Sergio Pérez y Esteban Ocon a palos: el camarote de los hermanos Marx en la F1

Es la pesadilla para cualquier equipo: sus dos pilotos eliminándose entre sí en una carrera con el consiguiente coste y dinero que representa. “Lo siento chicos, básicamente, ni siquiera le vi. Simplemente, sentí el contacto”. Pocos segundos después de la salida del Gran Premio de Singapur, Sergio Pérez se disculpaba por la radio con su equipo tras haber estampado contra el muro a su compañero, Esteban Ocon. Aparentemente, el mexicano se había visto envuelto en un agitado tráfico de las primeras curvas y su compañero había pagado involuntariamente el pato.

Inicialmente, la velocidad de los acontecimientos y primeros ángulos disponibles desde las cámaras parecían corroborar o, cuando menos, dejar una sombra de duda sobre la intencionalidad de Pérez. Pero al día siguiente, el piloto británico y comentarista de 'Sky', Anthony Davidson, analizó otro nuevo plano disponible del incidente. A cámara lenta, diseccionó cada uno de los movimientos del mexicano. Cuando Ocón se puso a su derecha y con buena tracción de salida, el volantazo del mexicano hacia el otro monoplaza rosa despejaba dudas. En Force India se han vuelto a desatar los truenos, como ocurriera en 2017, cuando sus dos pilotos se escaparon al control de sus responsables.

El volantazo

Para el francés, el rápido desenlace de Marina Bay representó un desastre personal. Tras haber aspirado a un puesto en dos equipos para 2019, su futuro en la Fórmula 1 está en peligro. La de Singapur suponía una gran oportunidad de visibilizar su presencia en momentos clave para su carrera. Sobre el francés sobrevuela el posible paso de Lance Stroll a Force India antes de que finalice la temporada. Dada su posición de partida, teóricamente, aspiraba a terminar como primer clasificado de la segunda división. Como el propio Pérez. Pero el francés no llegó a la curva 4.

La realidad contradecía el mensaje por radio de Pérez a su equipo. Sus intenciones ya no parecían tan dudosas, aunque quizás la realidad de maniobras en cuestión de milésimas de segundo jugaran en su contra. Pero el minucioso análisis de Davidson dejaba sólidas dudas. Hubo un volantazo deliberado hacia la derecha. Y la carrera del mexicano también saltó por los aires.

Más tarde, y tras haber caído en mitad del pelotón tras su parada en boxes, Pérez se descompuso en su impotencia cuando rodaba a la estela de Sirotkin. La radio le delató una y otra vez, y su comportamiento en la pista materializó su estado mental. Al adelantar al piloto ruso, realizó una maniobra incomprensiblemente al girar contra el monoplaza del ruso. Y ahora la justificó alegando que su monoplaza había quedado tocado tras el incidente con Ocon en la curva 3. Sin embargo, el estado de ánimo que le delataba por la radio invitaba a pensar en otras razones. Alonso fue uno de los beneficiados de la lucha fratricida de Force India.

Ni acercarse el uno al otro

Pero todo indica que las justificaciones del mexicano hacia el exterior no han colado. Un año más, la dirección del equipo ha vuelto a tomar cartas en el asunto. Como ya ocurriera el pasado año. El duelo entre ambos viene de largo, y se ha vuelto a calentar. El responsable del equipo, Otman Szaftnauer, tampoco parece que creyera al mexicano, a quien cuestionaba por no haber dejado suficiente espacio a su compañero. “Es inaceptable, tenían que dejarse espacio uno a otro. El equipo es más importante que un individuo, así que tendremos que volver a las órdenes que impusimos el pasado año. Si es lo que van a hacer, tendremos que tomar el control. Una vez que se suben al coche, es dificil controlarles, pero antes de eso, podemos controlarles nosotros”.

Tras sus primeros escarceos en Canadá y Spa, en 2017 los dos pilotos se enzarzaron en otro duelo en Bakú. Acabaron con uno de los monoplazas también contra el muro y ambos tocados nada más comenzar la carrera. Se decidió desde entonces que ni siquiera pudieran luchar entre ellos en la primera vuelta. Esta temporada han vuelto a las andadas, y parece que Force India está dispuestos a establecer otro régimen draconiano a sus pilotos: ni acercarse el uno al otro. Los equipos suelen acudir a temas contractuales y el bolsillo para disuadir a sus pilotos.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

El gordo, ciego y bajo Casillas hace historia: cuéntame cómo pasó

Ulises Sánchez-Flor

Picarse cuesta caro

En el caso de Force India, el comportamiento de ambos reporta considerables y negativas consecuencias ante su situación actual. El cambio de propiedad y de nombre -con la llegada del consorcio liderado por Lawrence Stroll, ha supuesto que se perdieran todos los puntos logrados hasta el Gran Premio de Bélgica. Justo ese fin de semana, Pérez y Ocon cosecharon dieciocho puntos con un quinto y sexto puestos, la mejor cosecha de toda la temporada en una sola prueba. El séptimo y noveno de la parrilla en Singapur apuntaba a otra buena ración de puntos y de un dinero absolutamente crucial para el equipo en sus actuales circunstancias. Sin embargo, los dos pilotos no lograron ni un punto con una actuación en la que Pérez fue, en esta ocasión, el principal responsable.

¿Podrán controlar en Force India a sus dos pilotos de aquí a final de temporada? Ocon se encamina hacia la puerta de salida de la Fórmula 1. Con nada que perder, no será difícil que se encuentre cara a cara de nuevo con su compañero. El año pasado se ajustaron cuentas una y otra vez desde su primer roce en Canadá hasta que el equipo zanjó el tema. El francés es consciente como nadie de la intencionalidad de la maniobra de su compañero en Marina Bay ¿Se tomará la justicia por su mano en el futuro? Si acaba la temporada en Force India, claro.