su ritmo de grandes premios anteriores, algo que confirmaron tanto Sainz como Norris. Pero mientras el británico aspira a dar la campanada —si arranca bien, a diferencia de otras carreras— Sainz sabe que le espera una carrera de pico y pala. "¿Remontar? Sí, de cara a mañana estoy optimista, pero no va a ser fácil, porque aunque tengamos unas dos decimas por vuelta, y en este circuito igual ayudan a adelantar, tanto como para llegar a los puntos, ya veremos", apuntó, sin perder nunca ese aire de frustrante cabreo.