"La Visión": hacia dónde va McLaren con Carlos Sainz y cuándo ganará (si puede)

La sensación de ausencia sin Fernando Alonso en la presentación del nuevo McLaren MCL34 era palpable, pero también la señal del inicio de otra nueva era para el equipo británico. Recordemos aquella fastuosa presentación en Valencia 2007, el español recién llegado y Ron Dennis en las nubes de la Fórmula 1. Comparemos aquellos tiempos con los escenificados en Woking este jueves. Perfil de vuelo raso. Incluso se escucho la palabra "humildad". Según el principio hermético de la polaridad, todo tiene su par de opuestos. Desde aquel 2007 hasta el pasado año, el péndulo de McLaren ha recorrido todo el arco que va desde la gloria al infierno. Del que pretende empezar a salir McLaren en 2019.

Ahora se busca llevar el péndulo al otro extremo. Pero en la Fórmula 1 este proceso dura años, si fructifica. Por tanto, debe juzgarse al equipo británico en este contexto, por lo que sus decisiones fuera de la pista son tanto o más importantes que sus acciones en el asfalto. Son tiempos de una siembra cuya cosecha solo podrá recogerse a partir de 2021. Por el momento, Brown está abriendo buenos surcos en la tierra con sus decisiones. Y Carlos Sainz debe saber aprovechar estos nuevos tiempos en McLaren.

Ahora sí, la era post Dennis

El pasado campeonato terminó de hacer tierra quemada de McLaren, donde descubrieron que el rey estaba totalmente desnudo. Por el desagüe se liquidaron los restos de aquella soberbia aristocrática forjada en los tiempos de Ron Dennis. Recordemos su organigrama por estas fechas en 2018. Un ejemplo: técnicos como Tim Goss, con casi treinta años en el equipo, salieron por la puerta. Zak Brown logró quedar libre de ataduras para, ahora sí, modelar con "La Visión" la era 'post Dennis'.

El americano es pragmático y comercial. No contará con la experiencia de quien mete las manos en la grasa del taller, pero está creando un McLaren opuesto al de Ron Dennis. En la presentación del jueves, Brown mencionó de nuevo "La Visión" de los principales accionistas para el futuro de la vertiente carrerista del grupo. Cabría preguntarse si no sería el propio Brown quien comenzó a inspirarla con aquella osada aventura de Indianápolis 2017 y Alonso. Porque si aquel proyecto transformó al piloto, también abrió nuevas miras y ambiciones en el grup que lenta y paulatinamente están empezando a cuajar como copos en la nieve.

"La visión"

Este proyecto aspira a un McLaren abierto a otros territorios. Alonso vuelve a Indianápolis en 2019 con una estructura propia del equipo, posiblemente la base del desembarco en el IndyCar, que llegará tarde o temprano. El nuevo reglamento de Le Mans y el WEC está diseñado como anillo al dedo para una compañía con el producto de mercado deportivo de McLaren. El año pasado le preguntábamos al propio Brown por este proyecto, y cabe apostar a que tarde o temprano McLaren estará allí.

Pero semejante visión requiere un amplio arco temporal para cuajar. Y los jugadores adecuados. Brown está pegando verdaderos pelotazos. Cuando el americano metía por la puerta de atrás en 2018 a Gil de Ferran (piloto, empresario de equipo y gestor, inteligente) Eric Boullier debió echarse la mano a la cartera. Poco después salía por la puerta el francés y el brasileño es ahora mano derecha de Brown en este nuevo proyecto global de McLaren. Más tarde llegaba el viejo zorro de Bob Fernley que hizo milagros con los recursos Force India, encargado ahora de poner en pie la estructura americana en el IndyCar. Un mercado que Gil de Ferrán conoce como su cuarto de baño.

El gol por la escuadra de Brown

También hacen falta artitas técnicos. Por primera vez en su carrera, James Key encuentra la oportunidad para desarrollar ese talento latente que se le presume, hasta ahora sin los medios, recursos o circunstancias para brillar como primer espada. En Toro Rosso capeaba el temporal de secundario como podía: “ahora me pones un motor Ferrari pero luego un Renault pero un Honda en tres meses…”.

Pero el verdadero gol por la escuadra de Brown ha sido el fichaje de Andreas Seidl. Un líder, el primer marine en saltar a la playa con los suyos y una suerte de Ross Brawn a la alemana. Se puede imaginar la conversación para negociar con Brown tras su impresionante hoja de servicios en Porsche: “quiero libertad, responsabilidad y recursos”. Sea, ha debido contestar Brawn. Seidl será el general con mando en plaza en las actividades carreristas de McLaren. Y del WEC y Le Mans sabe un poco...

La oportunidad para Sainz

De modo que, en la Fórmula 1, McLaren está regando sus campos con la mente puesta a partir de 2021. Solo cuando acabe este ciclo monopolizado por Mercedes desde 2014. Quién sabe si Ferrari podrá meter la cuchara antes. ¿Red Bull? Ojalá un tercero en discordia. Según el director técnico de Racing Point, Andy Green, entonces llegará el cambio reglamentario más importante en la Fórmula 1 desde los años ochenta. Con ese horizonte trabaja McLaren y su nueva estructura. Mientras tanto, pragmatismo técnico con el monoplaza de los dos próximos años. Veáse el nuevo MCL34 con numerosos conceptos de otros monoplazas.

¿Qué papel puede jugar Carlos Sainz en este contexto? Aún no se ha visto el verdadero potencial del piloto español en la Fórmula 1, hasta ahora sin el espacio necesario para enraizar. Durante los dos próximos años, Sainz puede y debe hacerse “jefe” ejerciendo liderazgo interno, con su rendimiento en la pista, y nutriendo una potencial sintonía con el metódico Andreas Seidl por aquello del “gen Sainz”. Mientras tanto un asturiano sigue visitando Woking entre bastidores. Su historia en McLaren posiblemente no haya terminado todavía. Porque, de una forma u otra, puede que siga formando parte de "La Visión".