McLaren y el mito del ave fénix: hablando en plata, se trata de engrasar la cadena

“Creo que nuestro mayor problema ha sido estructural y organizativo. En ocasiones, nuestro proceso de toma de decisiones y la velocidad con las que las tomamos está bloqueado”. Zak Brown ha debido asumir uno de los grandes problemas de McLaren: una burocratización cuya eliminación será uno de los principales objetivos del americano en los próximos meses. "La estructura no permite a determinados individuos ser tan emprendedores como me gustaría que fueran, creo que no les ha permitido tomar decisiones rápidamente”.

McLaren ha vuelto así a confirmar un proceso tantas veces vivido en otros equipos en crisis. Por debajo de la retórica oficial y del discurso de relaciones públicas, subyace una carcoma organizativa que tarde o temprano sube a la superficie. Por lo visto esta temporada, ni Honda era la fuente de todos sus problemas, ni el chasis era tan efectivo como se proclamaba el pasado año ni la correlación entre túnel de viento y pista era la necesaria como se ha podido escuchar en estas últimas fechas. En definitiva, la organización de McLaren no era tan efectiva como se intentaba hacer creer. Ahora hay que quemarse en las cenizas para resurgir cual ave fénix.

Personas, no comités

“A veces hay un momento adecuado para tomar una decisión por parte de un comité, y otras veces hay momentos en que deberían ser tomadas por las personas”, explica el americano para ilustrar uno de los mayores problemas en McLaren. Un proceso que, como el propio Brown ha reconocido, exigirá tiempo traducir en resultados ganadores. De momento, tres nombres serán los responsables inmediatos de tomar un mayor número de decisiones a nivel individual y no a través de comités: Simon Roberts, Andrea Stella y Gil de Ferran. Serán ellos los responsables de engrasar la cadena de la organización.

"Mi objetivo para liderar el equipo de Fórmula 1 es acelerar el ritmo de la organización, dar dirección, poner en pie el liderazgo adecuado y volver a donde todo el mundo reconoce que McLaren debería estar", dice Brown. Ese es su trabajo. Pero ¿cuál será el papel y filosofía de ese liderazgo adecuado que ahora dirige cada una de las áreas del equipo?

La responsabilidad de Andrea Stella será, según Brown, "el muro de boxes, la gestión del fin de semana de carreras y sacar el máximo partido al monoplaza en la pista". Al frente del área técnica, Simon Roberts será el encargado de "producir un coche de carreras rápido", es decir, el diseño y producción tanto del monoplaza en sí como del proceso de evolución del mismo. En definitiva, roles claros y más definidos con liderazgo concreto. Sobre el papel, una estructura más vertical, pero más fluida.

"¿Qué necesito para mejorar?"

En su caso, De Ferran, será el director deportivo que ha de exprimir el funcionamiento del equipo. El brasileño también ha sido cocinero antes que fraile. No pudo llegar a la Fórmula 1 como piloto a pesar de su talento. Después de intentar meter la cabeza en Williams, Arrows e incluso en McLaren, tuvo que emigrar a Estados Unidos, donde logró todos los éxitos posibles en la pista como desde la dirección de sus propios equipos en activo como piloto o ya retirado de la pista. Llegó finalmente a la Fórmula 1, aunque no al volante de un monoplaza. Primero fue BAR como director deportivo y ahora a McLaren ahora como uno de sus mayores responsables.

Gil de Ferran tiene un ingente trabajo por delante. ¿Cómo va a transformar la organización?. “El éxito que he tenido como piloto y cualquier otro que haya tenido como hombre de negocios venía de entender realmente cuáles eran mis debilidades”, explica el brasileño. "No tenía miedo de mirarme al espejo y decirme 'podría haberlo hecho mejor aquí, o mejor allí' y '¿qué es lo que necesito para mejorar?'". Por tanto, De Ferran llevará a cabo un profundo proceso de revisión de los mecanismos de funcionamiento del equipo británico.

"Las ideas surgen de noche"

"Muy poca gente puede conseguir muchas cosas en la vida por ellas mismas, y la mayoría forma parte de un equipo", reflexiona el brasileño,. "sé como aunar un equipo, que trabaje integrado, que la gente se sienta enfocada y motivada, que entiendan hacia dónde van y se involucren, porque las mejores ideas surgen en medio de la noche cuando estás pensando en todo lo bueno del día siguiente”. Como teoría se escucha bien. En la práctica será otra historia. Al menos dicha filosofía viene avalada por sus éxitos dentro y fuera de la pista.

“Hay un gran talento (en McLaren) que debemos liberar y que en el entorno actual no ha podido florecer”, explica Zak Brown, diagnóstico también escuchado frecuentemente en equipos en crisis. Un mensaje que resuena a Ferrari con la llegada de Sergio Marchionne a la presidencia y la porterior reestructuración del equipo italiano. El mismo proceso que ahora se vive en McLaren. “Pero también hay que traer gente de fuera que tenga otras experiencias que ayuden a dar forma a una más rápida organización”.

En definitiva, McLaren necesita protagonizar su propia versión del ave fénix, es decir, el arquetipo de la muerte y el renacimiento. Pero el mito nos recuerda que la mitología tiene dificil acomodo en el sofisticado mundo. El ave fénix renacía de las cenizas a los tres días de haberse inmolado. La Fórmula 1 nos enseña que es más prudente convertir cada día en un año. Como mínimo.